Un día de sorpresas.

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Él se separó de mí y me sonrió- Sabes que eso no es cierto- se dio la vuelta y se subió al coche de Angelo.

En serio lo ODIO.

Deje a So en su casa. Y le desee suerte en su cita.

Luego llegue a mi casa. Ok mi mansión.

Las puertas se abrieron apenas la cámara detecto mi coche. Pero lo que me extrañaba era que había dos coches más en el estacionamiento de mi mansión. Uno era el de mis padres pero el otro ¿De quién era?

Me baje de mi coche, pero cuando estaba cerrando la puerta de este. Escuche una voz detrás de mí.

- Hola- me asusto. Pero eso no me paralizo. Al contrario me despertaba.

Golpe a quien sea que estaba de tras mío con el codo de mi brazo. Y le di directo en el estómago.

- Ugh- dijo la voz. Entonces me gire. Abrí los ojos como platos. Al ver que la voz le pertenecía a ÉL.

ÉL está cogiéndose el estómago con las manos y no puede evitar reírme por la cara que estaba haciendo.

-De que te ríes- dijo ÉL aun sujetándose el estómago.

- De tu cara. Eres muy dramático-

-¡Dramático! me dejaste sin aire- dijo mientras se recomponía poco a poco y tomando su postura autoritaria de siempre.

-Pues igual, tú tuviste la culpa por asustárme. Y me pudes decir ¡Que haces aquí!-

- Ok, ok. Pero no te enojes. Tus padres y los míos están teniendo una sesión de negocios. Y mis padres me castigaron, ayer por haber llegado a las 5 de la mañana a la casa. Por eso me obligaron a venir aquí... Aunque ahora me alegra haber venido- dijo observándome de arriba abajo. Sí que era un idiota.

- Pues a mí no me alegra verte- Dije tratando de esquivarlo para ir a mi piso. Pero ÉL me agarro de la muñeca como siempre hace.

-¡Suéltame! qué crees que haces

- No. Por favor. No me dejes solo. He estado más de una hora aburrido mirando las plantas y paseando por toda la casa. No tengo nada que hacer-

- Yo no voy hacer tu entretenimiento- dije soltándome de su agarre.

-Yo no quise decir eso. Solo quiero que me ayudes a encontrar algo que hacer aquí. Es tu casa- Puso sus manos juntas como en forma de súplica. Y la cara de perrito. Se veía tan tierno. Pero que estoy pensando. NO ÉL no es tierno solo es astuto.

- Está bien- sabía que no me iba a dejar en paz si no le ayudaba a desaburrirse. Si esa es mi nueva palabra.

- Gracias, gracias, gracias- dijo y me dio un abrazo.

- Que haces suéltame. No es para tanto-le dije mientras estaba tratando separar sus brazos de mi cuerpo. Pero era muy fuerte.

- OK-me soltó- A dónde vamos ahora-

Pensé donde puedo llevarlo. No definitivamente a mi piso no va entrar. A la biblioteca no creo que le gusten los libros. Y qué tal si...Si eso es.

-Sígueme- le dije sin más, mientras empecé a caminar.

ÉL quiso protestar para saber a donde le llevo. Pero no le escuche y seguí caminando.

Entramos por la puerta trasera de la mansión. Ya que no quería interrumpir a nuestros padres. Lo lleve al segundo piso por las grandes escaleras de madera y mármol. Entramos en las habitaciones de entretenimiento.

El arte de enamorar {editando}Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora