40. Malas noticias

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Pasados los quince minutos volví al palacio, el sol ya había caído y reinaba otra vez la noche, tomé el camino directo a la habitación que compartía con Victoria, la cual teníamos ya varias noches sin ocupar. Subiendo las escaleras me encontré con Circe, quién estaba caminando con un libro en manos, a pesar de eso levantó el rostro y me saludó.

—Buenas noches, Joseph, ¿no bajarán Victoria y tú a cenar? — Preguntó con un tono alegre. Me preguntaba como podía estar contenta con tantas cosas sucediendo, aunque claro nk le pasaban directamente a ella.

—Creo que por hoy pasaremos, lo siento—. Excusé—. Seguro Liam te acompaña.

—Liam se fue del palacio, ¿no sabías?

Confundido me volví hacia ella— No, fue al hospital a ver a Ruder.

—Sí, pero también vi cuando unos guardias le ayudaban cargando su equipaje, llevaba como tres maletas, supongo que Victoria sabe más.

—Sí, quizás sí.

Ahora, eso era sospechoso, ¿por qué el Conde Liam, que llevaba los últimos tres meses residiendo en el palacio, decidía abandonarlo justo ahora?

Me llegó una alerta de las noticias que tenía activado, saqué mi teléfono para ver de que se trataba y estoy seguro que de haber podido ver mi cara me habría asustado, la sangre abandonó mi cuerpo y una sensación de escalofrío me recorrió, le di una excusa simple a Circe y caminé por el pasillo para volver a leer la nota:

Hermano del Rey de Dagraophem se suicida en su celda a horas de que el mundo supiera que su hermana, que se había suicidado apps atrás, estaba viva.

Parpadeé, asegurándome de que estaba leyendo bien. Entré a la nota desesperado solo para descubrir que más decía.

El articulo hablaba sobre Dagraophem y que Vera estaba viva, como todos los demás, pero la información nueva que ofrecía era sobre la muerte de Gabriel, ¿Se había suicidado? ¿De verdad? Consternado entré a la habitación donde vi a Victoria sentada en la cama, levanté el aparato mostrándole la noticia.

—Al parecer Gabriel esta muerto.

Ella no reaccionó pero estiró la mano para leerlo por si misma.

—¿Es confiable el periódico?

—No lo sé, tengo que checar más fuentes. ¿No era Liam el encargado de ver las noticias locales de Nueva York? ¿Por qué se fue del palacio?

—En su casa lo necesitaban, y me dijo que ya no se sentía cómodo después de lo que sucedió, lo llamaré para ver si puede enterarse de algo más.

—No lo hagas— exclamé—, yo me encargo de obtener información, llamaré a mi madre.

—No, si la llamas y queda registro puede quedar en nuestra contra. Mejor llamo a Liam. O investigamos por nuestra cuenta.

—Es mi familia, Victoria. Si mi hermano esta muerto lo normal sería que yo me enterara por ellos antes que por las noticias.

—No te hablas con ellos hace tres años, ¿y crees que van a reaccionar bien? Además, odias a tu hermano.

—Claro que lo odio, pero ahora esta muerto. No sé, tengo mucho que pensar — suspiré—. Siento que este día ha sido eterno.

—La semana entera lo ha sido.

Volvimos a sentarnos juntos en la cama, aunque había una distancia entre nosotros y una tensión no positiva palpable.

—Lo mejor será que me vaya a mi habitación a dormir.

Cuando la corona se rompeWhere stories live. Discover now