capítulo 17 (parte2)

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– ¿Cómo sigue doctora? – Pregunta la madre de Rakkun preocupada por su hija, mientras que su esposo se quedaba pensando. No había podido dormir desde el accidente, cuestionandose y culpandose por todo lo que había pasado. Tal vez había escogido el camino incorrecto y dejó que el deseo de poder tomara control sobre sus acciones.

Pero antes que pudiera seguir pensando, se escuchó la puerta abrirse con fuerza. Todos voltearon inmediatamente para ver quién había abierto la puerta de esa manera, solo para encontrarse con el gobernador junto a unos guardias

– Gobernador, ¿Que hace usted aquí? – pregunta la doctora tomando su portapapeles y acomodándose el cabello lo más pronto que podía

– He venido porque he escuchado sobre el caso de su paciente, la cual he querido ver por mi mismo. Pensé que les había llegado mi mensaje – el gobernador se abre paso entre los presentes al igual que los soldados

– E-ehh gobernador, no le recomiendo que entre, solo el personal encargado puede entrar ahí –

– Solo quiero verla, se ve que es alguien que no es común por estos lados – El gobernador entra a la zona y ve a Rakkun, quien aún estaba inconsciente mientras una máquina especializada estaba midiendo y mostrando su ritmo cardiaco – ¿Sabe? Esto no suele pasar en Racooncity, es el primer caso que veo donde un civil sobrevive a un accidente de esta magnitud. ¿Tiene idea del avance que puede traernos como sociedad? Deberíamos investigarla –

El gobernante acercándose a la camilla es detenido por una mano que lo sujeta evitando que tome a Rakkun

– No... Debemos dejarla en paz, gobernador. Debemos dejar a mi hija en paz – el padre que ocultaba su mirada, era quien sostenía y evitaba que el gobernador tocará a la joven

– ¿De que carajos hablas? Esto nos traería muchos beneficios, el poder transformar a gente normal en instrumentos militares. Ella debe ser investigada y evaluada por nuestros científicos – el hombre hace una señal y todos los guardias apuntan sus armas hacia el padre de quién estaba acostada en la camilla – O es que acaso está mocosa te lavó el cerebro y vas a ir en contra del progreso de nuestro país –

De la nada se escucha por medio del altavoz de la sala: "Señor gobernador, señor Yama no hana. ¡Deben salir de ahí inmediatamente! Están habiendo aumentos en el ritmo cardiaco y el voltaje de la paciente"

– ¿Escuchaste eso? Yo que tú saldría de la sala, mis hombres están preparados con tranquilizantes, no tendrán problemas en "calmar" a tu hija –

– Debería salir usted, gobernador. Mi hija debe descansar, ni usted ni sus hombres deben estar aquí –

El gobernador decide no esperar más y da la señal a sus soldados que aparten al padre de la joven, lo cual hace de manera inmediata y brusca, tomando del brazo al padre y sometiéndolo al suelo

– ¡Argh! ¡Hija, despierta ya, huye! – el padre empezó a gritar tratando de despertar a su hija

"¡Señor Yama no hana, no despierte a su hija! Ella está inestable. ¡Deben evitar que ella despierte!"

El medidor empieza a descontrolarse, las luces del hospital empiezan a fallar gravemente al punto en que empiezan a explotar. El padre sigue implorando a gritos a su hija que despierte mientras el gobernador está al lado de la camilla

– Tsk, eres insoportable. Que no haga ruido el hombre – al dar esa orden, los militares le disparan un tranquilizante al padre de Rakkun, quien cae inconsciente

Y justo cuando el gobernador fue a tomar a la joven mapache, está despertó causando una explosión eléctrica que daño a todos en la sala, paralizandolos inmediatamente

Rakkun en estado alterado miraba a todos lados asustada, no entendía nada de lo que pasaba, hasta que escuchó a su madre por el altavoz

"¡Hija corre!, ¡Corre lo más rápido que puedas por favor!"

La chica hizo caso a su madre empezando a correr lo más rápido posible, rompiendo la primera ventana que vio

Las alarmas empezaron a sonar y en corto tiempo ya la joven estaba siendo perseguida por centenares de militares

El sol lentamente iba cayendo, volviendo el panorama oscuro, solo siendo alumbrado por las linternas de las armas de los hombres que perseguían a mapache

– ¡D-Dejenme sola! – la chica empezó a liberar ondas electromagnéticas que deshabilitaban a los vehículos y a muchos militares por portar metal en su armamento

Poco a poco la cantidad de perseguidores iba reduciendo mientras entraban en contacto con la electricidad que Rakkun producía

Cuando la joven llegó a estar sola, no podía controlarse, su respiración era inestable, destellos de electricidad salían de su cuerpo. Buscó un lugar donde verse, encontrando un pequeño lago y ella definitivamente no era como antes, su pelo, su cola, sus ojos habían cambiado de color a la vez que su pelaje estaba erizado a causa de la estática.

Cuando Rakkun intentó tocar el agua, todos los animales que estaban ahí quedaron paralizados, lo cual la asustó y se alejó del lago

– ¿Q-que soy? – En ese momento ella sintió una punzada en todo el cuerpo y cayó inconsciente. Su cuerpo había colapsado a causa de la electricidad

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El sol salía, dando en los ojos de la joven mapache, la cual despierta lentamente. Estaba en el mismo lugar donde cayó en la noche anterior

– M-mi cabeza...– Rakkun poniendo una mano en su cabeza se levanta, estaba prácticamente desnuda, solo siendo cubierta por aquella bata de hospital, por lo tanto, la incomodidad era bastante.

La mapache en vista que no sería conveniente volver a su hogar, decidió caminar en busca de alguien que la ayudase

El hambre, la humedad, el frío de aquella zona era horrible. Las lágrimas no tardaron en hacerse presente en los ojos marrones de la joven, quien recordaba su tierra, su familia que aunque imperfecta, le daba muchas cosas que quería y nunca le faltó nada

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Y así pasaron los días, hasta que Rakkun al fin encontró un lugar donde consiguió donde dormir ligeramente mejor.

(Papá, mamá. Juro ser una protectora y volver por ustedes, no importa cuánto tiempo me tomé) pensaba la chica de ya 18 años, llegando a la entrada de la cede de F.D.P, dispuesta a hacer la prueba.

Tōitsu sa reta rēsu(PAUSADA)Where stories live. Discover now