It's Christmas, Baby (Parte 2)

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Está de pie observándose frente al espejo de cuerpo completo, contempla su figura embutida en ese fino conjunto exclusivo de Gucci que Harris Reed le reservó exclusivamente para él

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Está de pie observándose frente al espejo de cuerpo completo, contempla su figura embutida en ese fino conjunto exclusivo de Gucci que Harris Reed le reservó exclusivamente para él. Le gusta lo que ve. Es simple, nada extravagante, pero de suma elegancia y totalmente apto para la ocasión.

Su conjunto consta de unos pantalones azul marino un poco acampados, unas botas color marrón y, en la parte superior, una camiseta blanca sin mangas que cubre con una sofisticada chaqueta color hueso y estampada con sutiles rayas del mismo color que los pantalones. A juego y para darle el toque de color, lleva un largo pañuelo de tonos azules que de inmediato de recordaron a los ojos de Louis.

Su rostro (después de aplicar una ligera capa de maquillaje) está igual de reluciente a como se lo habían dejado en el spa. Su piel luce suave y fresca, siente un mínimo de irritación aún pero nada que no pueda soportar. Se enchino un poco las pestañas y se colocó rímel, en sus labios aplicó un labial color sandía. Es todo cuanto su cara necesita.

Sus rizos lucen tal y cómo él quería que lucieran. Caen con perfecta sincronía sobre sus hombros y enmarcan su rostro de manera perfecta. Está listo. 

—Harry, amor. Tenemos que irnos. —Louis lo llama desde el pasillo. El alfa está listo desde hace media hora pero ¿Qué esperaba? Los alfas son tan simples, un traje recto y están presentables. Los omegas siempre son los que terminan llevándose horas para arreglarse.

Se da una última ojeada en el espejo y se encamina hacia la puerta. Toma su bolso de piel a juego y abre. —Tranquilo, alfa. Terminé. —Se da una mini vuelta y se pone la mano en la cintura. Siente la mirada de Louis recorrer su cuerpo—. ¿Qué te parece?

Louis suelta un bajo pero firme gruñido. —Tú siempre estás precioso, omega. —Lo alaga y le acaricia el rostro—. Pero siempre encuentras nuevas formas de sorprenderme con tu belleza y elegancia. Joder ¿qué hice para merecerte?

Harry fácilmente podría echarse a llorar. Su omega ronronea por dentro ante las palabras de su alfa y la forma en la que las dice. ¿Por qué tiene que decirme estas cosas tan bonitas cuando no hay tiempo para ponernos a tontear?

—Eres un alfa con suerte, mi señor Tomlinson. —Bromea y se toma el tiempo de observar a su alfa. Con ese traje azul oscuro y esa corbata gris está para comérselo—. Y yo soy un omega con suerte. Estás guapísimo.

Louis se echa hacia adelante para besarlo y Harry da un paso hacia atrás. Louis frunce el entrecejo. —Omega, pero que-

—Esa barba, Louis. —Le dice, tocándola con la palma de su mano, sintiendo el picazón de inmediato—. Te dije que te afeitaras. Ahora no podrás besarme hasta que hayamos regresado de la cena.

Louis abre mucho los ojos y se lleva las manos a la cabeza. —Pero, ¡omega, estás loco! —Casi grita. Harry hace una mueca de disgusto—. ¡Ni que fuera a desgarrarte la piel!

Seductive Heart ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora