Racing Love. [Charles Leclerc Fanfic].

Capítulo 5.

Era día del último chequeo de Charles en el Centro Hospitalario Princesa Grace.
Pero no era Saskia quien lo estaba revisando. 

—Bueno señor Leclerc, aparentemente ya descartamos que haya alguna secuela del accidente, así que oficialmente puede regresar a su trabajo como piloto de fórmula 1— dijo el médico que lo había atendido. 

—Excelente, la verdad es que si no hubiera sido por la doctora Phillips no creo que saliera ileso de ese accidente.

Charles ya había visto más de 20 veces el video de su accidente en el gran premio de Mónaco y solo agradecía al ser supremo que lo había protegido, así mismo en todos los videos casi al final de los mismos aparecía Saskia corriendo hacia él mientras lo sacaban del monoplaza, en algunos lograban enfocar la expresión de la médico que se observaba angustiada, y también se logró visualizar como ella coordinó todo el traslado de Charles desde el inicio, él estaba completamente asombrado por el rápido actuar de ella y por todo el protocolo que manejó.

—La doctora Phillips es de nuestras "Joyas de la corona" en el hospital, sin duda comparto la misma opinión que usted señor Leclerc — dijo el doctor mientras tomaba asiento en su escritorio —No es por nada la jefa del servicio de urgencias, a pesar de tener tan corta edad y ser prácticamente una recién graduada.

Charles abrió los ojos.

—¿Recién graduada?

—Sí, hace poco más de un año que terminó la especialidad en urgencias médicas, pero ha demostrado una capacidad sin igual.

Charles sonrió.

"REALMENTE ERES INCREIBLE ¿NO?".

El sonido de un teléfono llamó su atención.

—Saskia, aquí se encuentra el joven Leclerc, de acuerdo aquí te espero— dijo el doctor que estaba enfrente de Charles.

"¿SASKIA? ¿PORQUÉ LA LLAMA COMO SI FUERA TAN CERCANO A ELLA?" Pensó Charles mientras lo observaba detenidamente.

En menos de 5 minutos la puerta del consultorio se abrió y la morena apareció con su melena recogida en un chongo y un gran café en la mano, su cara gritaba cansancio, tenía ojeras y parecía que en cualquier momento caería dormida.

—Joven Leclerc, un gusto verlo nuevamente— la doctora se acercaba para estrechar su mano.

"¿JOVEN LECLERC?".

—Doctora Saskia, un gusto igualmente— Charles tomó su mano y se dio cuenta que esta se encontraba con rastros de talco.

—Disculpe mi imagen y si le estoy ensuciando las manos un poco, hace unos minutos terminé un procedimiento y fui rápido por un café para no caer dormida antes de verlo— Saskia sonrió— aquí tengo unas toallitas anti bacteriales por si gusta limpiarse.

Charles solo miraba como la mujer enfrente de él estaba al borde del colapso de cansancio, y como con las ultimas fuerzas que tenía estaba buscando una toalla para que él limpiara sus manos.

Al sacar las toallas de su bata, el muchacho observó como Saskia perdió por un momento las fuerzas de las piernas y en un dos por tres se estaba desvaneciendo frente a sus ojos; con los reflejos que caracterizan a un piloto de la F1, Charles la detuvo para que no cayera al piso pero el café no tuvo la misma suerte, el cual cayó estrepitosamente explotando y regándose en todos lados, incluyendo la ropa de Charles.

—Saskia, ¿estas bien? — dijo Charles mientras la observaba en sus brazos.

Saskia había recuperado un poco la fuerza para poder tomar el brazo de Charles, pero él sentía como su agarre era débil.

—Si, lo lamento— la morena observó el piso el cual se encontraba totalmente manchado por el café — Mire nada más como deje su ropa— dijo mientras trataba de zafarse del agarre del Monegasco.

—Eso es lo de menos, ¿Tú estas bien? — dijo él mientras la agarraba con más fuerza y acercaba su cara.

Saskia levantó la mirada y pudo observar detenidamente por unos segundos los ojos aceitunas del piloto que mostraban preocupación por ella.

—Saskia, ven no molestes al joven Leclerc— dijo el médico que momentos previos había atendido a Charles; En un movimiento jaló a Saskia zafándola del agarre del piloto y abrazándola con un solo brazo —Debes de tener cuidado por favor, pudiste haber herido al Joven Leclerc.

—Lo lamento en verdad, no sé que me pasó, por un momento perdí el equilibrio — miró al doctor mientras agarraba sus brazos.

Eso causó un espasmo en los de Charles.

—Debes de tener cuidado, el Joven Leclerc es un paciente muy importante.

—Si Doctor William, lo lamento.

Saskia se liberó del agarre del médico.

—Joven Leclerc, me ofrezco a llevar a la tintorería su ropa, y en este momento iré a pedir que limpien su consultorio doctor William.

Charles estaba a punto de decirle que no debía preocuparse, pero ella salió disparada.

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Mientras limpiaban el consultorio, Charles se encontraba sentado en la sala de espera, donde toda la gente lo observaba con detenimiento, en especial las chicas, pero a él lo que menos le importaba era eso, no había visto a Saskia desde que había salido corriendo del consultorio.

¿Qué tal si volvió a sucederle lo mismo y en esta ocasión si se había lastimado o peor aún había caído completamente inconsciente?.

Estaba a punto de levantarse cuando Saskia llegó, completamente limpia y arreglada, con unas gafas que Charles nunca había notado pero que hacían juego con el ámbar de sus ojos.

—Joven Leclerc— dijo mientras le entregaba una bolsa— lo lamento mucho, por favor cuando llegue a su casa guarde su ropa en esta bolsa y yo pasaré por ella para llevarla a la mejor tintorería de Mónaco— las manos de Saskia temblaban — mi numero de celular está dentro, por favor mande un mensaje de texto en cuanto la ropa esté disponible.

En el momento en el que Charles tomó la mano de la morena, pudo percibir que estaba completamente helada.

—Saskia, ¿en verdad te encuentras bien? — dijo Charles mientras agarraba con su mano fuertemente la de Saskia.

La joven médico lo miró directamente a los ojos.

—Lo estoy señor Leclerc, por favor en cuanto tenga lista su ropa pasaré yo directamente por ella— dijo mientras se soltaba del agarre de Charles.

En ese momento el joven piloto observó que el anillo que ese día Saskia llevaba en su collar ahora se encontraba en su dedo anular izquierdo.

Antes de que Saskia pudiera irse Charles la tomó del brazo y la detuvo.

—Saskia, ¿Estás casada?.

Los ojos de la morena se encontraban completamente abiertos al igual que los de Charles.

Saskia rápidamente bajó la vista a su alianza dorada y retiró rápidamente su brazo.

—Avíseme por favor en cuanto la ropa esté lista señor Leclerc.

Y se fue sin decir nada más.