Capitulo 1 El inicio

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New York

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New York. Martes 18 de septiembre del 2018

La suave fría brisa daba paso por toda la ciudad. Dando la bienvenida a la mejor época del año, el otoño.

Las hojas de los árboles se teñían de colores claros y oscuros a tonos amarillentos pasando a naranjados y luego rojos. Cayéndose al suelo por las brisas e incluso algunas hojas llegaban hasta las avenidas de la ciudad. Al parecer este otoño iba hacer algo fuerte e incluso con el frio. Ya que todos los pobladores para el día de hoy se colocaban hasta dos abrigos y si era necesario dos bufandas.

El cielo teñido amarillento se juntaba con el apenas azul formado junto con el sol apenas saliendo del horizonte. Apenas daban las 7:00 y las calles ya habían empezado a trabajar.

A excepción de un cierto castaño. Que por tal escandalo se había pasado toda la noche hablando con su mejor amiga sobre el ocurrido y sin olvidar los exaltados comentarios que soltaba el joven por lo guapo y valiente que había sido Bill al salvarlo.

La alarma había sonado por quinta vez. Sus oídos ya estaban aturdidos, el molesto sonido de la alarma lo estaba hartando, ¡quería seguir durmiendo! De mala gana se levantó y agarro el aparato tirándolo hacia la pared, provocando un gran impacto que hizo que el aparato se rompiera por completo.

Ahora su mal humor había empeorado. Era la quinta alarma que rompía durante este mes, tendría que comprar otra pero lo dejaría para después, camino hacia al baño a paso lento. Aun tenía tanto sueño que no lograba conciliar su conciencia al 100%, agarro su cepillo de dientes, coloco un poco de crema dental en ellos y empezó a cepillar sus dientes sin despegar la mirada desde el espejo.

Sus cabellos estaban totalmente alborotados y sus ojeras muy marcadas mostrando el gran color morado de sus ojos. Se parecía a aquella niña del exorcismo pero con el cabello más alborotado.

Boto los residuos de la crema al lavamanos y se enjuago la boca, para luego cerrar la llave y mirarse de nuevo al espejo.

- Hoy será un día bastante largo- resoplo y se dirigió a la ducha sin antes de colocar el agua caliente, lo necesitaba para quitar todo ese sueño que tenía, se quitó la pijama y se sumergió completamente a la tina, el contacto con el agua caliente hizo que se relajara completamente provocando que sus músculos no estuvieran tensos y disfrutaran ante tal relajación.

- Esto se siente tan bien- exclamo mientras se sumergía un poco más al agua, dejando solo su cabeza descubierta. Los recuerdos del día de ayer invadieron su mente, repasando cada escena desde la oficina hasta donde Bill lo salvo. Bill, ese gran hombre que lo había salvado de una gran desgracia, sin el ya estuviera muerto o quizás en el hospital, hospitalizado por múltiples golpes. Y Andreu hubiese salido con la suya.

- Maldito...- le maldijo, frunciendo su mirada. Ese maldito estuviese libre, andando en quién sabe dónde con esa mujer- Perro traicionero- apretó sus puños, dando un fuerte golpe a la bañera por la rabia. Había despreciado todo su tiempo y dedicación en una simple persona que no lo valía. En una persona que entrego todo su amor y corazón. Y después lo traiciono. En una persona que había jurado amor eterno. En una persona que entrego su cuerpo y alma como muestra de amor. En una persona que creyó que era el amor de su vida y todo resulto ser una farsa...

𝐌𝐲 𝐠𝐚𝐧𝐠𝐬𝐭𝐞𝐫Where stories live. Discover now