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Salgo al mundo a ciegas
Y todo está bien.
Inmersa en una vida rutinaria
Mis ojos permanecen cerrados
Con renuencia a ser abiertos nuevamente.
Con el tiempo viví con mi cuerpo,
Y aprendí sobre el mundo.
Siempre huele a quemado.
Hace frío.
Mi cuerpo permanece temblando.
Es arisco.
Te corta y golpea a cada paso.
Y la sangre,
En una tormenta invernal,
Es tibia,
Cautivante,
Acogedora.
Hay mucho ruido a mi alrededor.
Pero mis oídos se entumecen,
Y en silencio,
Me encuentro en una abrumadora soledad.
Pero todo está bien,
Porque aunque el mundo es hostil,
E hiriente,
Y solitario.
Si no tengo que enfrentarme a él,
Ni a su soledad,
Ni a su dolor,
Entonces el malestar es pasajero.
Me sacude ligeramente,
Me hace tastabillear,
Pero finalmente desaparece,
Y vuelvo a quedar a solas con mi alma,
Que se recluye en una burbuja de cristal
Y le da la espalda al mundo.
Porque en mi mundo,
Alejado del mundo,
Todo está bien.

Yo estuve aquíWhere stories live. Discover now