Tōitsu sa reta rēsu(PAUSADA)

capítulo 19

Rayner se encontraba caminando lentamente mientras se sostenía de varios árboles tratando de no caer, estaba exhausto, su cuerpo tenía varias quemaduras graves, la sangre estaba corriendo por varias partes de su cuerpo debido a la pelea que tuvo hace horas

– N-necesito ayuda... ahora – decía esté en susurro mientras se acercaba a un poblado con las pocas fuerzas que le quedaban.

....

Mientras tanto en otro lado del continente, siendo la nación de nombre Racooncity, algo no estaba bien. Se estaba haciendo un juicio al proveedor de energía de dicho país, por cargos inhumanos

– Señor Tanuki, se le acusan los cargos de agresión física contra una entidad política, resistencia al arresto e intento de homicidio a su propia hija, además de la desaparición de esta – el juez miraba algo asqueado y con desprecio al acusado.

Se le invita a la interrogación en contra al mismo presidente de Racooncity quien puesto en el lugar asignado se le hacen las preguntas por parte de su abogado

– Señor presidente, ¿Usted estuvo durante los crímenes del señor Tanuki? – preguntó el abogado con experiencia y leve burla en su tono de voz. Siendo la respuesta un rotundo "sí" – interesante. ¿Podría contarme que pasó el día en que el señor Tanuki fue arrestado? –

– Por su puesto, ese día fui a visitar a la pequeña que se encontraba en cuidados especiales para ella por su caso, mientras trataba de convencer a la encargada de dicha paciente para permitirme una visita a la joven, el acusado entró a la recamara, a lo cual yo lo seguí tratando de proteger a una de mis ciudadanas. En eso el acusado empezó a agredirme y por resultado del alboroto, la pequeña despertó y luego de eso hubieron muchas fallas eléctricas en el hospital, perdiendo de vista a la afectada principal de esto –

– Muy bien, no hay más preguntas para usted –

....

Mientras eso pasaba, había una joven de la familia que estaba muy preocupada por la situación al igual que el resto de la misma

– Mamá, ¿Aún no han habido noticias de mi hermana o de mi papá? –

– No Reikkun, sabes que el área que maneja Racooncity no es muy grande y tampoco han llegado reportes de los países vecinos – contestó la madre que rebosaba de estrés y preocupación.

La familia sin duda alguna no había sido la misma desde que la hija mayor había escapado y desaparecido, sobre todo para Reikkun quién había tomado a su hermana mayor como ejemplo

– ¿Aún se arrepiente, verdad? – preguntó la joven refiriéndose a su padre, quien luego del incidente en la planta eléctrica no ha dejado de culparse y pedirle perdón a todos, sobre todo a la única que no podía ver

– Todos lo hacemos Reikkun... Lastimosamente ya es muy tarde para eso –

En la noche, la joven mapache miraba en su teléfono noticias sobre el juicio de su padre, que era tachado como un ser inhumano y despreciable, además de el responsable de que muchas ganancias se hayan perdido en Racooncity

– Hermana... En estos momentos es cuando más me gustaría que estuvieras aquí... – dice la joven mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas. Su familia poco a poco se está destruyendo más y más. Reconocía que no eran la familia ideal, pero habían momentos donde todos eran felices

Todo gracias a Su hermana mayor que muchas veces se esforzaba en unir a la familia que ahora se divide en su ausencia

En eso, una voz le habla

– ¿Te vas a quedar ahí? ¿No vas a hacer nada al respecto? –

La joven escucha la voz asustada mirando de donde provenía la voz, encontrándose con un pequeño ser con una katana envainada

– ¿Q-quien eres? ¿C-como llegaste aquí? – Reikkun se alejaba rápidamente quedando a la orilla de la cama

– Eso no es importante. Mira pequeña, he visto todo y no hay otra opción, tienes que ir a buscar a tu hermana – comento el pequeño acercándose a el

– ¿N-no es muy conveniente q-que aparezcas de la nada y me digas que sabes todo lo que pasa? –

– Argh, preguntas mucho niña. No hay otra cosa que puedas hacer que sea útil, es o ir a buscar a tu hermana o quedarte aquí y ver cómo encarcelan a tu padre injustamente –

En algo tenía razón el pequeñín, Reikkun tenía que hacer eso, era la única forma viable en la cual todo podría mejorar, porque no hay abogado, ni ley ni nada que pueda salvar a su padre en este momento.

– O-okey, l-lo haré – Reikkun decide tomar una mochila donde pone algo de ropa, objetos de primeros auxilios, un dinero que tenía ahorrado durante mucho tiempo, su teléfono y cargado, para luego ir con su madre y decirle lo que iba a hacer

Luego de una enorme pelea e intentos fallidos de la madre por detener a su única hija presente, está no tuvo opción más que aceptar mientras está se mantuviera en contacto y llevará algunos objetos de defensa personal que le entregó.

Entonces la mapache menor se dirigió al pequeño ser que la esperaba en las afueras de su casa

– E-estoy lista – dijo Reikkun miraba demasiado nerviosa y con miedo completamente justificado, ya que por arte de magia, había aparecido un ser que le ofrecía una idea para salvar su familia con la única condición de que se fuera a su suerte por todo el mundo

– No, no lo estás aún. El mundo está lleno de gente muy poderosa. Para tu suerte tengo algo para ti – el pequeño saca un pequeño frasco que contenía una lengua de fuego – bebé esto –

– ¿¡Q-que!? ¿Quieres que beba fuego literalmente? ¿¡Estas demente!? –

– Tal vez lo este, pero tú lo estás más al hacerme caso y empacar tus cosas. Confía en mí y bebelo, te dará el poder de controlar el fuego – dice el pequeño con seriedad entregándole la botella

Reikkun al principio dudo y dudo bastante, pero al final abrió el frasco y metió el fuego en su boca, causándole mucho dolor y ardor en el cuerpo, el cual se fue a los pocos segundos

– ¡D-dolió maldita sea! – reprochaba la más joven sosteniendo su cuello con lágrimas de evidente dolor en sus ojos

– Nunca dije que no dolería, pero ahora tu cuerpo aceptó el poder de controlar el fuego común y corriente. Felicidades – dijo el ser con tono burlón en su voz – Ahora con eso te podrás defender. Bueno, cuando aprendas a usarlo –

– ¿Y como se supone que aprenda a usarlo? – pregunta la mapache mirando con enojo al más pequeño

– Yo te voy a enseñar, pensé que eras lo suficientemente inteligente como para deducirlo por tu propia cuenta mocosa – el ser se subió al hombro de Reikkun quién empezó a caminar hacia las afueras del país.

Sin duda le esperaba un muy largo viaje, sobre todo con ese molesto compañero que había conseguido.