En dónde Su-Zu, una adolescente de 17 años que sufre día tras día con sus inseguridades y traumas, deberá enfrentarse a aquellos que le habían estado causando pesadillas en días pasados.
"No importan si las esferas caen o si se está acabando el mun...
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Huele a hipocresía - Kwon Il-Ha.
Fijé mi vista en un Jang-Soo más calmado en el momento en que entré de nueva cuenta a la cancha escolar, las chicas y yo tuvimos que ir de regreso a nuestro cuartel ya que el entrenamiento de hoy sería mucho más fuerte que el de ayer y por ende se necesitaba ejecutar movimientos con mayor agilidad, los militares no se quisieron arriesgar a que la integridad de alguna de nosotras se viera perjudicada.
Y lo agradezco, porque la verdad es que no me iba a sentir cómoda teniendo mis piernas a la vista con tan solo una corta licra y además me da vergüenza que Jang-Soo me vea de esa manera.
De mi parte me coloqué una sudadera color negro un poco ajustada, ya que no me gustaba mucho que se me rozaran los muslos.
Detuve mis pasos aún viendo a Jang-Soo, ladeando la cabeza con una sonrisa cuando vi cómo Young-Shin y Soo-Cheol intentaban animarlo.
Que bonitos.
En todo el camino hacia la cancha hubo una chica casi pegada a mi espalda, tiene un corte de hongo y el equipo de entrenamiento se le cae porque le queda un poco grande, permaneció callada durante todo el camino.
Creo que su nombre era Ae-Sol.
Pero no entiendo porqué está pegada a mí.
Mi corazón se calmó cuando mi novio me envió una pequeña sonrisa desde su lugar al lado de los chicos, levantando su mano y uniendo los dedos índice y pulgar, dándome a entender que se sentía mejor.
Sonreí.
Pero me sonrojé apartando la mirada mientras cubría mis mejillas cuando lanzó un beso en mi dirección.
Sabía que estaba intentando aligerar el ambiente aprovechando que esas pequeñas acciones aún me sonrojaban.
Ingenioso.
Lo miré de reojo fingiendo estar enojada, levanté mi brazo y formé un puño moviéndolo en su dirección, sabiendo que él sabía su significado.
— Lo siento... — un murmuro sobre mi espalda me hizo sobresaltar al mismo tiempo que un pequeño cuerpo chocaba contra la misma, dejando que la confusión volviera a abarcarme.
No reconocía la voz, pero creo que es de la misma chica con corte de hongo.
Me volví con suavidad y la vi detrás de mi con la cabeza gacha, tratando de ignorar las miradas acusadoras que Bo-Ra le lanzaba levantando las cejas con enojo y colocando sus manos en sus caderas.
— Yah, Noh Ae-Sol — su nombre es Noh Ae-Sol, confirmado. — ¿Eres estúpida? — preguntó tocándole el hombro con un dedo y ejerciendo fuerza, logrando que la misma se tambaleara.
