Capitulo 5

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-Ya puedes salir- musite- no se escucha ningún ruido
-Si tu lo dices- se encogió de hombros y se dirigió a la puerta.
-Espera- lo detuve- voy contigo
-¿No confías en mi nena?
-Ni un poquete
El río flojito y susurro algo por lo bajo que desgraciadamente no llegue a escuchar. Me coloque delante de el y abrí muy despacito la puerta. Acto seguido salí de la habitación seguida por Jaden.
-Jurame que esa del cuadro eres tu
-Shh no hables, nos pueden escuchar y...¡Ay!
El muy miserable me acababa de pisar y no pude evitar alzar un poco la voz y maldecir en voz alta algunas cosas. De un momento a otro el me tapó la boca con una de sus manos y con la otra rodeo mi cintura empujandome así a la habitación que se encontraba detrás de nosotros.
-¿Pero que demonios...?
-Calla nena, escuche un ruido.
Hice caso omiso a lo que el me decía. Habíamos ido a parar al baño. Efectivamente, como dijo Jaden, poco después se escucharon unos pasos y una luz se encendió.
-Puede que sea un ladron- susurro en mi oído mandando escalofríos a todo mi cuerpo- O un violador...pero no te preocupes nena, aquí esta tu héroe.
Al final iba a resultar que si era un vengador de marvel. Bendito sea, ¿Acaso pensaba que iba a asustarme? Sabia defenderme yo sola.
-¿Con que héroe eh? ¿Y yo que soy? ¿Una damisela en apuros? Se nota que tu no eres de por aquí, en el presente las chicas sabemos defendernos por nuestra cuenta.
-No soy de la época medieval, ¿sabes? Encima que intento tranquilizarte...
¿¡Tranquilizarte?! ¿De que mundo venia este? Tranquilizarte precisamente no es decir que en tu casa hay un ladrón o, peor aun, un violador.
-¿Nerina eres tu?- la voz de mi madre interrumpió mis pensamientos.
Mierda, mierda y mas mierda. ¿Tenia que ser ella? En estos momentos hubiese preferido que realmente fuese un ladron, o un violador, o incluso ambas cosas. Si mi madre me pilla en el baño con Jaden puedo asegurar que estoy castigada hasta los dieciocho. O podría adelantar un poco el periodo de tiempo si logro escaparme de casa, o...Demonios, Nerina centrate de una vez por todas.
-Quedate aquí, ni suspires, ¿entendido?
En su rostro se formo una picara sonrisa. Me estaba replanteando el que la cabeza de Jaden acabase en el váter, cuando mi madre volvió a hablar.
-¿Nerina?
Y esta vez abrí la puerta del baño y asome la cabeza al pasillo.
-¿Si mama?
-Que susto me diste hija, ¿Paso algo?
-No, simplemente salí para satisfacer unas cuantas necesidades fisicas...
¿Alguien mas cree que eso sonó un poco mal?
-Y me demore un pelin- concluí colocando uno de mis mechones rubios tras mi oreja.
-Oh, esta bien, no era mi intención molestarte solo que pensé que...no importa, buenas noches.
-No pasa nada mama, buenas noches para ti también.
Cuando mi madre desaparecio en el interior de su habitación me apresure a colarme sin hacer mucho ruido de nuevo en el baño.
-¿Jaden?- pregunte ya que no veía nada en la oscuridad.
Una sombra se coloco enfrente de mi un poco alejada.
-¿Jaden?- repetí con un tono de temor en mi voz- Si esto es una broma no tiene ni pizca de gracia.
De repente del grifo comenzó a salir agua.
-Como esto sea una broma juro que tu cabeza acabara en el interior de ese retrete- señale el inodoro en la oscuridad donde se suponía que debía estar.
La sombra se abalanzó sobre mi y di un brinco mientras me mordía la punta de la lengua para no gritar. La sombra me acorraló contra la pared y sus musculosos brazos fueron a parar cada lado de mi cabeza.
-¿Me extrañaste nena?
La madre que lo trajo. Le pegue un puñetazo en su torso, y yo misma me sorprendi de encontrarlo tan duro. Sabia que era fuerte, yo lo pedí así, pero no pensaba que fuera verdad. Podría empezar a creerme mas cosas de las que me decía, como que era verdad que yo era su creadora, o que el sostén negro realmente me quedaría sexy...no, eso ni loca.
-Vamos, tienes que irte ya, no soportaría estar contigo ni un minuto mas.
-Admite que te asuste
-No, te quedaras con las ganas de escucharlo- le saque la lengua y gire con elegancia sobre mis talones.
Intente bajar la manivela de la puerta pero esta no cedía. Por favor ahora no- murmure mas para mi misma que para Jaden. Mis sospechas estaban en lo cierto, la puerta estaba atrancada. ¿Podria pasarme algo peor esta noche? Jaden al ver que no abría la puerta se acerco a mi.
-¿No se abre nena?
-No ves que no- di media vuelta refunfuñando y me senté sobre la tapadera del váter.
-Mira el lado bueno, más tiempo para estar juntos.
-¿Eso es bueno?
-Claro nena, ¿que chica en su sano juicio no querría estar encerrada en el baño con un tío tan guapo y bueno como yo?
-Yo- dije como si fuera lo más obvio del mundo entero.
El resoplo.
-Preciosa, tu y yo sabemos bien que no lograras resistirte a mis encantos por mucho mas tiempo- me guiño un ojo coquetamente.
-¿Que paso con "Nena"?
-Ves, si al fin y al cabo te gusta que te llame así, y no evites el tema muñeca.
Venga, ¿ahora que sigue? ¿Princesa? Oh por dios como diga eso vomito.
-Sigue soñando, eso jamás pasara.
-¿Como estas tan seguro?
-Simplemente lo se, sabes que te encanto nena.
-Nunca- negué rotundamente
-Ya veras, te voy a enamorar, caerás a mis pies princesa.
Lo hizo. ¿Dijo lo que creo que dijo? ¿Se puede odiar tanto a un chico que conoces de tan solo unas horas? Va a ser que si, o, por lo menos en mi caso.
-Por cierto, la puerta lleva desatrancada desde hace un buen rato, pero claro, estabas tan pendiente de mi que no te diste cuenta.
-¿Que acabas de decir?- gire de sopetón mi cara mientras me alzaba rápida como el pensamiento de la tapa del retrete.
Corrí hasta la manivela, la baje y sorprendentemente esta cedió. Alabado sea dios. Era libre.
-Venga, tira para alante, esta vez lograre sacarte de mi casa sin interrupciones.
-¿Tu crees?- lo fulmine con la mirada- Esta bien, esta bien, ya voy.
Poco después al fin llegamos a la puerta de la entrada. Abrí la puerta evitando armar mucho escandalo.
-Vete- le ordene una vez logre abrí la puerta.
-Vale, pero me iré solo con una condicion.
-Iluminame- murmuré sin importancia alguna mirando a todos lados por si venia alguien.
El se acerco mas a mi.
-Quiero una cita, contigo
Oh vamos, fijo que a este le faltaban mas de dos tornillos.
-No, vete, ya- dije firme y segura
-Si no aceptas no pienso irme- dio un paso dentro de mi casa.
-Ni se te ocurra entrar- coloque mis brazos como muro, pero para mi mala suerte no sirvió de mucho.
Me empujo con un solo brazo sin utilizar apenas fuerza en ese gesto.
-Vale, vale- resople- tendré una cita contigo.
-Perfecto nena, buenas noches- se inclino y beso mi mejilla.
No aparte mi mirada de el hasta que desapareció por las oscuras calles de la ciudad. Lleve mi mano a la mejilla, justo donde el había depositado el beso. Sonreí imperceptiblemente. ¿Que me estaba pasando? Apenas lo conozco. Retire mi mano de aquella zona nada mas comprender lo que me había pasado. Entre con rabia a casa y cerré la puerta.
-¿Quien es ese chico?- pregunto una niña con un camisón blanco situada en las escaleras.
Porras, había estado tan concentrada en lo que había pasado que no me había dado cuenta de como ella había salido de su cuarto. Trague saliba.
-Bethany...- susurré

¿Enamorada de un personaje literario?Where stories live. Discover now