Mark Lee Sucks (Markhyuck - Marksung)

Capítulo 4

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— Al fin — exclamó Jaemin cuando lo vió — Creí que no vendrías.

— Bien, ¿cómo se supone que voy a ayudarte?

Mark tomó la oportunidad para meter el cuaderno que Donghyuck le había dado, en su mochila.

— No sé, cuéntame primero como comenzaste todo.

— ¿Aquí? — Mark miró el perímetro.

— No... — exhaló — Podemos ir a las canchas exteriores si te pone incómodo hablar aquí, solo espera aquí, iré por mis cosas.

— ¿A dónde?

— Al salón de música — Jaemin dijo como si fuese la cosa más obvia del planeta. — ¿Por qué? ¿Quieres venir?

— No, no. Pasó, mejor te espero aquí — Mark recordó esa mala experiencia que había tenido antes en un salón de música. Sus antiguos compañeros de clase le habían hecho una broma, dejándolo encerrado en ese frío y oscuro salón. Es por eso que Mark huía a esos salones.

En lo que esperaba que Jaemin regresará, camino un rato por el pasillo, viendo los carteles que estaban fijos en el pizarrón de noticias. La verdad es que no les estaba prestando atención, no los estaba leyendo, en realidad estaba pensando en que debía tener cuidado de Donghyuck, de todos los chicos en la escuela... él era el peligro más grande, a su vez también pensaba, en cómo diablos haría para enseñar a cómo dar una mamada, a través de apuntes; simplemente no tenía sentido, no se podía, pero iba a tener que hacer el esfuerzo si no quería que ese chico lo molestará.

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Jaemin regresó verdaderamente rápido, en sus manos llevaba algunos papeles y en la espalda su instrumento en el estuche.

— ¿Qué tocas? — preguntó Mark.

— El saxo, soy el único en toda la escuela que toca el saxofón.

— Entonces estás en la banda escolar, me imagino.

— Exacto, pero no es la gran cosa. A la gente aquí no le dan importancia a la música, prefieren otros clubes como teatro, danza, cocina o deporte. ¿Tú tocas algún instrumento?

— No, lo siento.

Jaemin suspiró. Por un segundo tuvo la esperanza de poder tener otro miembro más en el club de música.

— Lástima, supongo que puedes unirte a cualquiera de los otros grupos. Si eres bueno en deportes, tenemos, fútbol, tenis, volleyball, basketball y pin pon. Si eres bueno actuando o diseñando escenografía, está teatro, la maestra de teatro es lo más dulce del mundo. A cocina no entres, te lo digo de experiencia, todos ahí son súper presumidos y se creen chef de alta gama.

— Deberías ser quien introduce a la escuela a estudiantes nuevos.

— Nah, eso solo sería sepultarse más socialmente. Ya tengo suficiente siendo parte del club de música.

— Oye, pero eso me parece muy interesante. En mi colegio, los chicos de la banda era muy queridos por las niñas.

— El problema es que aquí no hay niñas. Hace dos años intentaron hacerlo mixto, pero la única niña que entró, no lo soporto.

Llegaron a su destino y tomaron asiento bajo el tablero de básquetbol, pues esa cancha no estaba siendo usada por el momento. Jaemin acomodo su mochila para acostarse sobre ella y escuchar a Mark. Jaemin le quitó la envoltura a un dulce de café, y luego que lo metió a su boca comenzó a hablar gracioso.