Final

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- ¡(T/N)! -Gritó Luigi con preocupación.

Fuiste hacia él, Peach estaba en el suelo.

- No... -Te tiraste a su lado.

Cranky sostenía su mano.- (T/N), lo siento... Ella... Se fue.

- ¡Dime qué es mentira! ¡Despierta Peach! -Gritaste.

Comenzaste a llorar, todos se reunieron al rededor del cuerpo de Peach, besaste sus labios pero nada sucedió, simplemente había muerto.

Lamentaron su perdida, todos estaban triste, pero tú abrazabas su cuerpo con fuerza, tus lágrimas caían en su rostro, limpiabas la sangre con tus manos, no podías creer que había muerto.

La cargaste y comenzaste a caminar, tus amigos te siguieron.- La llevaré al Reino Champiñón... -Ibas con la cabeza baja.

La pequeña estrella azul que había seguido a Luigi se hizo presente.

Se puso atrás de ti y te miró.- ¿La vas a extrañar?

Seguías llorando.- Cómo no tienes idea...

No prestaste atención a quien te estaba hablando.

Se puso delante se tí y miró el cuerpo de Peach.

- Este es el motivo de mi existencia, puedo traerla otra vez.

Levantaste la mirada hacia ella.- ¿De que hablas?

- Mi razón de existir es morir, espero con ansias ese momento. -Dijo feliz.- Puedo crear vida, si me das pedazos de estrella.

- ¿Cómo esperas que consiga eso?

- Ya las tienes. -Exclamó feliz.

Te sentaste en el suelo, poniendo a Peach en tus piernas, apoyaste su espalda en tu brazo y con la otra mano buscaste en la mochila.

Sacaste una pequeña bolsa con unos dulces de colores.- ¿Hablas de esto?

- ¡Si! -Se emocionó.- Puedo traerte a tu amada si es que me las das.

- Adelante, todas tuyas. -Se las diste.

Ella las tomó y su cuerpo comenzó a cambiar, se convirtió en un champiñón verde que cayó en el pecho de Peach.

Su cuerpo lo absorbió y abrió los ojos.

Sonreíste, aún con lágrimas en tus ojos.- Peach. -Dijiste feliz.

Ella te miró con confusión.- Disculpa, ¿Quien eres?

- ¿Peach? -Preguntaste.

Todos se acercaron, sus rostros de felicidad cambió.

- Soy yo, (T/N), ¿No me recuerdas?

- Quisiera, pero... No sé quién soy... ¿Dónde estoy?

- Peach, yo... Tú...

Volviste a mirarla con tristeza, había vuelto, ¿Pero a qué costo? No te recordaba.

Te levantaste junto a ella, sostenías su mano con un poco de fuerza.

- No se si sabes quién soy, pero... Acabo de salvarte.

- ¿Enserio? Pues muchas gracias. -Ella te sonrió.

La miraste con tristeza, te apuraste para besarla.

Pusiste tus manos en su cintura y la pegaste a ti.

Ella se confundió, trató de separarse, pero con los segundos se pegó aún más, puso sus brazos en tus hombros y te siguió el juego.

Se separaron, tomaste sus manos y la miraste, con lágrimas en los ojos.

- ¿Por qué lloras? -Preguntó.

- Por qué nunca te volveré a tener...

Ella rió un poco.- Tu Princesa está en otro castillo.

- Si... Tristemente...

Ella puso su mano en tu mejilla.- (T/N), te amo.

Sonreíste al escuchar sus palabras, la abrazaste rápidamente, ella correspondió.

Todos festejaron y se abrazaron, todo había quedado resuelto.

La gente comenzó a juntarse a su alrededor, viendo todo lo sucedido

. . .

Todos caminaron por el subsuelo, habían pasados unos cuantos días en Nueva Donk, arreglando todo el desastre.

Sostenías a Peach de la mano, iban platicando, pero ustedes iban un poco tristes.

Se pararon frente a la tubería y se despidieron, primero Donkey, Funky, Diddy, Dixie, Cranky y Daisy.

Finalmente estabas tu frente a Peach, listos para despedirse.

- Te extrañaré. -Le dijiste.

- Quizá puedas venir a visitarme.

Reíste un poco.- Si, lo haré.

Miraste a Mario y Luigi, sobre todo a Luigi, regresaste con ellos y los miraste un poco tristes.

- Va a estar bien. -Dijo Mario sonriendo, te puso la mano en el hombro.

Trataste de sonreír.

Luigi te abrazó.- Voy a estar bien.

Sonreíste totalmente.

- (T/N), lo nuestro no es ser héroes, pero... Es lo tuyo, estaremos juntos, no importa dónde estés bien. -Dijo Mario.

- Adelante, ve con ella. -Sonrió Luigi.

Los abrazaste con fuerza y subiste a la tubería con Peach para tomar su mano.

- ¡Nos veremos pronto! -Les gritaste feliz.

- ¡Gracias por todo! -Dijo Peach.

Ambos entraron en la tubería y desparecieron, Mario y Luigi dejaron el subterráneo.

Ahora sí, están juntos, por siempre, y nadie los podría separar.

Peaches | Princesa Peach x TNWhere stories live. Discover now