Fragmentos de una Relación | Yeongyu

siete

Beomgyu

El lugar olía a medicina y a nuevo. El diván debería de ser cómodo, pero las costuras de plástico se le pegaban a la piel, dejándola irritada y sudorosa.

Se había presentado y cuándo la mujer le preguntó:

- ¿Cuál es la razón por la que estás aquí?

El contestó simplemente su nombre, como si ella supiera acerca de todo lo que había pasado. Tomó una libreta e hizo algunas anotaciones, Beomgyu trató de alzar la mirada para ver lo que escribía pero la mujer era muy buena escondiendolo. Bajo la libreta y el bolígrafo, le dedicó una pequeña sonrisa, lo miró directamente a los ojos y comentó:

- ¿Por qué no empiezas por el inicio, donde tú pienses que sea?

Exhalo de nuevo, soltando todo. Estaba listo.

- Bueno. Conocí a Yeonjun cuando él tenía 18 y yo 16, apenas había entrado a la secundaria así que no sabía cómo eran las cosas por ahí, tenía amigos, Kai y Taehyun, los veía todos los días y una vez fuimos a esta fiesta, ahí estaba él, es divertido porque creo que la primera vez que lo ví ya sabía que me gustaba, no sé por qué, tal vez será por cómo se movía, con confianza, cómo fue amable con nosotros y nos preguntó nuestro nombre, bailó con nosotros. En realidad ese es uno de mis momentos favoritos con él, cuando bailamos por primera vez, yo podía sentir su respiración en mi nuca y sabía que esto... esto no lo olvidaría en mucho tiempo, y eso fue cierto. Descubrí que tenía novio, se llamaba Soobin, no sabía si quedarme o dejarlo ir, descubrí que su novio era el más amable y atento y adorable que había conocido, me sentía tan tan culpable por quererlo mio, pero no podía evitarlo, paso todo lo demás, en la noche nos quedamos juntos y yo lo bese, fue justamente después de que se supone que se habían separado y yo ya estaba seguro de que ese era el momento en el que iba a empezar nuestra relación e íbamos a estar juntos para siempre y todo iba a ser feliz, pero me dí cuenta de que no era cierto porque al día siguiente ni siquiera contestó mis llamadas, yo quería que; yo quería que se confesara frente a mí y que me diera muchas razones por las que me amaba, pero al final no pasó nada de eso y solamente supe, por primera vez que toda esa basura de la que se habla de las películas y en las series y en los dramas no existe. Sabía que si quería algo con él tenía que esforzarme y pelear por ello. Después de eso él tuvo un montón de problemas con sus padres, tuvieron grandes peleas y al final lo corrieron de su casa - pausa un momento en lo que la mirada de la psicóloga sobre él lo hace sentir aún más pequeño - Él se consigue un departamento y estaba mal, solía beber todos los días y me pedía que lo acompañara y no sé por qué yo solo le decía que sí, sólo aceptaba ir con él.

La vergüenza de recordar esos días quema su garganta al rojo vivo. Tratando de justificar todo, desesperado busca razones como siempre.

- Era porque quería sentirme amado por alguien, no me importaba mientras tendría que verlo beber enfrente de mí o pelearse con alguien más. Sabía que, que alguien como él me amaba y tal vez por eso es por lo que regresé tantas veces, porque, porque era como un sentimiento de que siempre estuvo ahí y de que siempre estará. Y eso me aterra demasiado, porque no quiero verlo para siempre, no quiero que siempre esté en mi vida y depender de él como lo hago ahora, porque sé que él se va y no le importa y... y tiene varias personas a las que amar más, mientras, mientras yo solamente lo tengo a él.

Las lágrimas ya caen sobre sus mejillas y hace todo lo posible para contenerlas, pero cansado de todo eso solo deja ir lo que se guarda en su interior desde hace mucho tiempo.

- Cada vez que pienso en todo esto me siento tan estúpido y tan patético por seguir aquí, amándolo.

Era cierto que detrás de tanto amor había tanta culpa por ser así, por no darle un giro a su vida y olvidar a todo, dejarlo atrás, conocer nuevas personas, tal vez una persona aburrida pero cariñosa, a la que pudiera entender del todo, lo que más buscaba en alguien.

- Lo peor de todo es que pudimos seguir siendo felices, ¿sabe? Cuándo tenía 21 fue cuando todo cambió, al final de cuentas vivíamos juntos, entonces dejó de beber, dejó de pelear, yo estaba estudiando en ese entonces y él pasaba por mí todos los días después del trabajo, me daba de comer, me despertaba, dormíamos juntos todas las noches abrazados, en calma, como si no hubieran problemas, nunca existieron. - Hace una expresión de desagrado recordando lo escondido en esa relación - A pesar de sentirme cómodo ahí, y de que no quería que terminara para nada, me sentía de alguna manera asustado, sentía como que algo iba a pasar en cualquier momento, cualquiera de los dos iba a arruinarlo y eso fue lo que pasó.

Al final las cosas no podrían mantenerse como eran, el sufrimiento no dejaba de llegar y nunca se iría. Se quejaba de no comprenderlo, pero apenas lo hacía consigo mismo.

- No entiendo qué fue lo que hice, por qué.... No entiendo por qué me fuí, sí era tan feliz con él y sabía que las cosas podrían haber durado mucho más y podríamos, podríamos habernos casado y comprar una casa juntos.... incluso pensé en tal vez adoptar un niño - susurra, cerrando los ojos, donde todo es claro en su mente, el futuro prometido que no podía ser jamás -. Pero ahora sé que nada de eso va a pasar, porque está muy lejos y tendrá su propia pareja con la que se va a casar, y va a tener hijos y yo... lo veré.

Todo, desde lejos. La mujer se da cuenta de que se detuvo y aún con los ojos fríos y calculadores y la postura derecha hace una pregunta:

- ¿Qué es lo que piensas cuando lo ves?

¿Cuando lo ve? No es como que sus sentimientos sean los más claros siempre, todo lo contrario, es tan confuso descifrar todo lo que sucede en su cabeza. A veces era una carga pensar en cómo pasaría todos los días consigo mismo toda la vida.

- No lo sé, creo que después de todos estos años no tengo algo claro en qué pensar. Tengo este sentimiento de... de vacío. Cuando lo veo a los ojos es como si ya no lo conociera más, como si de la noche en la mañana todo lo que pasamos juntos se vuelve insignificante y ahora él es una persona diferente, no es él mismo al que yo solía conocer... y lo peor de todo es verlo ser feliz, porque sé que debería de alegrarme y eso es lo que hago o trato de hacer. Sé que debería sentirme feliz, y, y lo juro, juro que lo hago pero esto se siente muy raro. Después de todo lo que yo le dí al final me quedé con nada, invertir años, y dolor, y tiempo, nuestra relación. Solamente no puedo creer que tengo que conocer a esta persona para siempre.

Hace una pausa pensando en todas las cosas que le recuerdan a él, o los momentos en los que piensa que se fue del todo para verse a sí mismo atrapado una vez más en ese círculo vicioso.

- Ahora sabe todo de mí, yo sé todo de él y al final no importó para nada, porque ni siquiera nos hablamos. Yo sé que es lo que le gusta, en que piensa en las mañanas, cuándo despierta, cuál es su comida favorita, qué es lo que más le duele en esta vida, todas las cicatrices que recorren su cuerpo, todas absolutamente todas las conozco. Conozco su piel blanca, su pelo que tiñe cada año y que nunca, nunca queda maltratado y sé que cada color le va bien. Conozco sus lunares, y los latidos de su corazón, he visto cómo abre los ojos cuando despierta, solo yo sé la manera en la que se derrumba y parece que se hace tan pequeño e insignificante, pero no es cierto porque él es lo más importante y es lo más grande que he visto. Conozco todo de él y aún así no sé nada... - asqueado continúa - El día que empecé mi nueva vida me levanté feliz y entusiasmado, pise el nuevo suelo como alguien completamente diferente, y me di cuenta de que no lo necesitaba... pero ahora no estoy seguro de olvidarlo, es lo que me gustaría hacer, pero él estará ahí siempre, y estoy tan aterrado de que en el futuro sólo sea un recuerdo que tengo que buscar en lo más profundo de mi memoria... solo eso.