Capítulo 4.

133 10 0
                                    

Habían pasado 3 días desde que Charles había sido dado de alta; En las dos semanas de descanso entre el premio de Mónaco y Azerbaiyán, Binotto le había dado la indicación de que debía quedarse en Monte-Carlo, a cargo de su madre.

—Entonces, ¿conoces a tu doctora desde hace mucho tiempo? — decía Carlos desde el otro lado del teléfono.

—Bueno, realmente solo nos vimos una ocasión y con esa bastó— dijo Charles mientras sonreía.

—Pero si mira esa sonrisa, ¿Pues que hiciste con ella en esa ocasión lord Perceval? — dijo su amigo sonriendo completamente.

—No lo que tú estás pensando Sainz— se río fuertemente— Me golpeó.

Carlos abrió completamente los ojos.

—¿Qué?

—Así es — dijo el monegasco mientras se tocaba la mandíbula de recordar aquel momento.

—Pero, ¿Qué le hiciste? — dijo Carlos mientras se recargaba en la silla.

—Había terminado una carrera de Karting, recuerdo perfectamente que quedé en segundo lugar...

—¿Tú, como crees? — dijo Carlos mientras se reía.

Charles le dedicó una mirada de pocos amigos.

—¿Me dejas seguir contándote? ¿O te vas a seguir burlando de mi mala suerte con los podios?.

—No, continua Lord Perceval.

Charles volvió a reír, siempre que Carlos le decía así no podía evitar recordar el día que ambos conocieron los nombres completos de cada uno.

—Si no mal recuerdo su hermano fue el que me ganó en esa ocasión, y casualmente me había chocado, logrando que me detuviera por un momento y me adelantara, así que en cuanto me bajé del monoplaza fui a reclamarle, los ánimos estaban al tope, ambos éramos unos adolescentes de 14 años y de repente le solté un golpe en el abdomen, lo tiré y de un momento a otro sentí un puñetazo en la cara que también me derribó, alguien se subió en mi abdomen mientras yo estaba tirado, me agarró del cuello del overol y me tiró fuertemente, cuando pude abrir los ojos, solo recuerdo que vi dos ojos color ámbar mirándome furiosos, me la quitaron de encima y en el movimiento pude percibir su aroma, me desmayé poco después de eso.

Carlos lo miraba mientras comía una bolsa de palomitas.

—¿Realmente fuiste por unas palomitas mientras te contaba esto?

—Tengo hambre— respondió el español mientras se metía un puñado de palomitas en la boca— Pero vaya que historia, no puedo creer que una niña te haya dejado noqueado.

—Ni yo, aunque debo de admitir que ella es un año mayor que yo aparentemente, estaba en completa desventaja— dijo Charles mientras sonreía.

—¿Y como la reconociste? — dijo Carlos mientras le daba un sorbo a una lata de refresco.

—Su olor, sus ojos y un sueño.

—¿Un sueño?

—Cuando estaba en el hospital, tuve un sueño loquísimo donde estábamos tú, Lando y yo en una fiesta, aparentemente de la formula 1, recuerdo que estaban tocando tu canción favorita...

—¿Smooth Operator? — dijo el español mientras sonreía.

—Si, esa maldita canción.

—Como que maldita, si es una joya.

—Cállate Sainz, no quiero escuchar como la cantas.

Carlos lo miró con ojos de desprecio y volvió a ponerse un puñado de palomitas en la boca.

—Y en ese momento ella apareció, sus ojos se reflejaron y su olor reactivó mi mente, sigue usando el mismo perfume que desde hace más de 10 años.

—Oye, pero tú si que estás mal, no puedo creer que recuerdes el perfume y los ojos de una tía que te partió la cara cuando tenías 14 años— dijo mientras lo miraba fijamente — pero debo decir que está bastante guapa, si no fuera porque pensé que estabas muriendo le hubiera pedido su número en ese mismo momento.

—¡Carlos!.

—Es la verdad Leclerc.

—Lo sé— dijo él mientras volvía a sonreír y recordaba la sonrisa de Saskia.

—Pero está prohibida para ti— dijo Carlos mientras se terminaba la bolsa de palomitas.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque estoy casi seguro de que está comprometida, o mínimo tiene novio.

El corazón de Charles se detuvo por un momento.

—Aparte de todo tú no tienes aún bien definidas las cosas con Charlotte— dijo Sainz arrojando su lata de refresco al bote de basura.

Charles lo miró.

—¿Por qué dices que está comprometida?

—Cuando salimos del hospital antes de que te dieran de alta, pude observar que había alguien con ella, no supe distinguir si era un médico o algo así, pero supongo que si porque iba vestido igual que ella y reía mucho con lo que él le estaba diciendo.

—Trae un anillo— dijo Charles rápidamente.

—¿Un anillo?.

—Si, en su collar observé un anillo de color dorado, no muy grueso, pero parecía como de matrimonio.

—Uh Charles, olvídalo, si está casada no vas a poder hacer nada, no te metas en esos terrenos.

Charles lo miró detenidamente. 

 —Demonios.

Carlos mantuvo la mirada.

 
—No me digas que en verdad vas a investigar si está casada o no.


—En efecto mi querido "Smooth Operator"— dijo mientras sonreía pícaramente. 

Racing Love.  [Charles Leclerc Fanfic].Where stories live. Discover now