_____________𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐋𝐨 𝐃𝐢𝐫𝐚́_______________
Todas las noches soñabas con aquel chico pelinegro con mechones celestes, ese bardo al que disfrutabas soñar por sus canciones, por esas hermosas melodías que parecían, haber sido sacada...
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𝐄ran las cinco de la mañana, todos dormían tranquilamente, sólo algunos pasajeros en el barco se encontraban despiertos, entre ellos estaba Kazuha, quien meditaba en la punta del barco, déjando que el aire lo abrazara. Aether y Paimon, puesto que a la chica le dio hambre, y decidió despertar a Aether para ir a la cocina del barco y tomar algunos alimentos, con el fin de no ir sola por aquel "Desolado barco" como ella lo describió. Uno que otro guardia nocturno. Que se encargaba de que nadie entrara al barco mientras dormian.
Y, ¿Cómo olvídar a Venti? El cual caminaba a paso lento hacia un lugar en especifico. La habitación de su queridisima "Amiga" ______. Cuando quizo pasar, se percató de que la puerta estaba cerrada, pero eso no detendría sus planes. Con ayuda de su visión, se elevó hasta pasar por la ventana de la chica, la cual si se encontraba abierta, pues eran épocas de calor, y al estár en el mar, todo era más sofocante.
El joven una vez dentro, se acómodo en una de las sillas cerca de la cama de la chica, hizo aparecer su lira, y comenzó a cantar al igual que a tocar su preciada lira.
-Había una vez~ Una joven niña, le gustaba dormir, leer y comer. Un día pasó Algo inusual. Ella al dormir Comenzó a soñar. Con un lindo mundo Con gente genial Que la querían y la apreciaban De manera especial. Tenía un amigo Que se hacía llamar Ventus el bardo Y en la plaza lo escuchaban tocar Ella no entendía El por que de su soñar Pero su amigo sabía El por qué de aquel soñar Un secreto detrás Está por venir Que cuando lo sepa Al fin lo entendera. Oh querida amiga~ Si tan sólo supieras Que grandes cosas están por venir No muchas son buenas Pero te adaptaras Y espero algún día Poder decirte el por qué Tú estás ¡AQUÍÍÍÍÍ!
En cuanto el joven terminó de cantar, una hoja de aire fue hacia él con rápidez, pero él sin ningún problema fue capaz de esquivar el golpe, destruyendo una parte de la silla donde se sento.