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— chae. — haerin llama la atención de la menor. — creo que me iré ahora. mamá viene a recogerme después del trabajo.

— está bien, yo también le diré a la mía que venga por mí en un rato. — la tranquiliza.

— no te quedes hasta muy tarde, ya está oscureciendo y la lluvia no parece parar. al menos por la noche.

— no te preocupes tanto por mí. — le sonríe con relajo. — ¡nos vemos mañana!

sí, eunchae no le escribió a su madre hasta una hora después.

el lugar era rentado por la academia, así que tenía libre uso. pero claro, eventualmente se cansó e hizo el llamado.

no quiso salir hasta que su madre avisó que estaba cerca, la lluvia había incrementado su intensidad durante esa hora y no iba a mojarse de más.

tomó sus cosas y empezó a caminar al punto de encuentro que habían acordado con su madre. eso, hasta que un fuerte estruendo impacta detrás suyo, el agua casi haciéndola resbalar del susto.

se da vuelta, y a lo lejos lo ve. un auto iba a una velocidad excesiva y chocó a alguien.

evidentemente, se espanta, pero aún así trata de observar un poco más solo por lo lejos.

no puede. la cantidad de personas acercándose repentinamente bloquean su vista.

con un poco de pudor, decide cruzar esa larga calle que había detenido su movimiento por el accidente y camina al lugar. lo hace despacio, aún sintiendo fuertes murmullos de lástima.

una vez se acerca, no cree lo que está viendo.

su mochila cae de su hombro, sus ojos se llenan de lágrimas. inmóvil, se da cuenta y por fin lo entiende.

era su madre.

incapaz de gritar, solo corre a ella, empujando a todos los que estaban alrededor.

cuando finalmente está ahí, se derrumba.

— m-mamá...

aún y con el corte que sangraba desde la cabeza ajena, eunchae empieza a llorar en el pecho de su madre.

— ¡alguien llame a una ambulancia! ¡por favor, ayúdenme! — grita como puede, pues los sollozos no dejaban de salir.

la solicitud fue hecha, y eunchae se sube a la ambulancia.

desesperada, sigue llorando mientras intenta comer unos caramelos que fueron entregados a sus manos para que se tranquilice.

su teléfono temblando entre sus manos, tratando de llamar a juyeon. necesitaba su apoyo.

jaehyun había tenido que meterse en el baño.

entre un suave murmullo que se parecía más a una risa corta, se sintió expuesto cuando despertó y notó que, al igual que juyeon, se había dormido sin nada puesto.

eso sí, tampoco puso demasiado esfuerzo en vestirse. únicamente tomando su ropa interior del suelo y una camisa blanca junto a unos pantalones de chándal que descansaban sobre la silla del escritorio en su habitación. no tenía idea de cuándo los había dejado ahí, quizás seulgi no había pasado a recogerlos.

cuando regresa —ya cambiado— y abre la puerta de la habitación, un ruido lo hace espantarse.

se da cuenta rápidamente de que es el teléfono de juyeon, y no sabe qué hacer. permanece quieto en su posición, esperando a que la llamada se cuelgue por sí sola para volver a acostarse. quizá alguien llamó por accidente.

chocolates & faints ♡ (  jujae  ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora