Capitulo 12 - Un peso en los hombros

66 6 1
                                    


Tres días.

De vuelta.

72hs.

4.320 minutos.

Todo ese tiempo había pasado desde que llegue a mi casa y mi mama se había ido, de vuelta.

Tiempo del que se había llevado dinero y la mayoría de su ropa.

.LUNES.

El día que no existe ser en el mundo que no lo odie.

El jueves por la noche llegue a mi bello hogar y mi mama no estaba allí.

Si hoy no venia se cumplían los 4 días.

Cuatro días desde que se había ido sin despedirse.

Una vez cuando tenía 14 años salía de la escuela y luego cogi a Ana por el kínder y a Simón por la guardería.

Al llegar a casa ella no estaba.

Pasaron 3 días y mi mama no había ni escuchado los mensajes de voz que le dejaba.

Estos tres días habían sido demasiado duros para mi a pesar de que ella nunca se encontraba en casa.

El viernes me levanto en los brazos de mi hermana menor y con grandes bolsas bajo los ojos.

Luego de llevarlos a la escuela fui hasta el mercado y estuve todo el día a lo que Luigi me aumentó el poco sueldo que gano.

Sali una hora mas temprano de lo habitual porque la señora Gloria me pidió que cuidara a sus hijos unas tres horas hasta que llegara su esposo.

Su esposo llego 15 minutos más tarde y yo llegue 20 tarde a buscar a mis hermanos y me lleve una mala mirada de la directora de la escuela.

Cocine spaghetti y no había con que podía condimentarlos así que mis hermanos comieron gracias al hambre que tenían sino no creo que les hubieran gustado mucho. Eran los fideos solos sin salsa de tomate siquiera.

El sábado por la mañana me arrastre por toda la cuidad llevando las mantas y algo de ropa a la lavandería porque el agua en casa se cortaba y no podía lavar.

Luego de eso fui a cobrar dinero a la academia falsifican la firma de mi madre.

Con lo que gane pague lo necesario para la casa. Luz, el teléfono y esas cosas. Con lo que me sobro mire los calcetines de Anita que venia mirando el suelo en todo el trayecto atrás mío y Simón que tomaba mi mano.

Entre a una tienda y les conseguí unos calcetines para el invierno a Anita y un abrigo a Simón a mitad de precio.

Ellos me agradecieron mucho y prometieron que los cuidarían.

Y se los agradecía porque no se cuando podría volver a comprarles otro.

Claro que después comimos los fideos que sobraron de la noche anterior.

El domingo Luigi dijo que debía abrir el mercado y no me negué a trabajar todo el día.

No quería seguir teniendo este tipo de relación con Maggie, como si pareciera que solo la llamo cuando necesite que cuide de mis hermanos.

Ellos estuvieron todo el día de ayer sentados al lado mío dibujando en papel y comiendo sándwiches que les había comprado para el día.

Y después de un fin de semana sin descanso, empezaba todo devuelta con el lunes.

- Vamos corran que llegaran tarde.

Veníamos en una caminata rápida desde 4 cuadras atrás y ellos atrás.

Obstáculos de la Adolescencia. [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora