Capítulo 1: Apretón de manos.

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Era media noche, y Harry no había dormido nada. No importaba lo que hiciera, el sueño no llegaba, ninguna poción ayudaba a mantener a raya los terribles recuerdos de aquella época. Las pesadillas lo hacían sudar y temblar vigorosamente, Ron creyó que estaba siendo poseído. El mismo sueño recurrente de Voldemort, todas esas caras de pánico, la tristeza de sus amigos, hasta pensó en la Sala de los Menesteres y cómo salvó a Draco; podía sentir la culpa que irradiaba de él mientras Harry se aferraba a su esposa. 

Harry se enderezó y buscó sus anteojos, la habitación se desempañó. Las demás camas estaban vacías, las cortinas aún estaban cerradas, por lo que solo entraba un leve resplandor a la habitación.  Descorrió las cortinas dejando que el sol lo calentara, Harry podía decir que era temprano por la mañana y que los demás estarían desayunando. La noche anterior había sido la ceremonia de bienvenida de primer año, pero Harry se la había saltado para no estar con sus amigos. Se limpió el sudor de la frente y removió el cabello que le caía en los ojos, se vistió con la familiar túnica de Gryffindor, y se dirigió al Gran Comedor esperando no haberse perdido el desayuno. 

Se apresuró por los pasillos, una sensación enfermiza invadió su estómago, había dado con el lugar destruido la noche de la batalla. Apartando esos pensamientos, dobló la esquina rápidamente solo para chocar con un estudiante, sus lentes salieron volando de su rostro. El repentino choque hizo que su desagradable sensación se fuera, se apresuró por sus gafas para ver al estudiante. Era alto y esbelto, con un cabello rubio platinado peinado suavemente sobre su cabeza y ojos grises que resultaban demasiado familiares. 

—Mira por dónde caminas—dijo Malfoy, presionando su estómago como si hubiera visto al Barón Sanguinario. 

—Tú eres el que se atravesó—respondió Harry mientras salía corriendo, quería evitar cualquier conversación con Malfoy. 

Caminaba con la vista en el suelo, entró al Gran Comedor e inmediatamente sintió la tensión de las miradas de los estudiantes, mantuvo la cabeza baja mientras se dirigía a su asiento a un lado de Ron y Hermione. 

—¡Maldita sea, amigo, te ves terrible!—mencionó Ron, ganándose una mirada asesina de Hermione. 

—Gracias, Ron.—Harry buscó una jarra con jugo de calabaza; a pesar de estar preocupado por encontrar desayuno, no tenía hambre, después de la batalla no se sentía capaz de comer de nuevo, rara vez comía y cuando lo hacía no era mucho, pero se mantenía saludable bebiendo líquidos. Su cabeza lo estaba volviendo loco, sonaba un zumbido alto del que no estaba seguro, "¿Harry?" creyó haber oído, pero el zumbido era tan fuerte como una tetera vieja que se apagaba. El sonido lo hizo sentir mareado, casi perdido, hasta que una cálida mano tomó la suya. "Harry..." escuchó de nuevo, esta vez con más claridad. Mirando por encima de su copa, el rostro de Hermione encontró al de Harry. Ron tenía una mirada preocupada en sus ojos, pero aún así se las arregló para tragar. 

—Talvez deberías visitar a Madame Pomfrey, te dará algo para detener las pesadillas—sugirió Hermione, pero una mirada a Harry y Ron le hizo saber que no era buena idea. 

—Ya lo hizo, dos veces de hecho—respondió Ron, mordiendo un pedazo de pan.

Hermione suspiró y retiró su mano de la de Harry para seguir leyendo.

—Sigue pensando en positivo, se irán, lo sé...

—¡¿Cómo puedo pensar positivo cuando solo puedo pensar en todas las personas que murieron por lo que pasó aquí?!—gritó Harry, la gente giró sobre sus banquillos para verlo. Esperó a que su respiración se normalizara—Los veré en la primera clase—se levantó y se fue, sintiendo la fulminante sensación de que los estudiantes lo observaban mientras hacía lo que parecía una caminata de vergüenza a la salida del Gran Comedor. 

El patio estaba despejado, solo unos cuantos estudiantes andaban alrededor leyendo o haciendo su tarea. Harry encontró un banco de piedra vacío y se acostó en él, esperando que su fuerte dolor de cabeza desapareciera antes de clases. Como si fuera una señal, Harry sintió una vibra de maldad proveniente de detrás de él, se giró para ver al chico de antes ahora vestido con su túnica verde y sujetando algunos libros. 

—¿Ahora qué, Malfoy?—dijo Harry, volviendo a su posición en el banco.

—¿Me puedo sentar?—respondió en un tono que Harry no estaba acostumbrado a escuchar.

—¿Te golpeaste la cabeza o es enserio?—frotó su cabeza. El dolor seguía ahí y no quería que Malfoy lo empeorara. 

Sin respuesta, Draco se sentó de todos modos en el suelo.

—He escuchado que tienes pesadillas—dijo para romper la tensión.

—¿Escuchaste, o estuviste espiando?—río Harry entre dientes y por primera vez escuchó a Malfoy reír también. 

 —Yo tampoco he dormido—dijo jugando con sus libros. 

—Eso veo—Harry señaló las ojeras debajo de los ojos de Draco. Hubo un silencio, no incomodo sino un silencio calmo. Harry observó más cansancio de lo normal en sus ojos y pálidez en su rostro (más que la normal), y lo delgado que estaba. 

—Después de la guerra... Me prometí a mí mismo que intentaría ser una persona decente—mencionó Draco. Esto dejó pasmado a Harry; Draco Malfoy, el chico que tenía como meta arruinar la vida de otros estudiantes estaba cambiando.

—¿Estás seguro de que te sientes bien?—bromeó Harry. 

Volvió a reír.

—Sí y es solo el comienzo, pienso hacer las paces contigo—Harry se detuvo, su corazón se sentía pesado, pero podía decir porqué.

—Muy gracioso...

—¿Qué?

—No recuerdo haber caído en una realidad alternativa donde de hecho eres amable conmigo—ambos rieron con fuerza y Draco lo golpeó juguetonamente, lo que hizo que el corazón de Harry se acelerara más que antes. 

—¿Puedo ser sincero por un segundo?—preguntó, claramente su paciencia se estaba agotando. Al instante, Harry se puso de pie, arrastrando a Draco con él. Sacó una mano—Estrechémonos las manos y todo lo que ha sucedido hasta ahora quedará en el pasado—, vacilante, estrechó la mano de Harry, recogió los libros del banco y comenzó a alejarse. Se detuvo, volteo atrás para mirar a Harry, sonriendo, luego siguió caminando a su clase. Harry sintió que finalmente había conseguido lo que se había propuesto en 3er año, cuando le tomó gusto a Draco. 

24 horas de poción de amor || DrarryWhere stories live. Discover now