Me habían dado un día libre en la clínica, diría que había mejorado bastante, pero a decir verdad no... Me costaba mucho levantarme de la cama, y en la clínica iba en silla de ruedas... Me encantaría poder curarme y poder ser feliz fuera eso hace que esté mucho más triste...
Con mi prima habíamos decidido ir al centro comercial a comprar ropa y ella fue al baño mientras yo me quedé mirando unas cosas en el móvil cuando de repente choqué con una chica, la cual llevaba gafas grandes oscuras y desprendía soberbia y me sorprendí al verla
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Mon: Sam?
Sam: para tí no soy Sam -justo llegó mi prima y se puso a mi lado- para ti y para todos soy freen -trague saliva, había conocido a la Sam de la cual los chicos hablaban y es verdad que da bastante miedo, retrocedí un paso hacia atrás... Miró a mi prima y con las misma se marchó
Jess: quién era?
Mon: Sam -dije en un suspiro
Jess: Sam, tú Sam? -la señalo
Mon: ya no es mi Sam, ella me odia, y yo por hacer que lo hiciera... Sabes, podemos volver no tengo muchas ganas de estar aquí
Jess: está bien, vamos a volver, valla que te pongas peor...
Saliendo del centro comercial, vimos en el semáforo en coche muy llamativo pero sabía de quién era... Me daba miedo mirar, pero cuando lo hice, Sam tenía la ventanilla bajada, tenía cara de cabreo... Cuando miro hacia el semáforo me vio mirándola, cuando cambio a verde, le dio tan duro al acelerador que pude notar lo enfadada que estaba...
FREEN
Estaba en la oficina con Pablo, para poder armar otra empresa en la capital del país... Aunque aquí nos va bastante bien, es bueno esparcirse a más lugares, como ahora no tenía nada que me aferrara a ningún sitio, yo accedí a que sería yo quien se mudaría un tiempo allí para llevar toda la empresa adelante.
Me mudaría y dejaría a todos mis seres queridos aquí, pero viendo cómo llevaba el año. Prefería marcharme y ser yo en otra parte, esto es algo que solo sabe Pablo, y lo tengo amenazado con que ni se le ocurra decir nada.
Llevaba ya unos meses viajando por tema de trabajo para dejarlo todo listo, para cuando me mudará oficialmente, en una de esos viajes, fui al centro comercial a comprar cosas para mi nueva casa y en eso que estaba despistada mirando unas cosas cuando choque con una chica...
La chica, era mi chica... Lucía pálida, grandes ojeras y sus huesos estaban muy marcados, tenía mirada triste... Pero esa chica, no era mi adorable chica, daba miedo verla ha decir verdad... Pero vi como otra chica, de su edad la agarraba del brazo felizmente... Supe que ya me había cambiado. Mientras yo seguía sufriendo por ella.
Estaba en la oficina con Pablo, cuando mi secretaria me llamó y me dijo que había una chica, buscándome a mí y a Pablo, que tenía algo que decirnos muy serio. Pablo y yo aceptamos esa visita.
