O8.

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— hola, hola. — fue lo primero que dijo juyeon al entrar en la oficina. por primera vez, sin tocar.

— ¿por qué vuelves tan alegre? te ves raro así.

— ugh, qué ánimo. — puso los ojos en blanco. — escúchame, te tengo una invitación.

el pelinegro tomó la silla frente al escritorio y sacó un folleto de su carpeta, dejándolo en medio de la mesa a vista del rubio.

— ¿qué es esto?

— es un concurso de baile que organiza la escuela de mi hermana, ella va a presentarse con su grupo de amigas. le gusta bailar.

— oh, sí, creo haberlo escuchado antes, pero no entiendo.

— ¿qué no entiendes?

deja vu.

— ¿qué tiene que ver esto conmigo?

— ¡todo! — exclamó acercando su rostro al apoyarlo sobre sus palmas. — tú vas a acompañarme.

— ¿eh? ¿acompañarte?

— eunchae quedó con muchas ganas de conocerte después de verte, así que no tienes opción. no puedes dejarme mal frente a mi hermana.

— qué estupidez.

— ¡eres un desagradable! — el menor se paró dramáticamente de la silla, un puchero sosteniéndose en sus labios. — incluso te estoy dando la oportunidad de que puedas llevar a alguien más.

— ¿sí? ¿y a quién más podría llevar yo, lee?

— uhm, no lo sé... yo me preguntaba sí...

en efecto, juyeon se refería enfermamente a la hija del señor lee.

nunca la había visto personalmente, ni siquiera por fotos, y eso solo hacía que su ilusión fuera en incremento.

inclusive ya se había puesto a pensar en que podría ser una amiga para eunchae si es que tenían edades similares.

— ¿te preguntabas sí... qué?

no sabía si podía mencionarlo.

quería hacerlo, pero no quería incomodar a jaehyun con su vida personal. él era extremadamente tajante con eso.

— nada, olvida eso. pero sí vas a ir conmigo.

— ¿qué haces tú imponiéndome cosas?

— lo hago porque soy tu asistente, cielito. — juyeon sacó su tablet en la que tenía todo el itinerario de jaehyun para la semana, tomando su lápiz y haciendo un gran círculo rojo en el día sábado, mostrándole al contrario. — y como soy tan bueno, me encargué personalmente de desocupar toda tu agenda para ese día. así que, repito, no tienes opción.

— vaya, eres todo un genio. ¿a qué hora es?

— te recuerdo que acabo de darte un maldito papel con esa información. ¿puedes darle un vistazo, siquiera?

— que simpático, ya te estás pareciendo a mí.

bajó la vista al folleto: "después de hora de almuerzo".

— bueno, como decía, podemos juntarnos allá. ya te mandé la dirección.

— bien, entonces dile a eunchae que estaré ahí.

— pobre de ella, no tiene idea de que le voy a presentar a un demonio.

— ¿desde cuándo sabes qué decirme?

— desde que me diste la libertad de llamarte por tu nombre. — revisó su reloj. — en fin, me voy. sé puntual.

— no me digas qué hacer.

chocolates & faints ♡ (  jujae  ) Where stories live. Discover now