acto V

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Naruto estaba frente a su hermano mayor Menma, un pelirrojo con la personalidad más ácida que pudo nacer dentro se una familia tan alegre y a alocada como lo era los Namikaze Uzumaki, el si había heredado el aspecto serio de su padre. Y era el heredero del ducado, el duque Menma Namikase Uzumaki.

—Me niego a que te cases con ese idiota. ¡no te merece!— rugió lleno de enojo.

Naruto contuvo su respiración y la soltó en un largo suspiro. No quería que su hermano se involucrara, el ya tenía una vida hecha y cuando su padre se retirara tomaría lugar como el nuevo gran duque del imperio de konoha.

Su hermano estaba casado con una linda mujer, Hinata era su esposa desde hace tres años. Una dama hija de un Duque de la familia Hyuga de Uzushio, la conoció cuando estaba de visita en la ciudad natal de su madre. Había estado comprometida con Toneri el hijo mayor del Marques Hamura Otsutsuki pero ambos se fugaron y se casaron en Konoha.

La duquesa se mantuvo al margen de la discusión entre su esposo y su cuñado.

—Ningún Uchiha merece a mis hermanos. Naruko no dio aceptar esa tonta propuesta.

—Sabes que ella lo hizo para cuidar de Inoji. No puedes juzgar la acciones de una madre desesperada  y tranquilo no me caso con Itachi por amor... quiero salvar a Naruko y escapar a Uzushio.

Menma negó cabreado — yo buscaré la forma no tienes por que sacrificarte de esa manera.

—deja eso de lado ¿qué haces en la capital?

La relación del joven duque y el príncipe heredero no era buena nunca lo había sido.

—Pronto comenzara la guerra contra la nación de la roca. Oonoki parece no ser y ha estado husmeando en la frontera como sabes el ducado de los Namikaze son la primera línea de defensa,  el príncipe heredero Itachi participará

Naruto levanta una ceja y luego se ríe —Parece que busca huir de nuestro matrimonio, ha estado evadiendo esto desde hace dos años.

Menma rodo los ojos y cruzo los brazos.

—Tu y yo iremos a esa guerra Naruto.

El rubio se sintió mareado por aquello —¿Como?

—Tu magia es una de las más poderosas, sin olvidar que tienes bajo tu control a diferentes seres sobrenaturales así como que tu disposición al demonio kurama, el ente que protege a la familia Uzumaki desde generaciones.

Kurama un ser maligno con quien hizo un contrato desde niños.

—Tu tienes la mitad de el también— dijo Naruto.

—Por eso también iré contigo, mi magia no será buena como la tuya pero me defiendo. Ambos solos buenos peleando, Padre será quien nos guíe.... — el cuarto reino el silencio, Menma camino hacia su esposa — He traído a mi esposa aquí para que cuiden de ella...

—Tu casa siempre pareció una fortaleza— se burla el doncel.

—No debe estar sola estando embarazada ¿verdad?.

Naruto hace una perfecta o con la boca antes de correr hacia su cuñada y abrazarla.

—¡Naruto-Kun!— grito ella intentando mantener el equilibrio para no caer.

—¿Ya saben que es?.

Menma sonríe ampliamente — Esperamos una niña... al menos su escencia es lo que nos dice...

Naruto se separó de una Hinata romrojada, comienza a sumbar con la boca pensativo.

—Himawari es un excelente nombre para mi sobrina. ¿No crees Hinata?

—Es hermoso, me encanta— dice la fémina.

—Si así lo deseas esposa. Ese sera el nombre de nuestra princesa...— Menma abraza a su mujer por la cintura y se regalan un tierno beso.

—Por favor... no coman pan enfrente del pobre.

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.

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Naruko por la tarde estaba de regreso a su cuarto, había pasado jugando con su hija a las escondidas, Sarada era tan buena que no lograba encontrarla hasta después de una hora... ¿como una niña de esa edad era tan ágil? Su escondite fue la rama alta de una árbol ¿cómo lelgo ahí tan rápido? Casi sufre un infarto al verla en lo más alto y sentir que se podría caer pero un salto y una aterrizaje bien ejecutado la dejaron sin palabras... y casi sin el Alma en el cuerpo.

Su regreso  a cuarto era una trayectoria común... pero al verlo ahí parado arrastrando  un saco con una de sus manos la dejo helada. Ese hombre era su esposo, no se había topado con el desde su boda. Sasuke era tan imponente y frío que se sintió como una presa siendo mirada por su cazador.

—¿Estabas con sarada?— cuestiona sasuke.

—S-si— su voz temblorosa reflejaba su tono nervioso.

—Ya veo... sigue cuidando de ella.

Sasuke pasó a su lado jalando el bulto que dejaba a su paso la mancha inconfundible de sangre... ahí llevaba un cuerpo de eso estaba segura.

Cayo de rodillas en el suelo retomando su pesada respiración ¿en qué momento la contuvo? Su cuerpo temblaba...

No quería saber si su esposo estaba llevando un cadáver o a un hombre para torturar y prefería no tener conocmiento de ello, temblorosa llego a su cuarto casi corriendo. Sin dudas su esposo era un demonio sanguinario.

Para la mañana siguiente la familia completa estaba en el comedor, la última en llegar fue la rubia que pegó un grito de sorpresa al ver a sasuke nunca desyuanaba con ellas por que siempre estaba fuera.

—¿Que haces aquí?— su pregunta salió más brusca de lo que hubiera querido. Estaba nerviosa y el cuerpo le temblaba la imagen de ayer aún rondaba su cabeza.

—Aquí vivo — respondió con obviedad.

Sarada notó la incomodidad de su madre por la presencia de su padre, ella le tenía miedo a Sasuke. Parecía un conejo indefenso.

—¿No tenías trabajo?— sarada cuestiono, sus mañanas de desayuno llenas de platicas con su madre eran opacadas por ese sujeto.

—He decidido venir a desayunar con ustedes apartir de ahora ¿eso está mal?

Tenia curiosidad por la relación de su esposa y su hija, Naruko en su llegada no reparó en conocer a Sarada pero ahora eran inseparables. Si su hija la aprobó debía ser alguien interesante y quería averiguarlo.

—Por supuesto puedes— respondió Naruko, seria absurdo negarle al dueño de la casa no desayunar con ellas.

Cuando terminaron el desayuno cada quien volvió a sus actividades rutinarias pero Sarada fue antes al estudio de su padre.

—Sea lo que sea que le hayas hecho a mi madre deja de hacerlo.

—¿Hacer que?— pregunto intrigado por el comportamiento de su primogénita.

—Deja de asustar a mi madre.

—¿Te preocupa ella?

—No quiero que la espantes  y salga huyendo por tu culpa.

—Si supiera cómo es en realidad su "inocente" hija— el sarcasmo se notaba en cada palabra — Huirá de ti... no eres un Ángel como ella cree,  es decir no eres más que la cria de una demonio

Sarada acomodó sus lentes y le dio una pose retadora a su padre, claro ella no ea una santa pero había mantenido esa realidad lejos de la vista de su madre. Para Naruko Sarada no rompe ningún plato.

— si mi madre se va por tu culpa... te haré vivir un infierno... no te acerques a ella. — advirtió antes de salir del cuarto.

Sasuke sonrió ampliamente y luego lanzó una carcajada por el comportamiento hostil de su hija.

InfernoWhere stories live. Discover now