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Luego de aquello, para sorpresa de Giorno y el grupo, ambos empezaron a llevarse mejor, se habían vuelto más cercanos, y cada vez que el rubio quería "tantear nuevo terreno" lo hacía con mucha cautela no quería volver a ocasionar una situación tan incómoda como la de esa noche.

El pequeño grupo, las pocas veces que se reunía terminaban sorprendidos, verlos conversar tan cómodamente era algo extraño, o verles compartir sin tener que discutir de por medio, era realmente un alivio. Aun así las veces en las que se reunían se volvieron menos, hasta pasar a ser una al mes o a los dos meses, por otro lado, el único que parecía interesado en aún ir cada fin de semana era el rubio, para Bruno eso no fue sorpresa, entendía que ya no fuera a buscarlo a él sino a su mejor amigo. Bruno se había dado cuenta desde hace mucho que esos dos se llevaban algo entre manos, solo que eran muy tercos y no se daban cuenta de nada, ver a sus dos amigos juntos y llevarse tan bien lo alegraba sinceramente, y fingía no notar la gran compatibilidad que tenían, esperaba que en algún momento ambos se dieran cuenta de una sola vez o tendría que intervenir, aunque sea un poco.

En una de aquellas tantas ocasiones en las que Giorno había ido a aquel departamento había llevado algunos de sus cuadernos para avanzar, el semestre estaba por finalizar y no tenía que perder tiempo, aun así, prefería pasar ahí los domingos que en su casa prácticamente solitaria ─Leone ¿Podrías ayudarme con esto?

─ ¿De qué se trata? ─ preguntó quitándose los audífonos dejándolos reposar sobre sus hombros, solía ayudarle algunas veces en materias puesto que él hace unos años había estudiado para ser policía y el rubio estaba estudiando para medicina forense, así que algunas materias debían de tener en común

─Es sobre este caso de estudio, acerca de criminalística─ le indico

─Déjame ver─ analizo aquello y luego le explico cómo podía resolverlo ─Por cierto Bruno─ habló llamando la atención del pelinegro que se estaba preparando algo en la cocina ─Conseguí un empleo mejor en un hotel como recepcionista, además durante este tiempo he estado ahorrando y estoy pensando en mudarme de departamento─ se puso de pie y se dirigió a donde estaba el contrario para seguir conversando

El rubio intentó escuchar de qué hablaban pero no lograba oír, aquello le pareció una mala noticia, ya estaba acostumbrado a pasar ahí en las tardes fuera con Leone o Bruno, ambos le caía muy bien, en especial el de cabellos plateados, o más bien, porque desde hace ya cierto tiempo que tenía cierto interés en este, por supuesto que no le gustaba solo estaba interesado por todo lo que no conocía de él; sin darse cuenta ya se había distraído de su tarea y miraba al mayor de vuelta, en dirección a su habitación, intentó ignorar aquello y volver su atención a la tarea pero este volvió a salir.

─Realmente no piensas hacer eso ¿verdad? ─ preguntó colocándose un abrigo gamuza de un color café muy oscuro

─Criminología no es lo mío─ se excusa alzando los hombros

─ ¿Quieres acompañarme a encontrar un departamento?

─ ¿Uh? ─ se sorprendió por la propuesta inesperada

─ ¿Si o no? ─ pregunto ahora con el ceño fruncido, odiaba repetir las cosas tanto como el contrario

─ ¡Claro! ─guardó apresuradamente sus pertenencias en la maleta, estaba un poco nervioso, realmente no pensaba que sería el primero en conocer dónde viviría, pensándolo bien, nunca había salido o estado a solas con él, a excepción de esa noche donde las cosas no fueron tan bien

─Ya regreso Bruno─ dijo como salida para abandonar el departamento siendo seguido por el rubio

─ ¡Nos vemos, Bucciarati!

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El resto de la tarde se la pasaron de un departamento a otro, algunos lucían muy antiguos y otros eran muy costosos, incluso ambos llegaron a pensar que deberían dejar de buscar ya que el resultado no cambiaría, no obstante, al final lograron dar con uno que no era muy costoso ni tampoco tan antiguo.

Miraba por la ventana, el departamento se encontraba en un séptimo piso y la vista daba directamente a las calles, y no a muy lejos se podía apreciar el mar ─Vaya... es una vista bastante buena

Revisó cada rincón del departamento (costumbre que se le había quedado debido a su anterior empleo) por si no había algo roto o dañado de lo que después tendrían que cobrarle, el sitio en si no era muy grande pero para más de su persona era suficiente, volvió a la que supuso sala observando como el rubio miraba por la ventana ─¿Qué opinas Giovanna?

─ ¿Por qué me lo preguntas? Tú vivirás aquí después de todo─ hablo sin voltear a verle, casi al instante lo escucho gruñir ─Okay, okay, creo que está bien a comparación de las anteriores, hay muy buenas vistas y en la habitación hay un pequeño balcón

─Más importante ¿Qué opina usted señor Abbacchio? ─ preguntó el casero con una sonrisa, aunque realmente estaba un poco intimidado por el nombrado

─Esta bien─ hablo cortantemente ─Lo rento

─Me alegro de que le haya gustado─ recibió la cantidad de dinero que habían acordado y le entregó las llaves ─Cuando pase por la recepción le harán firmar el contrato, las principales reglas aquí son evitar hacer ruido en especial en las noches, se permiten las mascotas siempre y cuando no molesten a los vecinos, creo que eso principalmente─ se silenció un momento recordando algo ─Oh... y puede ocupar la lavandería del primer piso si desea

Asintió ─Me cambiare en el transcurso de la semana─ dijo dándole una última mirada al piso

─Espero pueda vivir aquí sin problemas, recuerde que el departamento es solo para una persona─ recalcó antes de despedirse y abandonar el lugar

(¿Por qué lo recalco?) se preguntó mentalmente para luego salir acompañado del rubio, dispuesto a irle a dejar a su hogar. 

•|Se Fossimo Insieme|• •|AbbaGio|•Where stories live. Discover now