Capítulo 25.

7.3K 1.1K 734
                                    

Ojalá que la cantidad de comentarios siga siendo como la del anterior capítulo 🐜

(...)

Izuku le dio otro sorbo a su copa media vacía, quizás sea por la acumulación de personas en un solo espacio cerrado o porque los nervios aún no se le habían quitado del todo, pero el pecoso tenía calor. Un poco de sudor se estaba acumulando entre el valle que hacían sus pechos crecidos, no sólo ahí, también podía sentir como su espalda y manos estaban húmedas.

—¿Te encuentras bien? Tienes el rostro pálido, excepto las mejillas. —Incluso Denki lo notó, el pecoso no se encontraba del todo bien.

Las mejillas de éste tenían un pálido rosa que no era natural, podía notar el brillo de sudor en su frente y como sus pecas parecían haberse desvanecido un poco. Izuku se estaba sofocando y sólo había una cosa que lo ponía de esa manera; sin embargo, eso no era posible ahora, no era el momento. Denki abrió sus ojos en reconocimiento de los síntomas que su amigo presentaba.

Sobre todo cuando de repente el aroma a leche y miel del peliverde se volvió más dulce, pero no al de una madre criando, la canela se mezcló fuertemente con los otros olores haciendo que le pique en la nariz haciéndole estornudar. Izuku parecía también darse cuenta de lo que pasaba y le miró con miedo, de alguna forma perdió un poco el equilibrio.

La copa que tenía en la mano se le cayó al tratar de asegurar a Katsuo, quién se despertó por el arrebato del omega que casi se cae de trasero al suelo. Izuku sintió como sus piernas temblaban y su vientre comenzó a tener punzadas, pero era imposible, apenas el príncipe cumplía su año de edad y hace unos minutos él estaba bien.

Se suponía que su cuerpo se tendría que adaptar de nuevo en el mínimo de un mes, no ahora. Lo llenó de nervios y cuando Katsuo comenzó a llorar con fuerza sintió toda la atención de los presentes en él. El príncipe estaba enojado, pues había sido despertado de su siesta y su madre olía a algo que no le gustaba, sabía que era Izuku, pero que su aroma haya cambiado de repente lo asustaba.

—¡Izuku, hay que sacarte de aquí! —Era un desastre, Denki sabía que la reputación del pecoso podría ser destruida si todos los nobles presenciaban a la nodriza del palacio sucumbir a sus instintos.

Y los miembros de la corte no tendrían piedad alguna. La doncella del pecoso, Eri, corrió hacia ellos, la menor se había mantenido al margen en todo el evento y sólo haría acto de presencia cuando fuera necesaria, como en ese momento, actuó rápido tomando de su cuidador al joven príncipe, pues sabía que su tamaño y fuerza no le permitía hacer más.

Katsuo lloró de una manera escandalosa teniendo que ser sacado del sitio por Eri, mientras que Izuku se apoyaba en Denki para no caerse. No era un celo que apareciera normal, no había forma de que su cuerpo pudiera presentar esos síntomas tan fuertes de un momento a otro. El pecoso quiso jadear de dolor y necesidad, tuvo que taparse la nariz junto a la boca con la manga de su kimono.

Pudo ver el disgusto en los rostros de los omegas de la corte, también los ojos deseosos de los alfas que no tenían algún enlace con un omega, en cambios los otros también le veían mal, sus padres estaban al otro extremo del salón y parecían mortificados, sabiendo lo que pasaba. Le daban ganas de llorar, no se suponía que eso pasaría, ha arruinado una ceremonia importante, dejando a la familia imperial en vergüenza en frente de otros reyes extranjeros.

—D-Den… Ayúdame a salir. —Izuku pidió con la voz rota y baja, su aroma se hacía más fuerte cada segundo y eso solo iba a empeorar las cosas.

El celo de un omega es algo muy íntimo, solo lo puede ver y oler la madre de este, un amigo bastante cercano, un hermano igual o su pareja de vida, los únicos omegas que exhiben su aroma más puro son los del sector rojo, en donde la lujuria inunda las calles todas las noches del lugar en el que nunca se duerme. Que alguien como Izuku pasase por esa situación era una deshonra y lo rebajarian a los tales omegas que se entregan a cualquier alfa que se siente atraído por sus aromas.

Jerarquía. (Katsudeku/Omegaverse)Where stories live. Discover now