Capitulo 14 - Los adultos lloran

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Lucy

Caminando bajo la lluvia.

Eso hacíamos mi pequeña de 5 años y yo.

- Y porque no aparece cuando lo llamo?

- Porque Santa solo se aparece una vez al año princesa.

- Pero yo no lo quiero una vez al año. El solo trabaja una vez al año y yo no lo quiero una vez al año.

Mi princesa justa e inteligente estaba en una etapa en la que se cuestionaba todo.

Porque? Porque? Porque?

Ella tomaba mi mano y pisaba con sus zapatitos cada charco de agua de lluvia que se le cruzaba por el camino.

- Porque santa prepara los materiales para trabajar durante todo el año y así el día que lo hace puede sacarle muchas sonrisas a niños como tu Justi.

Ella miró directo a mis ojos con los suyos grandes y grises.

- Pues entonces es una excusa y el es un anciano vago.

- Hija ya lo hablamos, las personas trabajan como pueden. Algunos mas, otros menos pero todos para ayudar a alguien. Santa te ayuda a ti, a que puedas tener muchas muñecas.

Justina frunció el ceño y volvió a mirar sus zapatos pisando los charcos de agua.

- Mami a donde estamos yendo? - Preguntó mientras esperábamos a que el semáforo torne a rojo.

- Lo explique Justi, mañana es el cumpleaños de Tía Margarita y debemos hacerle un pastel. - Mañana Maggie cumplía sus 47 años y no puedo comprarle algo muy grande. Así que con mi pequeña le haremos un gran pastel a ella y a Raúl. - Sucede que por nuestro hogar no conseguíamos lo necesario para hacerlo, estamos yendo a un súper muy grande donde lo conseguiremos.

- Y porque cerca de nuestro hogar no había?

- Porque el mercado cerca de nuestro hogar no es Gran, es pequeño.

El semáforo torno a rojo y yo coji la mano de mi hija y cruzamos la calle.

Una brisa choco mi rostro y sentí un escalofrío.
Estábamos a fines de Marzo, pero en este día lluvioso no se podría saber si haría frío o calor.

Tenía puesto mi vestido de rayas blanco y negro y en las caderas se tornaba a una falda. También tenía una campera de cuero negra.

- Mami hace frío.

Baje mi rostro hacia Justina que se agarraba con su mano libre el brazo.

En cambio ella se negó a ponerse un saco de lana por si refrescaba. Tenía puesto un vestido blanco playero que se negó a sacárselo, y unas medias negras debajo de este, debido a que algo debía ponerle que no fuera playero.

Pare bajo el techo de un negocio y saque mi campera de cuero y se la coloque a ella por sus pequeños hombros.

- No la saques porque te agarrara un resfriado.

Ella asintió y abroche los botones de esta.

Caminamos unas cuantas cuadras mas hasta que llegamos al mercado.

- Estas personas también le harán un pastel a mi Tía?

Tomé un carro y entramos al súper. - No princesa, ellos compran otro tipo de cosas. En uno grande así se consiguen muchas cosas.

- Escuchame Justina - me puse de cuclillas hasta quedar mirándola fijo a los ojos - No quiero que corras, ni que te separes de mi, no puedes gritar ni hablar con desconocidos. Solo escucha a mami y no te separes de mi, este lugar es grande y puedes perderte.

Obstáculos de la Adolescencia. [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora