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El resto de los días, pasaron saliendo juntos a lugares turísticos de Londres, su suegro aún parecía querer asesinarlo con la mirada, pero al menos ya no le decía nada fuera de lo común. Ese jueves decidieron no salir y quedarse en la casa todo el día, aprovechando que la melosa pareja no estaría porque ambos irían a trabajar de modelos; vaya vivía en medio de celebridades y no lo había notado.

—Mira esto, Leo— le acercó un álbum de fotos

—¿Esto es?

—Una sesión fotográfica de mis padres

—Vaya...— dijo sorprendido, habían fotos en solitario y otras donde estaban en pareja

—Mi padre, Noriaki, no sabia modelar, pero antes de la boda mi papá lo convencio para asistir a una sesión, junto con las fotos anunciaron su compromiso y los medios se escandalizaron un poco, ya sabes que no es muy normal ver una pareja homosexual, además mi padre tenia muchas fanáticas y saber que se iba a casar desilusiono a muchas— se rio recordando como habian llegado cartas o notas diciendo lo "triste" que estaban muchas jóvenes

—Pobres chicas se desilusionaron dos veces, aunque realmente nunca tuvieron oportunidad

—Exacto— sonrió —Luego de eso a mi padre lo contrataron aparte, al parecer, para las revistas un hombre japonés pelirrojo es motivo suficiente para contratarlo, incluso le dieron cursos gratuitos

—¿Y tu padre no se pone celoso?

Se acercó al albino para susurrar como si alguien más estuviese cerca —Es muy celoso, pero no le gusta demostrarlo mucho— sonrió

—¿Enserio? A mi me parece que cada que tiene oportunidad le gusta recalcar que esta casado

—Bueno— sonrió medio avergonzado, eso era muy cierto —Esta muy enamorado

—¿Cuánto tiempo llevan casados?— pregunto curioso, acaso ¿Era posible enamorarse de la misma persona durante tanto tiempo?

—Cerca de veinte años— medio sonrió aún hojeando el álbum

Se quedó sorprendido, por lo que no dijo nada, realmente debían de quererse mucho.

—Los envidio— medio sonrió —Algún día me gustaría tener una relacion tan bonita como la de ellos

Continuó en silencio, no estaba seguro de ser capaz de hacerlo tan feliz, aunque realmente lo intentaba y no quería que solo fuese algo pasajero, pero, sabía, que tarde o temprano eso terminaría, Giorno, se merecía a alguien mejor.

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Esa noche esperaron a la pareja con la comida lista, como de costumbre cocinando juntos hacían un buen equipo y terminaban en menos tiempo.

—¿Cómo les fue hoy?— preguntó poniendo los platos en la mesa

—Hijo no debiste molestarte, podía llegar yo a cocinar— dijo el pelirrojo intentando ayudar al rubio pero este no le dejaba

—Padre no es ninguna molestia, además yo apenas hice algo, Leone se encargó de todo

—¿Tu novio? ¿Sabe cocinar?— preguntó incrédulo

—Mmm— asintió sonriente —Cocina de maravilla, asi que ahora sientensen

—Pero hijo tú y tu novio son nuestros invitados como-

—Vamos Nori, hazle caso— le pidió a su pelirrojo, porque este era capaz de estar toda la noche diciendo lo mismo y no aceptar

—Esta bien— suspiro