Peanuts

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Notita: Según yo esto estaba completo pero al parecer faltaban este par de extras que decidí juntar en un sólo capítulo. Esto es cuando Harry aún estaba embarazado de los primeros cacahuates y con esto estaría terminando todo lo relacionado a SH <3 

🍯🧸

Louis siente la falta de calor proveniente de su costado y de esos suaves ronquidos que tanto ama escuchar, tampoco siente los largos rizos castaños haciéndole cosquillas. No tarda casi nada en abrir los ojos y darse cuenta de que su omega no está a su lado en la cama.

—¿Harry, bebé? —Llama esperando obtener una respuesta del baño, que es el lugar donde últimamente encuentra a Harry debido a las constantes náuseas y ganas de hacer pis.

Pero los minutos pasan y ... nada. 

Su alfa le exige que vaya en busca de su omega, sabe que está en la casa pues siente su aroma, su presencia, sin embargo eso no hace que deje de preocuparse. El embarazo de Harry los ha tenido a ambos en una montaña rusa de emociones. Al principio sólo eran las náuseas matutinas y los mareos repentinos. Después siguió el aumento de peso y los exasperantes cambios de humor debido a las locas hormonas del omega.

Ahora están en la etapa que Louis considera la peor. La de los antojos.

Y si bien al principio le emocionaba el tener que cumplirle todos los caprichos a Harry, lo cierto es que ahora está que se muere de la desesperación y del estrés. El desajuste hormonal del omega no para de ir hacia arriba y hacia abajo, no está feliz con nada, llora a cada rato, unos días duerme demasiado y otras veces nada. Hace berrinches cada dos por tres y se queja de todo. 

Es como si sus pequeños cacahuates se divirtieran desde el vientre de Harry, haciendo fiestas y teniendo como único objetivo el hacerlo enojar desde antes de nacer. 

De todas formas; a quien engaña, al final del día todo vale la pena cuando su amado y precioso omega le pide perdón por sus berrinches y le regala esa sonrisa con hoyuelos que tanto adora y que espera con ansia ver en uno de sus cachorritos, si es posible en ambos. 

Sacude la cabeza y se pasa una mano por el cabello despeinado, termina de despertarse del todo y se coloca un bóxer para para ir en busca de su izado y hormonal omega embarazado de siete meses. No hace falta que se pregunte dónde está, ya sabe la respuesta. Si no es en el baño, es seguro que estará en la cocina. 

Pasa a un lado de eso que Harry llama "nido", la verdad de nido no tiene mucho pero Dios lo guarde si le discute algo al ojiverde sobre lo mucho que dista esa maraña de ropa sin lavar desordenada y desperdigada sin ningún tipo de forma de un nido de verdad. El pobre de su omega también lloró a mares el día que lo encontró armando el nido; todo porque decía que la ropa no era suficiente y que los olores al final le terminaban dando asco. Louis trató de ayudarlo pero él no quiso, sólo se limitaba a gruñir en su dirección y a sacar la ropa del alfa del armario.

Aún recuerda todo bastante bien, casi puede oír la voz de Harry chillando:

"¡Soy un jodido diseñador de interiores y no puedo ni armar mi propio nido para mis bebés y para mí!" o "¡Todo esto es tu culpa, Louis! ¡¿Por qué tenías que embarazarme de gemelos?! ¡Así no tendría que hacer el nido tan grande!"

El resultado final de su nido no quedó taaan mal, pudo haber sido peor; de todas formas, él se encargará de que Harry y sus cachorros estén cómodos ahí, comprará más mantas y almohadas de la mejor calidad una vez que el parto haya pasado y que su omega esté mucho más tranquilo y menos dramático. 

Seductive Heart ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora