Capítulo 3, flores en junio

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- ¿Bluey? -preguntó Isla divertida y Michael asintió en un grito

Ese día la pasamos bien, comimos una carne asada que yo preparé y la "ensalada del misterio" que Isla siempre nos preparaba y nosotros la amábamos. 

No tocamos más el tema de mi suerte con la chica a excepción de Isla cuando se despidió porque iba a regresar a casa temprano y dijo "espero conocer a tu chica para darle mi aprobación como cuñada", solo reí ante sus palabras y seguí como si nada, hasta que llegué a mi departamento más tarde y observé notificaciones de que les había dado «me gusta» a mis historias.

Me sentía muy embobado para ser honesto y recibir atención recíproca no era algo que ayudara demasiado.

Platicamos por días en Instagram, ella me contaba muchas cosas geniales y siempre me compartía memes o alguna cosa interesante, incluso llegamos a hacer llamada una vez, pero ahí pensé que lo que pasaba entre nosotros iba un poco más seriamente, ella me empezaba a enviar mensajes de buenos días y buenas noches y paulatinamente, yo también lo fui haciendo.

Tuve suerte cuando empezamos clases a finales de junio, también iba en mi universidad, pero en otra carrera y de vez en cuando nos topábamos para platicar y esas cosas, por lo menos debo haber estado en ese coqueteo muy disimulado por alrededor de unos tres meses, pero como siempre, Michael me rompió mi burbuja imaginaria.

- ¿no crees que es un buen momento para que pasen a otra fase? -preguntó y yo lo miré confundido- dices que se llevan bien y conversan a menudo, pero ¿qué tal si la invitas a una cita real y se dan un beso? -insistió

- Dios, en serio me gusta esa idea, pero no tengo dinero ni ideas para invitarla a una cita -le dije

- bueno, tampoco debes gastar demasiado, a Ami y a Isla les gustan las cosas simples -dijo

- ¿seguro de que estás hablando de nuestra Ami? -pregunté divertido y él rio

- bueno, a Ami le gustan las cosas costosas, pero Isla suele decir que es mejor conquistar con momentos y no con dinero y Ami siempre la apoya -aclaró- así que, puedes invitarla a un lugar bonito con poco presupuesto, todo está en la intención

Para ser honestos, nunca había salido en una cita con absolutamente nadie, siempre me rechazaban o yo las rechazaba porque no me interesaba en ello. Sin embargo, tenía la ligera corazonada de que esta vez las cosas debían ser diferentes.

Realmente me lo pensé demasiado antes de invitar a Aria a una cita. A pesar de la molestia, Ami me ayudó a comprarle flores y a organizar "adecuadamente" el lugar en el que nos íbamos a encontrar.

Sabía que Ami en el fondo ella tenía ese encanto que no le gustaba mostrar a la gente, pero solo lo sacaba cuando era necesario.

Ese momento ella lo creyó así esa vez y eso me dio esperanzas.

Invité a Aria a una cita y ella accedió de la manera más dulce posible.

Nos encontramos en el lugar que Ami me había ayudado a decorar y noté que Aria sonrió de inmediato, en cuanto se percató de todo lo que tenía preparado. Era algo medianamente sencillo, se trataba de un picnic en un parque cerca de la universidad, uno que tenía un río artificial cerca y que durante la tarde se veía maravilloso cuando el cielo estaba despejado.

Para suerte mía, ese era un día despejado.

Aria se había puesto un vestido color rosa muy bajito y había dejado su precioso cabello suelto, se veía como una chica de revista o de Instagram, de esas que muchos siguen, pero pocos conocen su realidad y eso me hizo pensar demasiado en lo superficial que había sido todo hasta el momento, conocía poco de Aria, solo cómo le iba en el día y situaciones similares, pero no sabía sobre su pasado ni tampoco tenía la oportunidad de conocer su personalidad y eso me hacía recordar que no debía idealizar una imagen perfecta cuando apenas la estaba empezando a apreciar.

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