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Hanbin pasó unas horas jugando con Yeseo y Youngeun espués de la cena.

Cuando las gemelas finalmente se agotaron y se durmieron, Hanbin volvió al dormitorio de él... de ellos.

Estaba vacío.

Sin saber si estaba aliviado o decepcionado, Hanbin cogió ropa limpia y tomó una larga ducha. Se quedó por un rato con el agua cayendo sobre su cuerpo desnudo y pensó en el hecho de que iba a compartir la cama con Zhang. Toda la noche.

Hanbin se miró la polla medio dura y suspiró. Esto era todo tan confuso. Zhang Hao era un hombre. Era también un jodido gilipollas. Él no podría estar emocionado por compartir la cama con él.

Molesto con su cuerpo, Hanbin se secó, se vistió, y caminó de regreso al dormitorio.

Al principio, pensó que Zhang estaba todavía en otro sitio. Entonces vio una figura alta en el balcón.

Despacio, Hanbin hizo su camino hacia la puerta, la abrió y salió a la noche. Cuando el aire frío le golpeó, se estremeció un poco y envolvió sus brazos alrededor de sí mismo para mantener el calor. Estaba bastante cálido para noviembre, pero no era lo suficientemente caliente para una capa delgada de ropa.

Zhang tenía un cigarrillo en la mano. No volvió la cabeza.

Hanbin se apoyó en las barandillas del balcón, reflejando la postura de Zhang. "Él realmente está enfermo, sabes."

Se dio cuenta de la rigidez sutil de los hombros de Zhang sólo porque él lo estaba observando de cerca.

"Sí", dijo Zhang Hao con la voz apagada. "Se está muriendo."

Hanbin no podía decir que estaba sorprendido.

"Lo siento."

Se encogió de hombros y Zhang dio una larga calada a su cigarrillo. "No hay amor perdido entre nosotros."

Hanbin miró a la luna que se asomaba entre las nubes.

"Cuando mis padres murieron, dejaron deudas enormes. La casa tuvo que ser vendida para pagar a los acreedores, por lo que terminé sin hogar, apenas legal, y con dos niñas pequeñas que cuidar. A veces los odio. Por morir, por ser tan irresponsables y ponerme en esta posición." Sentía la garganta cerrarse y tuvo que tragar el nudo. Respirando el limpio aire nocturno, inclinó su rostro hacia arriba para sentir la brisa rozar su piel. "Pero los echo de menos. Jodidamente mucho".

Zhang Hao no dijo nada.

En algún lugar en la distancia, una lechuza ululó.

"Él es tu papá", dijo Hanbin.

Zhang apagó el cigarrillo. "Yo no te traje aquí para que me puedas dar una conferencia sobre la importancia de la familia." Su voz entrecortada. Irritado.

"No. Tú me trajiste aquí para molestar a tu padre y demostrar tu punto. ¿No crees que es lamentable y desagradable?"

"Él no es ninguna víctima. Morir no le hace ser menos mierda".

"No lo hace", Hanbin estuvo de acuerdo.

"Y tú no sabes nada sobre nuestra relación."

"Tienes razón: no sé nada. Ya hemos establecido que sólo soy un tonto chico lindo".

Zhang se volvió hacia él. Hanbin podía sentir el calor de su mirada, incluso en la oscuridad.

"Eres increíblemente molesto", dijo Zhang Hao antes de tirar de Hanbin hacia él y aplastar sus labios juntos.

Varios minutos después, Hanbin abrió los ojos y dijo: "Esto es molesto, también. Estás usando esa cosa de mi fijación oral contra mí."

Zhang lo besó otra vez, y todo se volvió mareado, caliente, y abrumador.

El profesor despiadado | HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora