24 horas de poción de amor || Drarry

Capítulo 2: Comportamiento sospechoso

Ese día había sido uno de los más aburridos, las clases eran agotadoras. Hermione se veía bastante entusiasta y Ron se había quedado dormido al menos seis veces. Su mente seguía ocupada con pensamientos, especialmente con lo que Draco le había dicho aquella mañana. Harry era incapaz de quitar la imagen de sus sensibles ojos grises de su mente. Pensó en su sonrisa y lo raro que era que mucha gente no la había visto... 

Lo estaba haciendo de nuevo, pensaba demasiado las cosas. Rápidamente se recordó a sí mismo que se estaba adelantado a los hechos, solo habían acordado poner fin a su rivalidad, entonces, ¿por qué seguía pensando en eso?

—¿Harry?—Hermione pasó su mano por enfrente de su rostro, devolviéndolo a la realidad. 

—¿Qué?—preguntó Harry, olvidado por completo lo que estaba haciendo.

—Lo estás haciendo de nuevo, estás distraído—respondió Ron, empujando algunos chocolates por su garganta. 

—¿En qué piensas?—preguntó Seameus.

—La pregunta sería, en quién está pensando—bromeó Dean, poniendo su pluma en el tintero. 

Harry río entre dientes nervioso y pasó una mano por su cuello.

—Eso es ridículo...

 —¿Entonces, no piensas en nadie en particular?—lo interrumpió Dean y todos en la sala común esperaron, poniendo atención en lo que Harry respondería.

Harry trató de encontrar una respuesta. 

—Bueno...

—¡Lo estás!—Seamus exclamó emocionado dando un salto y agarrando a Dean en el camino. 

—¿Quién es?—dijo Ron con entusiasmo.

—¿Aún estás colgado por Cho?—habló Neville. 

—No...

—Es esa de Hufflepuff de séptimo año—consideró Dean y se giró hacía Seamus—¿Cómo se llamaba?

—Sophie, creo—dijo Seamus rápidamente. 

—¡No es ninguna de ellas!—Harry se levantó agitado y comenzó a caminar alrededor. Ron terminó su ultimo chocolate, frotó y limpió sus manos.

—Bueno, que no te dé pena, ¿quién es la chica?—el estómago de Harry se revolvió al escuchar la palabra "chica", ¿eso significaba que tenía que ser una chica?—. Es privado...

—Oh, vamos Harry—suplicó Seamus.

Esperaban al borde de sus asientos, pero todo lo que Harry pudo pensar en decir fue: 

—Pienso que debo tratar de dormir—corrió escaleras arriba hacía el dormitorio de chicos y se dejó caer en su pequeña cama. Antes de darse cuenta se quedó dormido y cayó en una pesadilla. 

~El día siguiente~

Nuevamente, Harry se despertó con un masivo dolor de cabeza que no se podía quitar. Lentamente se levantó de su cama y tomó sus lentes. Recorrió la habitación con la mirada y aún había algunos chicos dormidos, pero Dean y Seamus habían desaparecido. Abrió una ventana para que circulara el aire por la habitación y percibió el olor del rocío en las hierbas que suele haber por la mañana. Bajó hacía la sala común, vio a los dos chicos amontonados detrás de un libro. Harry asumió que estaban haciendo tarea y decidió sentarse en el sofá a lado de la chimenea. Se dio cuenta de que el día parecía que se iba a poner frío y lluvioso. En un intento por cambiar sus pensamientos, Harry no había pensado con claridad sobre Draco, pero sabía que cuando entrara al Gran Comedor y viera a aquel chico pálido volvería a pensar en él. Talvez ni siquiera estará ahí, él no suele comer de todos modos. Se dijo Harry a sí mismo, entonces Hermione bajó las escaleras con su cabello revuelto hacía atrás y su túnica puesta perfectamente sobre sus hombros. 

—Hola, Harry—dijo, Seamus y Dean se dieron cuenta del pequeño chico que estaba tumbado al lado de la chimenea, y cerraron el libro. 

—Buenos días.

—Lo siento, Harry, no habíamos visto que estabas ahí—Seamus se disculpó y recogió el libro—. Nosotros nos vamos temprano, ¿te nos unes?—lo último que quería Harry en ese momento era salir a alguna parte. 

 —No, gracias, Seamus—los dos chicos se fueron rápidamente al mismo tiempo; una familiar cabeza pelirroja se deslizaba por los escalones.

—Buenos días—dijo, todavía atándose la corbata. 

—Harry, ¿vienes a desayunar?—preguntó Hermione.

—No creo ir hoy.

—Ok, compañero, pero si tienes algo en mente puedes decírmelo o Hermione—Ron mencionó, poniéndose su capa, Hermione arregló como pudo su cabello. Cuando se fueron, Harry dio un gran suspiro y volvió a sus pensamientos, ¿Qué estaban haciendo Seamus y Dean? Pensó que era un poco extraño la manera en cómo se escondían detrás del libro, como si fuera un secreto. Y como cuando lo vieron cerraron el libro, era sospechoso y a Harry no le gustaba.

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Mientras tanto Seamus y Dean...
—¿Estás seguro de esto?—preguntó Seamus a Dean, quien estaba arrancando los pétalos a una flor para echarlos al caldero.

—¿Quieres saber de quién está enamorado o no?—replicó—. Ahora, lo siguiente es...—leyó lentamente las instrucciones.

—Tenemos que decir un hechizo para terminar, ¿Puedo hacer los honores?—dijo Seamus sacando su varita.

—No queremos explotar—Dean dio un suave empujón a la varita de Seamus y sacó su propia varita de su tunica. Cuidadosamente pronunció el hechizo, de repente la poción comenzó a centellear con brillos morados y rosas.

—Huele a...¿amor? Si es que eso es posible.

—Eso es por que es una poción de amor—Dean pellizcó dolorosamente a Seamus—. Repasemos el plan.

—Esta noche le damos a Harry un trago con esto, sin que se dé cuenta, y cuando se despierte podremos ver de qué chica está enamorado.

—No podrá ocultarnoslo por mucho tiempo—Dean y Seamus rieron.

Nunca pensaron que harían algo como esto, pero la curiosidad los estaba volviendo locos. De hecho le estaban haciendo a Harry James Potter una poción de amor de 24 horas.

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El primer periodo de Harry fue pociones, no lo pensó demasiado. Como él, Hermione y Ron entraron en la clase junto con algunos otros estudiantes; vislumbró un mechón de cabello rubio. En la esquina estaba Malfoy, Blaise y Pansy hablando sobre algo que Harry no lograba escuchar.

—¡Buenos días, clase! El día de hoy harán una poción especial que ya hemos discutido antes,—comenzó a decir el profesor mientras algunos terminaban de sentarse. Draco y su grupo miraban a Harry y sus amigos, demasiado para una persona decente, Harry pensó—La harán como está justo aquí—el profesor continuó, gesticulando en dirección al caldero donde había una poción brillante.

—Esta lección es aburrida—Ron murmuró a Harry.

—¡Ahora, dirijanse a sus estanciones de trabajo y comiencen a trabajar!—todos corrieron a sus asientos y abrieron sus libros.

—Hermione, ¿puedo hablar contigo?—Harry preguntó cautelosamente mirando alrededor por si alguien estaba escuchando.

—Claro que puedes, ¿qué pasa?

—Bueno, ayer Malfoy fue extra amable conmigo y hablamos sobre poner fin a esta rivalidad. Esta mañana Seamus and Dean parecían sospechosos esta mañana y me preguntaba si tenías alguna idea de lo que esta pasando. 

—¿Malfoy fue amable? Bueno, no lo hubiera imaginado—dijo entre dientes—y sobre Seamus y Dean, ellos son raros de cualquier manera, así que no sé realmente sobre eso.—le dio unas palmaditas en el hombro a Harry y se fue a su asiento.