el aroma de las gardenias es imnotisante.

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Hua Cheng atravesó la puerta y de inmediato un aroma llegó a su nariz, el olor a café y postres llenaba todo el entorno de una manera deliciosa, pero detrás de ese olor aún podía percibir el suave aroma de la nota verde, la gardenia porsupuesto.

El reloj marcaba justo las 10am, no había tanta gente haciendo ruido, solo algunos estudiantes y trabajadores muy metidos en lo suyo, Hua Cheng recorrió el lugar con su mirada hasta llegar a una mesita  convenientemente desocupada y al lado de una ventana, su andar tranquilo y porte majestuoso atrajo fácilmente la atención de las señoritas que al ser descubiertas de inmediato apartaron la mirada, el tinte carmesí bien podría competir con las cerezas, pero a Hua Cheng no le importaba el no venía para conquistar, el ya tenía su objetivo.

Al tomar asiento casi de inmediato un mesero se le acercó.

-Hola, buenos días, permitame entregarle el menú por favor- expreso con una sonrisa.

Este no era el muchacho que Hua Cheng buscaba, aunque era lindo y su sonrisa sin duda podría iluminar un país entero este no era quien el buscaba.

-se lo agradezco, por favor, ¿podría traerme un café doble y un plato de galletas de mantequilla?-.

-claro, su orden estará lista en un momento-.

El cocinero desapareció por el pasillo que asumió dirigía a las cocinas, era una verdadera pena, Hua Cheng revisó a todos los meseros pero su persona no estaba a la vista, el sentimiento era un poco frustrante incluso se había tratado de arreglar lo más presentable posible.

Bueno al parecer aún no era el momento.

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-A-lian te sientes bien????-. Shi QingXuan grito.

-em... Si... Perdonen solo me tuve un mareo ligero es todo-. Dijo Xie lian con una sonrisa ligera.

-A quién crees que engañas, estas todo rojo?!-.

-Realmente estoy bien, no es la gran cosa, puedo seguir atendiendo-.

-no puedes-.

Su amigo sin duda siempre sería la persona más trabajadora y modesta del mundo pero a veces si exageraba.

-Hablaré con el jefe Shen para que... -

ni siquiera pudo terminar cuando la puerta abrió estridentemente.

-Para qué quieren hablarme?- agudizando su mirada, Shen Jiu se acercó marcando su paso hacia sus dos empleados- Shi QingXuan, Xie Lian ambos tienen algo que decirme-.

-Amm bueno....-.

-No es nada señor Shen, solo me sentí ligeramente mareado, no es nada no  necesito nada más, perdone nuestra intromisión en sus labores-.

-mmm... Ya veo-. Shen Jiu cerró sus ojos ligeramente, las pestañas revoloteando- entonces..... PLANEAS TRABAJAR CUANDO CLARAMENTE NO PUEDES, ACASO NO PUEDES ATENDERTE TU MISMO. En este mismo momento ve a los vestidores y toma tus cosas, ve a casa a descansar..... Tienes una hermana que mantener no? No hagas que se tus esfuerzos sean en vano-.

Xie Lian se limitó a agradecer y apurar se por sus pertenencias, enojar a Shen Jiu no era poca cosa.

Yue QingYuan al oír el alboroto salió de su Oficina.

-que ocurre? -.

Sosteniendo su cabeza con sus manos en un gesto de cansancio Shen Jiu dijo -Lian no se siente bien, entonces lo mande regresó a casa-.

-ya veo, a-lian debes ir a descansar, se bien lo que pretendes al trabajar tanto pero también debes priorizar tu salud, a a-jiu le preocupan todos por igual incluso si sus lodos son rudos el realmente se preocupa, así que por favor por hoy prest atención a tu salud y mañana regresa con la misma energía suave que siempre si-.

- Entendido Gerente Yue, les agradezco ambos su preocupación, me retiraré hoy y mañana volvere-.

-es lo mejor a-lian, descansa si-. Qing Xuan puso su mano sobre el hombro de su amigo.

-Gracias, hasta Mañana-.

Xie Lian tomó su mochila y se dirigió a la salida.

-A-lian que pasa? A donde vas? -.

-A-Yuan, no me sentí tan bien hoy así que me dieron el día y volveré a casa-.

-ya veo, cuidate y manda un mensaje una vez que llegues -.

-si, nos vemos mañana-. Sonrió.

Una vez fuera de las cocinas los clientes se encontraban disfrutando de sus pedidos y el ambiente tranquilo.

Lian se tomó un momento para admirar su lugar de trabajo, nunca se arrepintió de entrar a trabajar en esta cafetería incluso si eso resultaba muy cansado.

Saludo a la pareja de mayores que veía habitualmente y se despidió de los de más comensales.

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Su pedido tardo algunos minutos en llegar pero el olor era increíble, tomó la taza y la dirigió a sus labios, el olor del café y la agradable calidez que emanaba de la bebida era reconfortante, en cuanto al postre las galletas adorablemente preparadas parecían casi derretirse en su lengua.

Terminando su pedido, se dedicó a pagar y salir lo más rápido posible, aun si estaba fuera de vista y su rostro aun no era conocido por los policías el no era alguien que bajara la Guardia tan fácilmente.

Tomó sus cosas y salio decidido a venir nuevamente.

Café GardeniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora