Mute Baby ♡Yoonmin♡

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Era increíble cómo podía cambiar tu vida, hoy por fin me daba cuenta que aunque parezca que jamás serás feliz siempre hay que tener esperanza y hacer todo por encontrar esa felicidad.

Después de tres años y medio mi pequeño ángel había aceptado casarse conmigo, no podía imaginar lo feliz que me sentiría pero superó cualquier pensamiento e ilusión.

No mentía cuando dije que estaba seguro de amarlo siempre, llevábamos dos años casados, han pasado cinco años y medio desde entonces y no podía desear nada más...o tal vez sí.

Ambos estábamos en la boda de Hoseok, mientras mi esposo cargaba un pequeño bebé envuelto en mantas calientitas. La mirada de Jimin mientras le sonreía a esa bonita cosita era simplemente sensacional. El bebé es de Hoseok, los novios tuvieron un hijo antes de casarse y mientras ellos bailan felices su vals, nosotros cuidamos a su bolita de carne. 

—Es precioso, lo bueno que no llora.

Jimin siguió sonriendo, miré sus bonitos dientes, su arrugada nariz y sus ojos entrecerrados y suspire como tonto, no había mentido cuando dije que siempre lo iba a amar, cada día estaba más y más enamorado de mi bello esposo. Mientras miraba cómo su sonrisa se perdía un poco al devolver la masita de carne me di cuenta de algo; Jimin queria un bebé.

Al regresar a casa Jimin estaba muy feliz por su hermano y por supuesto que yo tambien por mi mejor amigo, estábamos en la cocina bebiendo chocolate caliente mientras comiamos galletas que hicimos los dos ayer.

—Pues estuvo más bonita la nuestra. Hasta nuestro vals estuvo más romántico. Elegí la canción perfecta para todo lo que sentía por ti.

Jimin sonrió tan bonito como me gustaba y me pegó en el hombro "la de ellos tambien" asenti entre risas y de la nada recordé lo que había pensado así que poniéndome serio lo miré tomando sus manos, él me vió con curiosidad, no había perdido esa hermosa costumbre suya de parecer perdido, como un niño inocente. 

—Jimin... ¿tú quieres tener hijos?

Él apretó el agarre en nuestras manos desviando la mirada aparentemente nervioso, sonreí besando sus manos para atraer su atención.

—Yo también amaría formar una familia más grande contigo, mi amor. 

Él se levantó y me abrazó rodeando mi cuello con sus brazos mientras lloraba, con eso me lo decía todo. Nunca necesitamos las palabras, la conexión entre nosotros era tan grande desde niños que podía entenderlo siempre. 

Una semana después ambos estábamos en nuestro hogar, se veía más bonito además de contar con más servicios para los niños, los hermanos de Jimin y yo somos donantes al orfanato.

Irene Noona nos recibió con una calida sonrisa y un dulce abrazo, ahora ella era la directora. 

-—¿Cómo va todo, Noona?

—De maravilla, mis niños. Gracias a ustedes todo está mejor que antes, incluso gracias porque ahora por ustedes los que se quedan hasta ser adultos salen capacitados y además la empresa de NamJoon los toma como principiantes para que puedan pagar sus estudios y luego decidan que hacer con su vida. 

Jimin y yo sonreímos felices, amamos poder ayudar a niños que son como nosotros fuimos.  Después de una amena plática caminamos a donde estaban los niños pequeños, Jimin quería un bebé y era tan triste que tambien hubieran bebitos abandonados o huérfanos por la muerte de sus padres.

Mientras veíamos los bebés y niños pequeños nos llamó la atención una chica, tenía unos 15 años más o menos, jugaba con los pequeños y les daba de comer. Jimin se acercó a ella curioso y sonreí porque con sólo ver los ojos de mi esposo podia saber qué estaba pensando. Supongo que podré seguir durmiendo bien, sin llantos nocturnos un tiempo más.