Era el fin para Lord Voldemort, mejor llamado Tom Ridddle. Fue derrotado por Harry Potter, el gano la guerra. El ya no podía hacer nada más que esperar que su corazón se apague...
Pero así no será, tendrá la oportunidad de cambiar su vida...su futur...
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Estaba de mal humor caminando directo hacia la sala donde estaban mis padres viendo la TV muggle. Pase de la sala a la cocina y tomar la silla pequeña que estaba en el rincón. Con ella me acerque a la mesada para buscar en los armarios un tazón. Al tenerlo baje de la silla y me acerque al refrigerador, sacar de ella una leche. Luego en los armarios de la mesada sacar un cereal.
No sé en qué momento me empezó a gustar estas cosas si solo comía pan y agua en el orfanato en mi vida pasada y arruinada por Harry Potter al final.
—¿Ocurre algo? —oí la voz de mi padre James, volteé a verlo. —¿Por qué tan mal humor como tu madre? —me pregunto.
—No te incumbe...—le respondí cortante, agarrando una cuchara para salir de la cocina.
Me fui directo hacia la mesa y empezar a comer mi cereal con leche. Pude notar la mirada preocupada de papa en mí, pero lo ignoré. Ahora mi mal humor aumenta cuando Harry se sentaba a mi lado con su sonrisa alegre de siempre, que tanto me molesta. lentamente voltee mi mirada hacia el mocoso que tengo de hermano.
—¿Pasa algo? —me pregunta con una amplia sonrisa que pronto la destruiré.
—No te incumbe cerdo...—dije cortante.
—Estas igual que mama—se burlo de mi.
Lo mire fulminante. Tome mi cuchara para empezar a desayunar e ignorar la voz de Harry. Al terminar me levante de la mesa y estaba por dirigirme a la cocina para lavar mi tazón, pero parece ser que el elfo domestico se encargara de eso al hacerlo desaparecer de mis manos. Me encamine hacia las escaleras e iba a estar encerrado nuevamente en la biblioteca.
Pero Harry me detuvo agarrándome del brazo, lo mire con molestia. Estaba harto del mocoso, harto de su sonrisa, harto de su voz alegre, harto de todo de él. Me jalo para dirigirme hacia afuera de la casa, estaba confundido de por qué me lleva hacia afuera. Caminamos por las calles medias vacías del Valle de Godric.
Nos detuvimos en frente de la entrada de un pequeño parque infantil a una cuadra de casa. Estaba desconcertado, Harry me soltó para ir hacia los columpios vacíos y subirse una de ellas.
—Ven Tom súbete aquí—me indico el segundo columpio a su lado.
Me acerqué y me subí en ella dejando de tocar un poco el suelo. Harry empezó a balancearse detrás hacia delante rápidamente, él se reía de lo divertido que era hacer eso. yo solo miraba hacia mis pies...pude sentir una respiración detrás de mi cuello, un escalofrió recorrió desde mis pies hasta mis hombros. Rápidamente me levante del columpio y voltee a ver detrás, pero no había nadie.
—¿Qué pasa hermano? —me pregunto Harry bajándose del columpio.
—Nada...¿Podemos regresar a casa? —no sé por qué le pregunto, pero ya no me agrada estar ahí. Ni menos puedo dejar al estúpido niño si no quiero recibir un regaño por Severus.
