Ren Yi no pudo quedarse más tiempo, saludó a Qu Yangbo y salió, planeaba ir al hospital veterinario a recoger al gatito.

El gatito básicamente se había recuperado, el veterinario le dijo que se lo podía llevar a casa, pero cada dos días tenía que ir a un hospital de mascotas cercano para cambiarle el vendaje. Había un hospital de mascotas al lado de su escuadrón, lo cual fue muy conveniente.

Después de una semana de no verlo, el pequeño gato negro parecía haber ganado un poco de peso, y ya no tenía el aspecto débil que tenía cuando se estaba muriendo, aunque todavía estaba envuelto en una gasa, parecía estar de buen humor, jugando con una bola de papel en la jaula.

Ren Yi dijo felizmente:
—¿Está realmente bien?

—Está bien, pero en el futuro será difícil que le crezca pelo en el área quemada.

—Es bueno si puede estar vivo —Ren Yi metió su dedo en la jaula y empujó al gatito, éste tomó su dedo y comenzó a mordisquearlo con sus finos dientes de leche.

El veterinario abrió la jaula, sacó al gatito y se lo entregó a Ren Yi, quien acarició suavemente su suave pelaje y sonrió con complicidad.

En el camino de regreso, Ren Yi llamó a Gong Yingxian:
—Dr. Gong, ¿está en la oficina?

—Sí, ¿qué pasa?

—Como era de esperar, trabajando horas extras. Yo... casualmente estaba de paso y tengo algo que quiero mostrarte.

—Está bien, te veo aquí.

Cuando llegó a la oficina, la mujer policía en el vestíbulo comenzó a burlarse de Ren Yi cuando lo vió:
—Capitán Ren, ¿por qué viene a nuestra estación de policía cada dos días? ¿Quiere cambiar de carrera?

Ren Yi sonrió y dijo:
—Así es. Hay tantas bellezas en la estación de policía que no se parecen en nada a nuestro escuadrón. Estoy aquí para explorar el camino.

En el área de la oficina detrás, encontró a Gong Yingxian, que estaba estudiando en su escritorio. Eran casi las nueve en punto, pero la mitad de los Departamentos todavía parecían estar muy ocupados.

Ren Yi sonrió y saludó a Gong Yingxian.

Gong Yingxian recogió una gruesa pila de documentos con una mano:
—Llegas justo a tiempo. Te llevaré al Departamento de Delitos Cibernéticos, tenemos algunos nuevos descubrimientos —se acercó con una mirada apresurada en su rostro.

Ren Yi siguió a Gong Yingxian.

—Oye, espera, tengo algo que mostrarte.

—¿Qué?

Ren Yi miró a su alrededor, abrió la puerta de una oficina vacía y empujó a Gong Yingxian adentro.

Gong Yingxian frunció el ceño y miró la mano de Ren Yi que sostenía su brazo casualmente. Se sentía un poco incómodo, pero esa incómodidad no era la repulsión o incluso el disgusto cuando otros lo tocaban antes, sino... era el hecho de que se dió cuenta que no le generaba eso. ¿Cómo podía rechazarlo? Y semejante anomalía lo hacía sentir incómodo.

Tal vez, como dijo Ren Yi, ¿realmente comenzó a acostumbrarse a ésta persona?

Ren Yi cerró la puerta de la oficina y, con un poco de emoción en su frente, misteriosamente sacó una cosa peluda del gran bolsillo de su uniforme de entrenamiento.

De pelaje negro y pupilas doradas, era un gatito suave, ágil y lindo.

Gong Yingxian arqueó las cejas y dió un paso atrás.

Armadura ArdienteWhere stories live. Discover now