★Caer y caer★

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─ ¿Crees que sea lo mejor separarnos? ─ preguntó la rubia al chico que caminaba a su lado.
─ Esperemos que sí ─ respondió.
Ambos jóvenes comenzaron a caminar, no diré que tranquilamente, porque obviamente la tensión crecía en el ambiente. El pasillo que cruzaban estaba pintado de un color crema claro, pero se veía un poco grisáceo ahora que las luces se apagaron. Había alguna que otra ventana y muy de vez en cuando una puerta, pero todas estaban vacías o cerradas. Daba la sensación de que aquel pasillo era interminable, cosa que los ponía nerviosos, ya que además el silencio del ambiente era perturbador, esperaban escuchar algún tipo de ataque, algo que les diera a saber que los demás de su grupo siguen ahí. Parecía un sueño y eso les creaba una clase de cápsula en la que parecía ser todo perfecto e infinito.
Ya cuando habían caminado derecho sin meterse por ningún pasadizo vieron a lo lejos una gran puerta, parecía que allí terminaba el camino, por lo que Jack y Rapunzel se apuraron a ir hasta allá. Ya era cansador para el peliblanco ver todo igual, el mismo suelo sin ningún rayón y las mismas paredes que parecían recién pintadas.
─ Tal vez sea por allá ─ comentó, y se adelantó volando.
Empujó la puerta con fuerza, era gruesa y pesada por lo que le costó un poco, dejó pasar a la chica como todo un caballero y se inclinó en una reverencia exagerada que la hizo reír; justo lo que quería.
─ Las damas primero.
Luego se encontraron ambos con un puente largo y estrecho, que cruzaba desde su dirección hasta una próxima torre similar a la que ellos estaban cruzando sólo que más grande e imponente. No saben cuándo subieron la torre en la que estaban, para ellos habían solamente cruzado derecho el mismo pasillo, tal vez sin querer se desviaron en algún punto, quién sabe. Era uno de los tantos misterios del templo; o tal vez el templo los mando allí.
─ ¿Vienes? ─ preguntó Punzie ya que Jack estaba distraído mirando el paisaje que también era muy bonito.
Estaban tan alto que algunas nubes cruzaban el puente, parecía niebla, daba la sensación de que si gritaban haría eco en el vacío. De alguna manera se veía mítico, como un lugar de leyenda.
De repente escucharon el mismo chillido, pero esta vez se oyó mucho más fuerte e insoportable, causando que ambos se taparan los oídos tratando de no aturdirse. El suelo tembló, las rocas que conforman el puente vibraron de tal manera que Rapunzel tropezó, pero se sujetó del barandal. Al ponerse derecha el ruido cesó poco a poco y vio la altura en la que estaban cuando se apoyó en el borde, causando que su estómago se revolviera. Se aferró con fuerza pero era en vano, entonces sintió una mano que tomaba la suya, miró arriba y lo vio a él.
─ Vamos, hay que averiguar qué es eso...
Entonces comenzaron a correr para llegar hasta la otra torre, de la cual parecía provenir aquel chillido molesto.
De repente y sin previo aviso Jack se vio corriendo solo, alterado volteó y vio que la rubia se tomaba la cabeza tapándose las orejas, apretando la mandíbula y los ojos en una expresión entre enojada y dolorosa.
─ ¡Basta! ¡Basta! ─ gritó.
Jack se le acercó preocupado pero paró en seco cuando oyó una voz en su cabeza:
─ Tontos, eso son. Son unos tontos en venir... Van a morir y los demás también, no podrán hacer nada y será todo su culpa. ─ decía una voz macabra, parecía un susurro y otras veces subía el volumen de la voz como si estuviera a su lado, el muchacho giraba en círculos, mas no había nadie a su lado. Jack frunció el ceño.
─ ¡Pitch! ¡Deja de esconderte, cobarde! ─ gritó, tomó a Rapunzel del brazo para ayudarla, ella al ver sus ojos celestes se relajó un poco.
─ ¿Pero si nunca me escondí? ─ habló, sonaba detrás de su espalda, le causó un escalofrío y cuando giró a encararlo lo vio saliendo de entre las sombras que se proyectaban. Apareció un hombre que vestía con una túnica negra, parecía camuflarse con las sombras y la oscuridad, tenía un aura malvada y atemorizante. Su rostro era puntiagudo, su nariz parecía una flecha hacia abajo, sus pómulos eran muy marcados y su piel era gris, con ojos de color amarillos como las pesadillas. Les sonrió cínicamente a ambos jóvenes y camino hacia atrás volviendo a desaparecer. Jack intento atraparlo antes pero terminó blandiendo su cayado contra el aire sin dañar nada.
─ ¿Saben?, a ustedes los creí más inteligentes, por eso me tienen aquí a mí... Por suerte mis pesadillas ya se han encargado del chico dragón y la chica rápida. No fue difícil ─ dijo como si fuera lo más normal del mundo, su voz no sonaba como un eco en su cabeza, cosa que agradecían de cierta forma pero aún así no lo encontraban visualmente.
─ ¿Mérida y Hiccup? ─ susurró Rapunzel abriendo los ojos como huevos.
─ ¿¡Qué les hiciste?! ─ exclamó Jack frunciendo el ceño y, gracias a sus impulsos, lanzando un rayo de hielo a la sombra por la cual creía que se encontraba Pitch. Él no se lo esperó, por lo que se corrió inmediatamente antes de que el rayo lo dañara, el suelo en donde impactó de cubrió de hielo y escarcha, pero a él no lo toco.
─ Ya lo sabrás, Jack. Lástima que no podrás hacer nada para ayudar a tus amigos, es tarde. Tarde como cuando tu hermana estaba en peligro, como cuando dejaste a baby-tooth conmigo ¿lo recuerdas? Como cuando llegaste tarde y habían perdido la pascua,...─ continuaba hablando logrando que Jack sintiera un pinchazo en el pecho con cada ejemplo de sus errores, lo peor es que tenía razón. Sus ojos se abrieron mirando un punto X frunciendo el ceño reflejando dolor.
─ No lo escuches, Jack. Tú sabes que no es así... Salvaste a tu hermana aunque moriste en el intento, salvaste a baby-tooth también arriesgando tu vida, y luego salvaste al mundo, salvaste a los niños... Me salvaste a mí. ─ dijo acercándose a su oreja para que sólo él oyera aquella última parte. Sonrió de costado, era increíble lo especial que era para él esa pequeña rubia de largo cabello.
Pero entonces Pitch lanzó arena negra, ambos lo esquivaron, pero cuando chocó con el suelo salieron proyectados hacia lados contrarios, separándolos. Rapunzel chocó contra el suelo, girando sin perder demasiado la velocidad, hasta que una deformidad del suelo la golpeó al chocar y quedó tendida sobre el suelo. Jack también cayó al suelo pero alcanzó a dar una voltereta y aterrizar de pie. Pegó un salto y voló, para lanzarle un rayo celeste apuntando con su cayado a Pitch. Él bloqueó el ataque antes de devolvérselo, pero Jack lo esquivó.
Se preocupó por la rubia, pero ella se levantó aturdida, eso lo relajó un poco. Peleó con Pitch devolviéndose ataques, era una ida y vuelta sin fin, pero el ente se le adelantó creando una gran bola de arena negra cargada de energía negativa antes de lanzarla en dirección a Jack.
El joven, que ahora se encontraba sobre el suelo, apenas logró correrse del camino antes de que la bola se estrellara contra el puente y causara una explosión. Esta vez no se vio impulsado, pero el puente comenzó a romperse, un gran pedazo se desprendió y cayó, algunas partes más pequeñas le siguieron. Sin embargo, se crearon grietas que comenzaron a agrandarse en fracción de segundos y dos grandes trozos también comenzaron a separarse.
En uno se encontraba Jack, que de nuevo estuvo a punto de caer, pero giró sobre el suelo antes de hacerlo, y en el otro extremo estaba Rapunzel que, aunque en un momento quedó colgada también logró pararse de nuevo. Pero cuando lo hizo se vio separada del joven por un abismo muy grande. Se acercó al borde, mirando al fondo, el miedo la embargó con sólo mirar la altura en la que estaban, no le tenía pánico a las alturas pero quién no sentiría vértigo en esa situación. Vio a Jack tendido en el suelo, tenía los ojos abiertos en una especie de shock, mientras que su pecho subía y bajaba muy rápido, sujetaba con fuerza su cayado y su cabello blanco se había ensuciado de polvo por la explosión, se podía comparar con la auténtica nieve cuando estaba sucia.
─ ¡Jack! ─ le gritó, el chico volteó a verla como si se hubiese despertado y se alarmó al ver que habían quedado separados.
─ ¡Rapunzel, ya voy! ¡Quédate ahí! ─ le gritó de vuelta.
Se levantó del suelo, dispuesto a volar hasta la joven pero algo lo tomó del pie, tirándolo al suelo. Jack apenas tuvo tiempo cuando se dio el mentón contra la roca y algo lo volvió a golpear con fuerza en la espalda. El chico se dio vuelta como pudo algo adolorido para encontrarse con Pitch, que comenzó a mover sus manos. De repente lo rodeó arena negra, como si estuviera atrapado en la mano de alguien, justo cuando salía despedido hacia un costado. Su cuerpo chocó contra la baranda dura, su espalda crujió y sintió como si se hubiese quebrado la columna vertebral. Gimió de dolor en el suelo, pero se levantó. Crispó su mano al cayado y retó con la mirada al villano, que le dedicó una tétrica mirada.
El joven le lanzó un rayo de hielo que hizo crecer una hilera de filosas estalactitas, Pitch desapareció unos segundos antes de reaparecer detrás del muchacho con sumo silencio.
Rapunzel quería ayudarlo, veía todo como una película de horror, pero no podía ir hasta el otro lado para defender a Jack, quien se veía algo mal y miraba aturdido a todos lados. Entonces vio como el sujeto de negro se aparecía a sus espaldas preparándose para atacar, pero no lo dejaría. La verdad es que no había nada menos sucio que atacar por la espalda.
─ ¡Detrás de ti! ─ le advirtió.
Jack volteo justo a tiempo, el ente preparaba una guadaña con arena negra para ponerle fin, pero interpuso el cayado, como si fuera otra espada, ese pedazo de madera era increíblemente fuerte, pero eso no quería decir que no se podía romper. El filo del arma blanca de Pitch le rozaba por centímetros la nariz, lo único que impedía que cayera en un golpe mortal era su cayado pero sus brazos temblaron del esfuerzo.
─ Vamos, todos sabemos que no saldrán vivos de esta ─ le dijo.
Rapunzel no pudo evitar llorar, gordas lágrimas se acumularon en sus ojos y las terminó derramando aunque intentó no hacerlo. Odiaba no poder ir a ayudarlo, por suerte Jack logró separarse, pero continuó peleando.
Debía ayudarlo.
Miró a su alrededor, debía llegar hasta él. Vio el borde del puente, había un poco de espacio por donde podría caminar, sólo que sería muy difícil, eran apenas rocas sobresalientes y que posiblemente caerían con su peso, y la baranda era muy finito para que pase por ahí.
Volvió a ver la pelea y tomó todo el aire que pudo. Cerró los ojos acercándose al filo, entonces dio los primeros pasos, apoyó la punta del pie y dejó caer algo de su peso sólo para saber que no caería cuando ella se parara; no sucedió, por lo que prosiguió. Se sostuvo a la fina baranda y siguió haciendo la misma maniobra, sin embargo cuando se apoyó en una parte sobresaliente se quebró, retiró el pie para apoyarlo en la siguiente apurada por no perder el equilibrio y caer. Los nervios la dominaban pero continuó, sólo le faltaba un tramo.
Mientras tanto Jack le lanzaba rayos a Pitch logrando dañarlo en algunas posibilidades, pero la oscuridad no le era de ayuda ya que se transportaba en las sombras que no estarían si las luces no se hubieran apagado. De un momento a otro Pitch desapareció, el muchacho giró varias veces en su lugar buscándolo con la mirada pero de repente oyó el siseo de un arma blanca cuando se tomaba el impulso para dar un golpe, cortando el viento. Sin previo aviso sintió un agudo dolor en el costado del tórax, volteó inmediatamente pero sólo sirvió para que el ente profundice la herida con la guadaña que había hecho aparecer entre sus manos. No pudo evitar gritar de dolor, dejando escapar un sonoro gemido, antes de caer al suelo llevándose las manos a la herida. Era suficientemente profunda como para que su buzo comenzara a colorearse de rojo con una peligrosa velocidad. Le dolía un montón, frunció el ceño con una notoria expresión de dolor, se tapó la herida sangrante con las manos manchándolas pero no evitó que sangrara.
El ente sujetó el cayado del muchacho, quien no pudo hacer nada mientras seguía en el suelo, entonces, sin mucho esfuerzo, lanzó el cayado al vacío para procurar que él ya no tenga con qué atacarlo, dejándolo indefenso.
Pitch se le acercó caminando tranquilamente, el joven gemía en el suelo con el dolor nublando su vista, se tomó el tiempo de mirarlo, disfrutando de su sufrimiento y lo empujó con el pie para ponerlo completamente boca arriba, pisó su tórax, por ende la herida. Se le escapó un grito de la garganta, impregnado en angustia.
─ Pobre Jack... ─ comenzó con lástima fingida, entonces miró en la dirección en la que Rapunzel trataba de cruzar el puente, sonriendo ─ Pero miren qué tenemos aquí... Es demasiado tentador ─ volvió a Jack ─ .Creo que ya terminé contigo.
Dejó de pisar al joven, quien llenó de aire sus pulmones sintiendo un agonizante sufrimiento, entonces miró a su alrededor buscando que la chica estuviera bien. La encontró a pocos pasos de llegar a cruzar por el borde del puente, se preocupó, mas no pudo hacer mucho. Entonces vio a Pitch, que aparecía flotando a su lado con malas intensiones, ella miraba al lado contrario, sin percatarse de él intentando pasar su pie con cuidado de no caer.
─ ¡Pun-zie! ─ su voz le falló un instante pero igual ella lo oyó.
Vio al sujeto al instante y luego a Jack, esta vez sí se alarmó mucho, la desesperación por ir a curarlo con su cabello la dominó, pero entonces Pitch quebró el suelo que no había caído y donde ella se apoyaba débilmente. Sus pies dejaron de apoyarse, y quedaron tendidos, gritó aterrada y logró sujetarse al borde para no caer.
─ Creo que con eso es suficiente ─ anunció el malvado espectro antes de desaparecer.
Rapunzel colgaba en el extremo al cual quería llegar, casi lo había logrado, sólo le había faltado un paso, pero no, Pitch tenía que arruinarlo. Sus brazos se cansaron rápido, soportar su peso y el de su largo cabello de 21 metros que colgaba en el vacío era complicado, le comenzaron a temblar las extremidades, pero hizo su mayor esfuerzo aterrada. De todas formas eso no era lo que más le preocupaba, Jack estaba herido gravemente sobre el suelo, sangrando, necesitaba ayuda.
Al mismo tiempo el chico hacía su mayor esfuerzo por llegar a la joven, arrastrándose sobre el suelo con los brazos para ir hasta ella, no se rendía. Jamás lo haría si se trataba de Punzie. Su Punzie.
Llegó al borde, un par de gotas rojas marcaban el suelo donde él se había arrastrado pero no le dio importancia, exhausto logró ir hasta ella. La vio con los ojos brillándole de la angustia y miedo, al verlo la joven lo miró con terror, trató de sonreírle para decirle que todo estaba bien, pero simplemente hizo una mueca.
─ J-Jack, estoy asustada. ─ dijo, su voz le temblaba, él trato de dedicarle una mirada tranquilizadora.
─ No lo estés. No te pasará nada... Lo prometo ─ prometió aunque le costaba creérselo.
La mano de la chica se resbalaba por el sudor, Jack la sostuvo con todas sus fuerzas para evitar que cayera y tras varios intentos inútiles de que llegara a enderezarse ella se dio por vencida, pero él no, y continuó perdiendo energías.
─ Jack, basta. Es en vano... ─ confesó, gordas lágrimas se resbalaron por sus mejillas y el joven deseó poder besarle los cachetes para quitarle esas lágrimas.
─ No digas eso. ─ dijo seriamente, la sostuvo para evitar que los brazos de ella se cansen tanto.
Pero al mismo tiempo, como si la suerte estuviera en su contra, oyeron un chillido nuevamente, acto seguido el suelo tembló otra vez, Rapunzel hizo su mayor esfuerzo para poder sostenerse pero las grietas que habían causado la explosión se agrandaron y no tardaría en caer el pedazo de suelo en donde ellos estaban. La joven sabía que Jack no la dejaría por nada del mundo, pero tenía que salir y salvarse, ella ya no tenía oportunidad, pero no arrastraría al peliblanco con ella.
─ J-Jack ─ llamó su atención, por el esfuerzo que hacía el labio le tembló, él la miró con angustia y cansancio ─ Jack, vete. Quiero que te vayas ─ comenzó pero el negó rotundamente.
─ No me pidas que te deje. ─ le dijo con un semblante serio.
─ Pero Jack, debes irte o vamos a caer los dos. Yo no tengo oportunidad, pero tú sí, no te arrastraré conmigo ─ su voz sonaba más potente, Jack no pudo evitar derramar alguna que otra lágrima aunque quisiera parecer fuerte, pero simplemente no se hacía la idea de dejarla a ella ahí. La impotencia se colaba en sus venas, quería poder levantarla, pero la pérdida de sangre y la pelea lo había dejado muy débil.
Aunque él se salvara jamás se perdonaría el dejarla allí sola, no la dejaría, no permitiría que muera. De sólo pensarlo su desesperación crecía.
No te dejaré ir.

I remember tears streaming down your face

When i said you, "i'll never let you go"

When all those shadows almost killed your light.

─ Jack, yo no te dejaré morir por mí. ¡Vete! ¡Déjame sola! ─ trató una vez más de levantarla pero no pudo, el dolor se agudizó e hizo una mueca de dolor, sollozó un poco sólo porque se veía inútil y débil como para poder salvarla. Tenía que hacerlo, era salvarla y morir en el intento o salvarse ambos, en ningún momento planeó dejarla morir, porque simplemente un mundo sin ella le daban ganas de morir en ese preciso instante. Era ahora o nunca.

─ No, Rapunzel. No me dejes solo a mí. ─ confesó.

I remember you said: "Don't leave here alone"

But all that's dead and gone and passed tonight

El suelo dejó de temblar, pero las grietas se habían agrandado tanto que en tan sólo unos minutos no tardarían en caer, Jack lo ignoró, caería con ella si era necesario, pero Rapunzel no podía dejar que eso pasará. No quiso meditarlo porque temía arrepentirse, pero si Jack no se iba moriría y él tenía oportunidad.
─ Te amo, Jack. ─ le dijo, al joven le volvieron a brotar lágrimas, abrió los ojos como platos cuando ella dejó de poner su parte y relajaba los agarrotados músculos de los brazos.
─ ¡No, Rapunzel! ¡¿Qué estás haciendo?! ─ ignoró sus gritos angustiados, y antes de dejar de sostenerse le dijo:
─ Adiós. ─ una lágrima se le escapó como si fuera la última.
Y sus manos se volvieron más pesadas, Jack trató con desesperación de sujetarla, pero estaba débil y dolorido, además de que sus manos sudaban y se le resbalaba, no aguantó mucho hasta que los brazos de la chica se le escaparon.
─ ¡No! ─ aquella exclamación fue como un grito de dolor, como si le estuvieran dando la peor de las torturas.
La joven cayó, comenzó a caer y a caer.
El suelo tembló una última vez, no era por el chillido, eran las grietas que separaban el suelo, Jack estiró sus brazos pero ya no había posibilidades de alcanzarla. Rodó por el suelo antes de que aquella porción caiga y, un segundo después, el suelo se terminó quebrando y cayó.
Jack comenzó a llorar, le dolía más pensar que la había perdido que su propia herida. Las lágrimas llenaban sus ojos y caían marcando un camino por sus mejillas, cayendo finalmente al suelo. Miró al cielo, en sus ojos celestes, ahora hinchados y enrojecidos, se reflejaba su dolor y tristeza. No quería admitirlo, no quería darse cuenta de que ya era tarde para Rapunzel. Entonces cerró los ojos, apretó los puños y lloró de impotencia en silencio.

Just close your eyes

The sun is going down

You'll be alright

No one can hurt you now

Come morning light

You and I'll be safe and saund

The Big Four: LegendaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora