Capítulo 5

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Era el cuarto día que pasaba en el castillo, tres de ellos sin ver a los hermanos Mario, no había pasado nada en especial, solo me la pasaba encerrada en el castillo viendo películas, Peach se la pasaba la mayor parte del tiempo en en salón de mapas arreglando unas cosas.

Varios golpes repetidos se escucharon en mi puesta y grité un "pase", Peach entró emocionada dando vueltas y dejó algo en mi cama.

Curiosa lo tomé y lo miré.—¿Y esto?

—¡Es día de playa!, alístate que los chicos ya casi llegan.

—No tengo nada.—reí.—ya estoy lista, solo me cambio.

—Muy bien, te espero abajo.

—Peach.

—¿Si, hermana?

—¿Y si acampamos en la playa?

—¿Acampar?

—Sí, ya sabes... Podemos hacer una fogata y dormir escuchando el mar.

—Bueno, me parece bien.

Peach fue a preparar las cosas necesarias para acampar y yo me dediqué a cambiarme, el bikini me quedaba perfecto, resaltaba mi figura. Al estar lista bajé las escaleras ye encontré a Peach ya en su traje de baño, este era enterizo y tenía una corona dibujada en el pecho, llevaba su cabello atado en una coleta alta.

Dos Toads llevaban nuestras mochilas y nos la entregaron, Peach tenía casi todo planeado solo faltaba esperar a los hermanos Mario. Después de unos minutos llegaron, ambos llevaban shorts y una camisa con dibujos de honguitos. Llevaban lentes.

—Hubo un cambio de planes, chicos. Nos quedaremos a acampar una noche.

—¿Acampar?

—Si, fue idea de _______.

—Me parece bien.—Luigi concordó con su hermano

Los chicos se ofrecieron a llevar las mochilas, Peach llevaba la sombrilla y yo llevaba una canasta con comida, caminamos varios minutos en los que mi hermana platicaba con los hermanos, yo mantenía callada medio escuchando sus palabras. Llegamos a la playa la cual estaba vacía, pues sí, no habían personas en este mundo. Rápidamente escogimos un lugar y mientras ellos armaban las carpas, Peach y yo instalabamos la sombrilla.

—Es un hermoso día.— dijo Peach poniéndose bloqueador solar yo solo asentí sonriendo.

Tendí mi toalla en la arena y me fui recostando, volteo mi cabeza había la derecha y mi corazón se acelera al ver la escena que estaba montando aquél hombre de verde, se quitó la sobrecamisa y después su playera dejando ver su espalda, he de admitir que tiene muy buena espalda, tragué saliva al ver cómo se ponía de perfil, tenía la vista alfrente y con el ceño ligeramente fruncido mientras doblaba sus prendas y las dejaba cerca de su mochila.

—¿Disfrutando de la vista?

Peach me sacó de mis pensamientos inmediatamente me puse roja y negué rápido con la cabeza.

—No sé de qué hablas.

—No quieras negarlo, te he visto. Pero tú sabes si hacerte loca.

Solamente voltee mi cabeza y cerré los ojos para relajarme, el sonido del mar, la suave brisa y el olor a playa, era perfecto. En mi cabeza solo rondaban esos pensamientos de cómo sería mi vida aquí, podría acostumbrarme.

—_______...

Abro mis ojos y casi me da un paro al ver al chico en solo shorts con su cuerpo empapado y cabello goteando ligeramente, se veía tan bien.

La princesa perdidaWhere stories live. Discover now