capitulo 12

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Los golpes en la puerta del baño seguían y el finlandes se enojaba más.
—que parte de ocupado no entiendes, espera — se acomodaba y agarrados de las paredes camina a la puerta y lo ve.
—Mierda, eres tu— dijo cerrando la puerta azotando la. Pero envase a sus heridas no fue rival y fue arrastrado.

{Horas más tardes}

En las noticias ya se habían informado de la desaparición del finlandes, siendo así como llego a la vista de nuestros protagonistas.

—¿Desaparecido? ¿Finlandia? ¿Que mierda ocurre?— dijo el moscovita al escuchar la noticia en la radio del taxi.

—¿Eso que importa? Más importante es por qué vino el— apunto el yankee hacía el asiático.

—pol que vine pol lo mismo que ustedes, así que, que mejol que il juntos—

—que te caigas con el auto en movimiento— respondió el yankee al chino.

encerio? Te mueres sin mí, alguien tomada mí lugar y no será tan dulce como yo— procede a agarrar le el mentón— y cobraría todo lo que haces y pides—

—shut up— dice corriendo la cabeza y desviando la mirada.

tu sabes que soy el único que apesar de estar en contra tuyo después de la invasión, aún sigue a tu lado en la rivalidad— susurra en su oído con una voz profunda, causando escalofríos.

—calmarse pedazos de homos, venimos a ver e Alemania, no aguantar sus jueguitos sucios. Para eso está la noche— dijo es moskuvita.

—no seas idiota, no soy homosexual e salido con súper modelos y salgo a los clubes para caballeros—

—Mejor usa protección, no haya ser que te pegue un bicho— dijo el samarasense (o cómo mierda se día, ahre se sacaba de onda).

—La protección siempre— afirmó el cino

—que andas diciendo, no te tocaría ni con un palo—

—que adolable los jóvenes con sus chistes sexuales en ves de entlal a por el sujeto al cual buscamos —

—no lo negó, le tiene ganas— dijo el moskuvita para ir entrando a la casa y viendo la imagen, de Alemania tirado dormido aún amordazado y el cuarto empapado en líquido carmesí.

—wtf, que ocurrió aquí?—

—menos preguntas más acción— dice el de menor estatura corriendo hacia el alemán, desatando lo y viendo su pulso —esta vivo— lo revisa. —Esa sangre no es suya—

—¿de quien sela?— ayuda al pequeño a pone lo en el sofá y intentar despertar lo.

—pobre, debió pasar un infierno—.

—es una lástima que alguien tan joven viva esto— dijo el chino.

—No necesita tu lástima, Haste a un lado— aparta al de ojos rasgados y despierta al alemán.

El alemán al despertarse abre de apoco sus ojos, cuando lo ve, grita y trata de correr para algún lado.

—tranquilo, estás a salvo— dijo el yankee deteniendo lo

Una Nueva Experiencia (Usa, Countryhumans)Where stories live. Discover now