—Necesito sentarme —Liam se aferró a Gabriela—, ¿Cómo...cómo guardo estas cosas?


—Supongo que tienes que pensarlo, yo lo hago así —le explicó Gabriela—, cierra los ojos y piensa en guardar las alas, visualizarlo.


Liam obedeció y sus alas desaparecieron al igual que ese brillo extraño que irradiaba.


Todos se sentaron alrededor de Liam, procesando todo lo que había pasado en el último momento.


—¿Deberíamos regresar y conversar esto en el palacio? —pregunto Theo—, nos hemos desaparecido bastante tiempo, seguramente van a buscarnos para que Liana sople las velas de su pastel.


—Es un bucle de tiempo —habló Odette mirando alrededor del lugar—, todo lo que abarca los alrededores del altar es un bucle del tiempo, se detuvo el tiempo una vez que ingresamos aquí. Podríamos pasar años y cuando saliéramos del espacio, solo habrán pasado algunos minutos.


—Esto es demasiado para mi cerebro —Theo negó con la cabeza—, debí quedarme en Finlandia.


—Ahora habla Odette —Estefan más calmado miro a la semi ángel—, explícate totalmente.


Odette trago saliva mirando a los demás.


—Se que ustedes saben cosas hasta cierto punto, la diosa luna me contó que el demonio de Estefan les explico quién era yo y mi procedencia —dijo Odette—, también saben que iba a ser usada para traer a Lucifer hasta este plano existencial, ya que solo alguien con sangre angelical podría traerlo. No los culpo por eso, sé que me estaban protegiendo. La diosa luna también me dijo que mi tío Jaime está totalmente enterado, mi tío Alan cuenta con la misma información.


Estefan bufo.


—¿Cómo no se nos ocurrió que mi papá sabía todo esto? —Gabriela negó con la cabeza—, obviamente sabía, por algo fue a destruir los altares de nacimiento y por supuesto se lo contó todo a mi tío Jaime.


—La diosa luna me advirtió algo —prosiguió Odette antes de que se enzarzaron en una discusión sin fin—, volverán, ellos volverán a intentar llevarme con ellos.


—Mi tío Alan logró detener los nacimientos —dijo Liam—, ¿Cómo lo harían?


—No me dijo exactamente como, pero volverán —siguió Odette—, cree que pasarán varios años, pero vendrán por nosotros. Ellos quieren el poder de la gema, mi cuerpo fértil y el demonio completo que robó mi tío Alan.


—¿El pequeño Belial? —Gabriela alzó una ceja—. ¿A él también lo quieren?


—Ya no hay gema —Liam tragó saliva y se tocó el pecho—, es parte de mi ahora.


—¿Entonces no hay forma de que ganen cierto? —dijo Theo esperanzado—, pueden hacer picadillo a Liam, pero no podrán tocar su alma.

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