acto VII

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El divorcio llegaba a ser algo tedioso cuando una de las partes se engaba a aceptar como en el caso de Minato, quien ya no sabia que hacer para convencer a su mujer de que aquella decision era una estupidez. Tantos años de matrimonio y ahora parecia una completa perdida de tiempo.

los ojos de Kushina ya no irradiaban el amor que una vez le profeso, brillantes zafiros que lo vieron como si de un serdivino se tratase. Pero que no logro notar por el rencor y la agonia de haberse casado con quien no amaba.

Era su deber como Duque despues de ver la separacion de sus padres todo se habia complicado, su madre habia sido exiliada por su adulterio con un chico incluso mas joven que ella. La separacion fue dificil para él pues aun tenia 10 años tras dos años de ese divorcio, su padre Jiraiya se habia vuelto a casar con un doncel que conocio y que era parte de la divicion de investigacion del imperio, Orochimaru con quien tuvo un hijo al cual no conocia del todo por que no convivia con su padrastro aun asi se vio en la necesidad de madurar, su padre fue un ombre ejemplar, nunca lo dejo solo al menos estaba cuando mas le necesitaba al contrario de su madre que formo su vida olvidandose de su familia. 

No la culpa esta sociedad esta empeñada en  hacerte infeliz, su  historia seria repetida... y resumida en un matrimonio arreglado pero el amor de su padre por su madre nunca fue suficiente para Tsunade, las casas de apuestas y el alcohol eran sus pasatiempos favoritos era normal verla ahogada en el alcohol desde muy temprano, una forma de los nobles para olvidar sus pesares. Atrapada en una vida monotona lejos de lo que queria la llevo a buscar un proposito verdadero.

Durante esos años como un simple adolescente pudo conocer los placeres de la vida sin limitaciones, probando un poco de lo que su madre llego a llamar "aventuras". Se enamoro de un doncel que comprendia todo de el, que lo hacia sentirse seguro, ademas de que solian convivir mucho. Aun si el solo era un doncel pleveyo eso no fue impediemento para verlo como el ser mas noble que la tierra haya pisado, ante los ojos de todos se volvieron pareja. 

Pero a veces el sentido del deber es mayor que el amor, Jiraiaya no estaba del todo contento con esa relacion tras enterarse pero decidio apoyarlo, aun asi Minato decidio casarse con Kushina Uzumaki una princesa del reino vecino para tarerle beneficios al ducado y como un plan de amistad entre imperios. 

Al conocerla quedo maravillado... ella tenia un espiritu libre y poco comun entre los nobles, una mujer que se atrevia a trepar arboles usando esas largas faldas, mancharse y ser para ella algo insignificante tener suciedad encima. sin embargo tras comprometerse ella guardo esa personalidad y se transformo en una marioneta, una muñeca obediente y sumisa, una dama refinada en todos los sentidos eso hizo que perdiera el interes. 

Pudo dejar de lado a su prometida y continuar con su amado.

Su boda fue a lo grande, Kushina en ese momento una señorita de 17 años se presentaba con un hermoso vestido que dejaba al descubierto sus hombros, el escote en su espalda era una v que llegaba hasta su espalda baja pero que era cubierto por su largo cabello rojo y el velo semi-transparente, llevaba maquillaje en tonos rojos que convinaban con su cabello, algunas joyas de tono blanco. Sin dudas el blanco aseguraba la puresa de una persona y en ese momento  Kusina era un angel que irradiaba felicidad, su sonrisa era de oreja a oreja claramente emocionada. 

Al tenerla enfrente de el pudo ver en el reflo de esos ojos azules grisacesos la devocion y el amor que podia expresar con solo una intensa mirada, ella se casaba enamorada y era claro que esto era un sueño. Sin embargo el aparto la vista de ella no notando su mirada de decepcion por no ir aunque sea una palabra bonita de su apariencia, no era correspondida. Pero con una vestimenta casi blanca estaba a lo lejos su amante, el doncel le veia sin exprecion en su rostro se mantenia alejado pero atento.

 Casado a los 18 años intento manejar una doble vida cumpliendo como esposo y duque asi como amante, un hommbre amoroso para el doncel que amaba.

Ese miercoles por la mañana la recidencia del duque Namikaze estaba siendo mas ruidosa de lo normal, las sirvientas corrian de un lado para otro, los gritos de la duquesa se propagaban por toda la mansion. Eran gritos de agonia junto con gruñidos de lucha ademas de palabras de aliento.

Pero el no habia querido ir a esa habitacion se habia mantenido en su oficina haciendo su trabajo en espera de noticias. Fue hasta unas horas despues que la paz regreso al hogar.

Su mejor amigo, Shikaku ingreso a la habitacion con clara exprecion de enfado y decepción.

-Tu esposa- Enfatizo con evidente molestia en su voz casi aumentando su tono para llamar su atencion - Acaba de dar a luz a mellizos. Un varon y un doncel.

Minato ni siquiera habia levantado la irada poco podria importarle aquello.

-Dile que hizo un buen trabajo.

-¿en serio?- Shikaku se acerco y le arrebato las hojas de las manos para que Minato lo mirara - No son cualquier cosa, estamos hablando de tu familia. ¿no puedes al menos tomarte la molestia de ir a conocer a tus hijos?

-tengo mucho trabajo- intento excursarse.

Jiriaya tambien entro enojado, acercandose hasta su muy ingrato hijo para tomarlo de la oreja y obligarlo a seguirlo.

-¿y a mi que me importa? No seas una mierda, Kushina necesitaba al menos tener tu apoyo, merece respeto por ser la madre de tus hijos. ¡el ducado sobrevivira unas horas sin ti,  ve a verlos!- Lo arrastra por los pasillos sin importarle la mirada de las sirvientas y sus expreciones asombradas y los reglamos del rubio.

Al estar frente al cuaero su padre practicamente lo avento al interior, la alcoba era silenciosa en aquella gran cama su esposa estaab dormida, quiza se habia desmayado por el enorme esfuerzo y el dolor de tener un parto gemelar. La observo por unos intantes, pero luego sus ojos enfocaron la cuna al otro lado del cuarto, se acerco con cuidado.

Dos hermosos bebés dormian en la cuna, una cortina tapaba el lecho para que ningun insecto pudiera atormentar su descanso. Uno de ellos era rubio y el otro pelirrojo, ambos de largas pestañas vistiendo trajesitos de rana seguramente regalo de Jiraiya. Quitando la estorbosa tela para poder apreciarlos con mas cuidado. El rubiotenia la piel de porcelana mientras el pelirojo tenia la piel canela. Eran hermosos, perfectos herederos. 

volvio a ir a donde su mujer dormia para besarla en la frente.

-gracias por darme a mis principes..

En verdad no podia estar menos contento y enamorado de sus hermosos retoños, su afecto por kushina seguia siendo el mismo no podia amarla... pero la colmaria de riquezas.

¿Acaso no era eso solo sobornos por su infelidad? ¿terminaria como sus padres ?

No quizo comerse la cabeza con eso y mejor decidio irse.

Con el tiempo kushina fue ganandose su cariño su forma de ser tan amble y compresiba la hixo una excelente amiga y compañera. Sakumo lo habia dejado por otro noble que le daba mas que él fue un golpe duro para el y kushina comenzaba a comportarse un tanto arisca con él, la coraza amable iba callendo dejando ver ese animal salvaje, expresando diferentes tipos de emociones. Era claro que ella se habia enterado de su aventura con el doncel y termino por lastimarla cuando trajo a la casa el hijo ilegitimo que tenia con el doncel, Kakashi era igual un doncel identico a su madre. Fue complicado llevar la fiesta en paz con kushina sobre todo estando en su segundo embarazo. 

Pudo escucharla llorar por las noches, no salia de su cuarto mas que para estar con sus hijos como la madre amorosa y dedicada que era. Despues del nacimiento de Naruko todo parecia mejorar en su relacion con su esposa, ella acepto adoptar a kakashi y criarlo como suyo. Kushina fuera de su accionar sumisa volvio a ser la misma de antes, logro convencerla de empezar de nuevo, se fueron conociendo y acercando poco a poco, Minato no tardo en caer en los encantos de la pelirroja. 

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