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Aquella era la historia de cómo terminó en aquel estado; regresó una semana después a aquel departamento y lo encontró casi vacío, es decir, solo estaban sus cosas, no había nada del rubio ahí, solo le quedaron los recuerdos de su presencia invasiva en cada rincón.

No pudo pasar ni un día ahí así que tomó lo más importante y se marchó a otro lugar, destruyó su celular dispuesto a dejar todo atrás incluyendo ambos trabajos, se mudo de la ciudad y desapareció del plano de cualquiera que conociera. Sin embargo, no pudo empezar de nuevo, no logró siquiera intentar una nueva vida, cada dia de su vida era una pesadilla, recordaba todo lo que le había dicho y todo lo bueno que vivió con él, Giorno no había puesto un pie en su nuevo departamento pero se lo imaginaba en cada rincón, aún resonaba su voz en su cabeza, incluso parecía que aun lo escuchaba decir su nombre.

Lo extrañaba...

Tanto que no pudo trabajar bien, pues había regresado a beber a diario, no rendía lo suficiente y lo despidieron. En cada uno de los trabajos que tuvo fue igual, no consiguió equilibrio financiero en un año, lo que provocó lo botaran del departamento donde vivió y tuvo que pasar a arrendar un pequeño cuarto en el peor barrio, trabajaba por horas y lo poco que ganaba se lo gastaba en alcohol, sabía que no tenía mucho tiempo pues su cuerpo en menos de un año reacciono, vomitaba sangre, comer y beber le daba náuseas, sin embargo, no le importo, hace mucho que debió desaparecer de aquel mundo, ahora no tenía ni ánimos ni ganas de continuar.

Cierta mañana y luego de despertar de una resaca, fue a la calle en busca de vino, pero la portada de una revista llamó su atención, la compró y volvió a su cuarto. Sonreía como un bobo al verlo ahí, tan hermoso como siempre, luciendo impecable y sus rizos de oro cayendo con gracia sobre sus hombros.

—Giorno... cómo te extraño...

Susurro llevando la revista a su pecho abrazándola, y sin querer volviendo a llorar. Ya más calmado se disponía a recortar la portada de la revista, hasta que leyó lo que decía

"El modelo de Vogue Inglaterra 'Giorno Giovanna' anunció su boda con la actriz..."

No leyó el resto, con solo leer eso le bastó para destapar el vino y beberlo de golpe, Giorno... su Giorno se casaría con alguien más, además se veía de buen estado de salud por lo tanto quería decir que no le afectó en lo mínimo la separación de ellos, a diferencia de él que estaba acabado; leer aquello no ayudo en nada al problema que ya tenía, es más, lo hizo sentir más triste, miserable y solo; de todas formas y por curiosidad se puso a leer el apartado que contenía la noticia, se casaría con una bella mujer de Londres, y en la entrevista afirmaba que se casaría en menos de un mes.

Aquel día se dedicó nuevamente a beber hasta perder el conocimiento.

Su alma estaba tan triste que su cuerpo no podía soportar la pena de todo lo que tenía que llevar a sus hombros, aún se arrepentía en cada paso de haber aceptado aquel trabajo con Diavolo; su rutina pasó de buscar trabajo aunque sea por unas horas a dedicarse únicamente a beber en todo momento.

Era lo único que quería hacer, esto le trajo más problemas, ya que el dueño del cuarto de renta muchas veces lo quiso botar a la calle pero no pudo; tampoco logró pagar los meses que debía, ni pensaba pagarlos, porque de todas formas apenas alcanzaba con el dinero que juntaba para sus botellas.

En una de esas noches, atormentado por recuerdos y con una botella en mano, subía las gradas hacia su cuarto pero por alguna razón y gracias a la lluvia se resbaló, cayendo inconsciente y sin saber qué pasó después.

Abbacchio no sabía que esa noche marcaría su vida.

Luego del accidente una vecina lo encontró en el suelo e inmediatamente llamo a la policía y a una ambulancia, se lo llevaron de urgencias al hospital y estuvieron buscando contactos familiares, sin embargo, no apareció nadie hasta después de unas horas que Bruno fue al hospital y encontró ahí a su amigo, el estado del peliplata era muy grave, la caída le había provocado que se le rompiera un hueso del brazo y a su vez tuviera un gran corte en la cabeza, aunque lo que más había afectado su salud era el consumo excesivo de alcohol, puesto que su hígado estaba en pésimas condiciones y si no era reemplazado por otro moriría.