All those pretty lights (Camren)

Capítulo 8

Camila P.O.V.

Soy Camila Cabello y me gusta mi compañera de banda, Lauren Jauregui. Sí, ya lo he aceptado.

Bueno... no exactamente.

Yo ya lo había aceptado para mí. Pero supongo que por algo se empieza, ¿verdad?

No tenía ningún sentido fingir que no sentía algo fuera de lo "normal", yo nunca había sido una persona homofóbica o algo parecido, pero tampoco había pensado en que yo iba a terminar sintiéndome así.

No había pasado muchos días desde esa "noche de confesiones personales", en la que analicé todo lo que había pasado y lo que pasa con Lauren. Esa noche no había podido dormir nada, así que estaba de mal humor y con mucha hambre, fui a la cocina en busca de algo para desayunar y me encontré a Normani comiendo un tazón de cereales con gesto decaído y una ojeras difíciles de ignorar. Arin había sido eliminado anoche.

-Buen día.- saludé con voz cautelosa. No tenía idea de como lo estaba asimilando ella, pero al parecer no había sido la única que no había dormido nada anoche.

-Hola.- saludó sin mucha emoción. Me acerqué y cogí un tazón y serví un poco de cereal en el.

-¿Se fue ya?- pregunté con voz triste. Arin era un buen chico y hacía muy feliz a Normani, ni siquiera era algo tan "oficial", pero supongo que no se necesita hacer algo oficial para justificar ante el mundo que es algo real. Ellos se querían y todo el mundo lo sabía, los términos y etiquetas solo servían para que el resto del mundo reconociera algo que siempre había estado ahí.

Tal vez algo así era lo que sucedía con Lauren y conmigo.

-Sí. Se fue esta mañana.- dijo sacándome de mis pensamientos. La miré fijamente, los círculos bajo sus ojos era más notorios cuando la tenías más cerca.

-Lo siento mucho.- dije con sinceridad, jamás he vivido algo así, en la que la persona que quieres mucho se va y ni siquiera has podido "decirle todo".- se que lo quieres mucho. Él también te quiere y seguro que cuando esto termine tú y él encontrarán la manera de estar juntos.- Ella me miró fijamente y mascó con delicadeza.

-Lo sé. Sé que sí.- dijo con algo más de entusiasmo.

-No estés triste.- le pedí. No soportaba cuando la gente estaba triste. Yo era aún más torpe de lo normal y sentía que solo decíal cosas inapropiadas y que realmente no era un buen apoyo.

-No lo estoy.- entrecerré los ojos.- Bueno, un poco. Pero también estoy algo... aliviada, ¿sabes? Realmente no quería que ambos llegáramos más lejos... yo... no quería competir con él, no de forma tan directa.

-Oh.- la verdad no lo entendía, ¿cómo siquiera una parte suya estaba aliviada o feliz de eso?

-No me mires como si estuviera loca.- dijo mientras masticaba.- No sé si has estado en una situación así antes, pero realmente es feo cuando llega un punto en el que tiene que enfrentarte a alguien a quien quieres mucho. No quieres ganar, pero tampoco perder. No quieres que gane, pero tampoco que pierda.

-Tienes razón.- concedí.- jamás he estado en una situación así.

-Lo sé.- dijo con voz más divertida.- Ni siquiera puedo creer que no hayas dado tu primer beso todavía.- dijo sonriendo un poco. Me gustaba que sonriera, no importaba que fuera a manera de burla por mi poca o inexistente experiencia en el campo romántico.