015; eres un completo idiota

515 38 4
                                    

17 𝖺𝗇̃𝗈𝗌 !

No podía dejar de mirar a el chico del detrás del mostrador

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

No podía dejar de mirar a el chico del detrás del mostrador. Era guapo, alto, de cabello castaño y con una hermosa sonrisa.

Trataba de ponerle atención a lo que me decía Elizabeth acerca de la falda que había encontrado, pero no podía apartar mi mirada de él.

— Creo que la comprare... — le entendí a Elizabeth.

Miré al suelo cuando crucé la mirada con el chico, sentí que me sonrojaba de a poco.

Elizabeth notó ese detalle y buscó con la vista el punto que había estado mirando, cuando encontró a él chico hizo una mueca y me golpeó en la cabeza con la falda.

— No puedes, Luci. Estás comprometida ahora, ¿Qué pensaría Jack si te viera en estos momentos?

Sí... ¿Qué pensaría él? ¿Me dejaría libre?

— No lo sé... tampoco es para tanto, sólo la estaba mirando. Estoy comprometida, no ciega — le respondí.

Elizabeth negó con la cabeza y siguió sacando ropa de los colgadores de la tienda.

Levanté la vista una milésima de segundo y sentí la mirada de el chico.

No podía hacer nada, el me gustaba, pero no de la misma forma que Jack.

No, no era justo para ojos bonitos, así que me reprimí e hice como que el no estaba en el mismo establecimiento que yo. Sin embargo, no funcionó.

Elizabeth me regañaba cada cinco minutos por mirar "descaradamente" a otro hombre que no fuera mi futuro esposo, pero al parecer ella no comprendía que yo aún tenía 17 años y que era una chica como todas las demás.

— Lucille, ya basta. Llamaré a Jack — me dijo enojada mientras sacaba el celular de su bolso.

— Tú no harás nada. No he hecho nada malo, no lo he engañado — protesté.

Y era verdad, admitía que el chico me atraía y que no dejaba de lanzarle miradas, pero no había hablado con él.

Seguía siendo un desconocido. Pero como siempre, las cosas iban en mi contra.

Cuando Elizabeth fue a pagar la ropa que había elegido, nos atendió nada menos que el chico.

— Hola chicas, en qué puedo ayudarlas —nos dijo con una agradable sonrisa.

Elizabeth bufó y me fulminó con la mirada con la clara advertencia de "no hagas nada o le diré todo a Jack".

— Quiero pagar esto — le dijo Elizabeth, sin dejar de amenazarme.

Cuando él le entregó el recibo y las bolsas con ropa, Elizabeth se apresuró en salir tirándome del brazo.

Afuera de la tienda, sentado en una banca para descansar dentro del centro comercial, Jack bebía un café.

𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐌𝐄; jack champion ✔️Kde žijí příběhy. Začni objevovat