Te amo aún más...

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Parte segunda


Las semanas se convirtieron en meses...

Jimin disfrutaba de subir a los árboles y buscaba aquellos con buenos soportes para poder trepar más alto. Aquello se había vuelto una de sus actividades favoritas, a pesar de que a Jungkook le preocupaba que Jimin se lastimara al trepar. Esto último solo había sucedido una vez, sin embargo. Durante un día soleado en el que pasaron tiempo en una cascada, Jimin decidió trepar un árbol cerca del agua, pero resbaló y cayó fuertemente sobre su pierna derecha, lo que hizo que Jungkook corriera hacia él para ayudarlo.

-¡Jiminie! ¿Estás bien? ¡Lunas!-El joven alfa había corrido desesperadamente a ayudarlo.

El pequeño omega sacudió su cabecita violentamente a la vez que procedía a coger su pierna a la altura de la rodilla y chillaba del dolor que empezaba a cada vez incrementar más y más.

Jungkook posó entonces de forma delicada una mano sobre la pantorrilla de Jimin, lo que hizo que Jimin soltara un grito agudo lleno de dolor.

El miembro inferior estaba inflamado y Jungkook era consciente de que había sufrido una fractura. Aunque no se había producido ninguna herida en la piel y la pierna apenas parecía haberse movido de su lugar, por lo que había una posibilidad de que se recuperara sin necesidad de tratamiento.

-Jiminie, vas a estar bien. Te tengo.-Aseguró el mayor y buscó al rededor algo con lo que pudiera sujetar la pierna del otro niño.

Jungkook encontró un palo recto y algunas largas lianas para usar como sujeción. Con delicadeza envolvió la pierna de Jimin y le indicó que no se quitara la sujeción bajo ninguna circunstancia en las próximas semanas. Jimin asintió con lágrimas secándose en su rostro mientras el mayor lo atendía. Luego de terminar, Jungkook levantó con cuidado a Jimin y lo llevó de vuelta a su escondite donde estarían a salvo. Afortunadamente, la pierna de Jimin sanó bien y ambos agradecieron las habilidades que sus padres les habían enseñado.

Con el paso del tiempo, el pequeño alfa fue adaptándose al lugar y adquiriendo nuevas habilidades. Su creatividad para poder armar y diseñar armas con las cuales empezar a cazar y poder defenderse mejoró increíblemente. Pudo crear arpones con los cuales empezó a atrapar pescados en el mar, los cuales luego comerían ambos protegidos en su cueva.

Jungkook se encargaba del arduo trabajo. Por su parte, Jimin solía acompañarlo mientras el alfa se esforzaba por atrapar su cena. El más pequeño se quedaba sentado en la orilla guardando silencio mientras observaba al chico mayor casi desnudo recolectar su cena.

Jungkook quería que Jimin no viviera lleno de miedo y escondido. Recluido en la oscuridad de su refugio, por lo cual lo solía llevar a contemplar las flores más bonitas. El alfa solía adornarle el cabello con estas, lo que hacía reír al más joven sonrosado. También, habían descubierto el hermoso y brillante color del coral cerca a la playa. Atraídos por su belleza, ambos habían empezado a ir a nadar allí por diversión.

El pasar de los meses también los cambió físicamente. Obtuvieron una piel más bronceada y sus cabellos se aclararon debido a la diaria exposición al sol que tenían.

Empezaron a invocar a su forma animal más seguido. Solían divertirse mientras corrían por la isla persiguiéndose. El lobo de Jimin era uno de color blanco con ojos dorados, mientras que el de Jungkook, uno marrón con ojos azul zafiro. A Jungkook le gustaba jugar en la playa como lobos, porque era la única manera en que Jimin se liberaba por completo. En su forma lobuna, Jimin era más juguetón y despreocupado. A Jungkook le encantaba verlo así: disfrutando. Olvidándose del dolor de haber sido arrastrados a un lugar desierto.

Miel y Sándalo (KOOKMIN)Where stories live. Discover now