CAPÍTULO 53.- tercer fragmento

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Hizo que Odette se levantara. Con una mano hizo que todo el recuerdo desapareciera y aparecieran en un bosque.


—¿Estamos en el bosque cerca del palacio verdad? —preguntó Odette.


—Mi antiguo hogar —respondió con nostalgia.


—Podrías volver cuando tú quisieras...


—Sigo ahí —Luna camino entre la vegetación—, mi esencia está en todos lados. Mi espíritu está repartido entre ustedes mis hijos, simplemente ya no puedo tomar un cuerpo físico en tu plano existencial, pero estoy presente en diferentes maneras.


Caminaron un largo rato en silencio. Odette noto que la diosa luna dejaba un rastro de flores crecientes a su paso.


—¿Esto es el pasado?


—Es el presente —explicó la diosa luna—, estamos ahora mismo caminando por el bosque. Tu alma está caminando por el lugar. Cuando despiertes podrás volver a tus pasos. Necesito que los guíes a donde te quiero llevar.


—¿Los guie?


—A tus hermanos —se explicó la diosa luna—, todos tienen una misión de vida importante, he movido todo para que tengan herramientas en sus manos, pero ahora todo depende de ustedes.


Odette seguía sin entender muy bien lo que quería decir.


—Todo empezó con una semidemonio —siguió diciendo la diosa luna—, la primera semi demonio en tu plano existencial. Nacida de un demonio completo que se enamoró de una mujer humana. Sentí que la mitad de su alma humana tenía un par, así que los junté. Todo empezó ahí. Uno de mis hijos encontró su alma gemela, uno de mis más queridos hijos tuvo dos hijos más y el padre demonio reclamó a su hija furioso. No pude hacer nada, mis niños hermosos crecieron sin madre, pero rodeados de amor.


Odette se quedó quieta un momento.


—¿Está hablando...está hablando de mis tíos Alan y Alex?


La diosa luna no dejo de caminar y Odette tuvo que alcanzarla.


—Un demonio tuvo una hija y un ángel también —siguió divagando la diosa luna—, tampoco pude hacer nada por tu padre, lo siento, lo intente, realmente lo intente. Pero él estaba furioso, uno de los suyos había transgredido una de las normas más sagradas.


Odette se mordió el labio, había intentado recordar a su padre, pero sin éxito.


—Quise cuidarte, pedí que se me entregaran, pero aunque los mortales no lo crean, a veces nosotros tampoco dominamos el destino a su totalidad —dijo la diosa luna—, el mundo siguió su curso, terminaste siendo cuidada por mis más valientes hijos. La descendencia del demonio y la descendencia del ángel son familia. A veces el destino es hermoso y misterioso.


La semiangel empezaba a marearse, todo tomaba un sentido extraño para ella.


HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now