002; perdidos

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9 𝖺𝗇̃𝗈𝗌 !

Elizabeth estaba sentada conmigo en la clase de literatura, enfrente estaban Morgan y Luna, y en el primer puesto al lado de la mesa de la maestra se encontraba Jack

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Elizabeth estaba sentada conmigo en la clase de literatura, enfrente estaban Morgan y Luna, y en el primer puesto al lado de la mesa de la maestra se encontraba Jack.

Había pasado un año desde que él llegó y las cosas se complicaron bastante en mi vida. Resultó que Jack era un estudiante ejemplar y se llevaba de las mil maravillas con Luna haciendo los deberes y realizando proyectos.

Con Jessica las cosas eran casi iguales, lo del empujón cuando se conocieron quedó en el olvido y Jack se comportaba como el hermano mayor de Sarah.

Pero conmigo ni siquiera se atrevía a mirarme directamente a los ojos, la última vez que lo hizo fue cuando se disculpó con Sarah desde ese día en adelante me evitaba, me dirigía la palabra sólo cuando era necesario y trataba en lo posible de no estar en la misma habitación que yo.

¿Acaso olía mal?, ¿Era fea?, ¿O no le agradaba?

Era como vivir con un fantasma, sabía que estaba ahí pero no lo podía ver. Era un niño despreciable. Nada comparado con su madre, la mejor niñera que haya tenido, salvo por el pequeño detalle de que aún no me dejaba comer galletas después de las ocho.

Sin embargo, desde la misteriosa aparición de esas galletas frente a mi puerta, cada vez que hacía una pataleta, a la medianoche unas galletas sobre una servilleta tocaban mi puerta.

Comencé a creer seriamente que el hada de las galletas con chispas de chocolate existía. La maestra leía un aburrido poema. Puse cara de concentrada, pero en realidad estaba pensando en cómo convencer a mi mamá para que me dejara ir a la casa de Morgan esta tarde con Sparks. Seguramente me diría "lleva a Jack".

Antes me molestaba que me obligara a ir a todos lados con Sarah, pero misteriosamente se le metió en la cabeza que él niño de cabello marrón podía ser mi amigo. Error, él jamás lo sería.

No me gustaba la idea de que él fuera a la misma escuela que yo, por alguna razón que estaba fuera de mis conocimientos mis padres le pagaba la educación a Jack y a Tara. Para Navidad les daban regalos, los dejaban comer en la misma mesa que a nosotros y eran libres de reglas y listas de alergias y cosas que se debían hacer.

— Lucille, podrías decirle a la clase de qué se trataba el poema — salté en mi asiento y me aparté un mechón de cabello que caía sobre mi cara. Cuarenta pares de ojos se giraron a mirarme, recordé que la abuela siempre me decía que si no sabía algo sonriera y me echara el cabello hacia atrás con delicadeza.

Lo hice como me había enseñado, pero no pareció surgir efecto. La sonrisa era más parecida a una mueca sarcástica y cuando me iba a echar el cabello hacia atrás, se me enredaron los dedos entre éstos.

𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐌𝐄; jack champion ✔️Where stories live. Discover now