CAPÍTULO 23

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BECKY

*DOS AÑOS ATRAS*

Estaba muy feliz porque ya todos sabían de mi relación con Sam, y todos nos aceptaron sin opinar de más... Y eso me creaba seguridad y cuando estaba en plena felicidad...

Un día todo cayó al suelo y toda la felicidad que tenía se me fue... Y ya no sabía cómo gestionar todo. Mi madre fue la primera en notarlo y sin dudarlo me llevo al médico. Algo que no podía contárselo a Sam... Y cada visita al doctor eran excusas de la mudanza.

Me habían vuelto a diagnosticar la enfermedad que casi acaba conmigo de pequeña, después de la muerte de mi padre, mi madre lo pasó mal, pero pude curarme y estar sana... Por eso ella siempre se preocupa mucho por mí.

La noticia que salió de mí en todas las redes sociales, eso hizo que recaera del tirón y sabía que tenía que ir a internarme sin tener que avisarle a nadie...

Cuando quise despedirme de todo ese mundo y dejar mi despido, lo peor que me podían decir es que Sam estaba muy mal por haberme ido de su vida, no quería que eso pasara pero eso me hizo recaer... Y saber que todo lo que era mi felicidad dos meses antes ahora era mi tortura... Sabía que para curarme lo importante era olvidarme de Sam.

*AÑO Y MEDIO*

Después de año y medio y de sufrimiento veía que la cosa iba más mal de lo que yo quería... Había algo en mi cabeza que no me dejaba curarme, por qué no tenía apetito y por más charlas con la psicóloga no había ninguna mejora... En algún momento llegué hasta que no aguantaría mucho más...

En unas de las salidas para poder despejar la mente vi a Sam... Y creo que lo que de verdad pasaba, era que no es que la podía sacar de mi cabeza, es que ella estaba en mi corazón... Y si había un ápice de esperanza de que yo pudiera sanar, se esfumó cuando la vi en aquél centro comercial de la manera en la que me miraba, con ese odio. Ay supe, que si la quería perder, lo había conseguido... Ver ese odio en sus ojos hacia a mí hizo que me quedara en cama y no quisiera salir de ella

Cuando ya todos pensaban que había mejorado aunque fuera un poquito, sentí la recaída de toda la enfermedad, ya solo me podía alimentar por un tubo conectado a mí cuerpo, por qué él no aceptaba comida sólida.

Después de tanto sufrimiento había dejado de crear en los milagros, sabía que eso no era para mí, que mi ratito de suerte ya había pasado y viviría así para siempre...

Después de muchos meses la visita de mi madre me alegro verla, pero la notaba muy rara... Diría que ápice de felicidad y esperanza había en ella, pero no entendía, mis pronósticos no eran buenos...

Y ahí fue, cuando mi familia se marchó y yo seguía triste, y sin fuerzas ni para abrir los ojos... Un lindo aroma vino a mí, diría que era el aroma de mi momento más feliz en la vida... Cuando escuché esos tacones retumbando contra el suelo, y ese sollozo cerca de mi cara, sabía quién era ella... Sabía que ella se había enterado de lo que yo le quise ocultar...

Cuando abrí los ojos, vi la fuerza y  la esperanza  que me faltaba para poder seguir adelante, acarició mi cara y por si sola una sonrisa se dibujó en ella... No quería que ella sufriera, pero también sabía que si ella no estaba a mi lado, yo acabaría con mi vida. Y era lo último que estaba dispuesta a perder...

Día a día venía a verme a la clínica, día a día mi pronóstico iba mejorando, la esperanzas de todos iba en aumento, pero sentía que algo no estaba bien con ella... Algo me transmitía que sabía que le hacía mal... Una de las cosas era, que ella se había aislado en ella, había cambiado su lugar de residencia para estar lejos de cualquier persona que la conocía sin saber, que ella se estaba mudando a la misma ciudad donde yo estaba... Pero sabía que algo más le comía la mente, pero sabía que su orgullo jamás me lo diría, para que yo no sufriera más...

Un día en una de las salidas que la clínica me deja hacer, organizó una reunión con todas las persona que son importantes para mí y que me dan la fuerza y la felicidad que yo necesito para poder salir adelante, eso ayuda mucho a la mente, que alfin y al cabo es la que me tiene en esa clínica.

En esa reunión en su casa la pude ver llorar, desahogar todo lo que ella sentía, ahí supe que esto le había venido grande. Pero es fuerte para estar en los malos momentos, y ahí me di cuenta, que amabas estamos en la vida de la otra para equilibrar los problemas de ambas

Ella me da la fuerza que yo necesito, y yo le doy la tranquilidad y la paz que ella necesita, estamos en sintonía y eso es lo que nos agrada a ambas, el poco tiempo que ambas tenemos, nos gusta pasarlo al lado una de la otra, la felicidad no nos la apaga nadie...

La quiero a ella, la quiero para el resto de mi vida.

(Se acerca el final de esta historia)

freenBecky o SamMon Where stories live. Discover now