Peaches | Princesa Peach x TN

El Fin se Acerca

Los rayos del sol apuntaron a tu cara, Peach estaba muy apegada a ti, tenía sus ojos húmedos, parecía haber estado llorando toda la noche, no la despertaste, solo contemplaste su carita.

Ella abrió los ojos y te miró, intentó sonreír, pero parecía estar actuando.

— ¿Estás bien? —Preguntaste.

— Claro, e-estoy bien. —Te respondió, se escuchaba triste.

Se levantaron y salieron de la cabaña y caminaron hacia la vivienda de Donkey y Cranky.

Peach se veía triste, un poco desanimada, caminaba despacio junto a ti, aún sujetando tu mano, la apretaba, no la soltaría fácilmente.

Cuando te miraba parecía que estallaría en llanto, se sentaron al rededor de una mesa donde Cranky ya tenía unos planos, pero ella se pegó mucho a ti, casi se sentaba en tus piernas, pero no decía nada.

— Entonces, Daisy, Mario, el Honguito, Peach y (T/N) irán en la parte trasera del avión, Funky será el piloto, Donkey, Diddy, Dixie y yo iremos adelante, los demás miembros de la familia irán en Karts, llegaremos al Reino Champiñón y comenzaremos a pelar, ¿Entendido? —Explicó su plan.

Ascendieron la cabeza, dando a entender que el plan estaba captado en su totalidad.

— Llevo mi Jetpack por si es necesario, mis armas también. —Agregó Diddy.

— Entonces suban al avión, nos espera un largo viaje.

Subieron según se les había asignado un lugar, Peach y tú iban hasta atrás.

— Brazos y piernas dentro del avión, carnalitos, ya estamos despegando. —Habló Funky, comenzando a pilotar el avión.

— ¿Estás bien, Peach? —Le preguntaste.

Ella no había dejado de sujetar tu mano, aún se veía triste, su cabeza estaba apoyada en tu hombro.

— Solo... Tengo miedo de no lograrlo... —Respondió.

— Prometo que salvaré a tu reino, no importa si muero, te protegeré hasta mi último suspiro. —Le prometiste.

Ella sonrió un poco.— No digas cosas tristes, no soportaría perderte.

Le diste un beso en la frente y se quedaron en silencio.

. . .

— ¡Mis queridas tropas! —Gritó Bowser, llamando la atención de todos sus guerreros.— ¡Vamos a destruir el Reino Champiñón!

Sus tropas respondían gritando, alabando los planes de su líder.

— ¡Vamos a tomar a la Princesa Peach! ¡Y se va a casar conmigo! —Volvió a gritar.

Sus tropas parecían estar confundidas.

— Ya sé que no hemos tenido éxito en los últimos años, ¡Pero con esta Súper Estrella que el Rey Pingüino amablemente me dió, la Princesa estará impresionada, y aceptará ser mi esposa! —Gritó, mostrando la estrella que flotaba detrás de él.

— Y si ven a ese humanito de rosa junto a ella, ¡No duren en acabarlo y traerlo hacia mi, no importa si está muerto o vivo! —Ordenó.— ¡Que comiencen la planeación de la mejor boda de la historia, manden las invitaciones a todos los reyes, todos están invitados!

. . .

El avión iba a su ritmo, lograban avistar el Reino a lo lejos, estaba intacto aún.

Nubes negras comenzaron a aparecer, truenos se escuchaban a lo lejos.

Una nave enorme comenzó a aparecer en el cielo, era negra, goteaba lava, la cabeza de Bowser se apreciaba en el frente.

— ¡Bowser llegó, rápido Funky! —Gritó Peach.

Funky aceleró, intentó volar lo mas rápido posible, pero el avión fue impactado por una bala con brazos y estalló.

— ¡Peach! —Gritaste, ella había salido volando.

Llevabas la mochila aún contigo, era el momento de usar su contenido.

— ¡(T/N)! —Te gritó.

Mirabas con desesperación como todos se separaban en el aire, pero Peach te preocupaba más.

De pronto, una nave con un rostro de payaso llegó y la sujetó.

Sonreíste, creiste que alguno de los Kongs la había salvado, pero estabas demasiado equivocado. Era controlada por una tortuga que rápidamente se la llevó a la Nave de Bowser.

Gritaste con desesperación, Diddy había logrado mantenerse flotando en el aire gracias a su Jetpack, todos habían caído en zonas seguras.

Pero perdiste la consciencia.

Caíste en el agua, el impacto fue lo demasiado fuerte como para dolerte, no llevabas ningún potenciador contigo, te hubdiste mirando el cielo, tu vista se oscureció, no viste nada más.

Alguien te cargó a la orilla del océano, Donkey había nadado para sacarte. Volviste a tomar consciencia y respiraste de forma agitada.

— ¿Peach? ¡Peach! ¿¡Dónde estás!? —Gritaste con desesperación.

— (T/N), (T/N)... Tranquilo. —Mario trató de calmarte.

— ¡Mario! ¿Dónde está Peach? —Le gritaste.

— (T/N)... Bowser... —Trató de decir Daisy.

— Bowser se la llevó. —Terminó de decir Cranky.

— ¿¡QUÉ!? —Gritaste.

Jalaste tu pelo con desesperación, incluso lograste arrancar uno que otro cabello, te tiraste al suelo y cubriste tu rostro.

— Ahora no solo perdí a Luigi, si no que también a ella... —Te lamentaste.

Mario puso su mano en tu espalda.— Aún no es tarde, (T/N). —Dijo.

Miraste al cielo, la Nave de Bowser seguía allí, bolas con picos bajaron para enterrarse en el suelo del Reino.

— Toad, Daisy, vayan a evacuar a todos. —Dijiste.— Kongs, vengan, trataremos de acabar con Bowser.

Toad y Daisy corrieron en dirección al Reino, te levantaste del suelo y miraste a todos.

— No... No sé que podemos hacer, pero intentaremos de todo, tenemos que llegar allá arriba, pero el avión está destrozado.

— ¡Yo te puedo llevar! —Gritó Diddy.— Aquí está mi Jetpack, con el podemos volar.

— ¡Vamos los 3! —Agregó Dixie.

— Muy bien, niños, trataremos de llegar arriba, Peach debe estar ahí, Mario, tú, Funky y Donkey traten de acabar con las tropas de Bowser, Cranky, no hagas mucho esfuerzo.

Todos accedieron, comenzaron a caminar en dirección al pueblo.

Tratabas de secar las lágrimas en tus ojos, dejaste tus guantes blancos de lado, tu ropa estaba sucia por todo lo que había sucedido, harías lo que sea por tu amada, nada te podría detener.