dos

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Yeonjun

Paso tras paso podía sentir más pensamientos sobrecargando su cabeza. Su respiración flaqueaba y su piel ardía, ahí en donde Beomgyu lo había tocado y besado. Tenía un rastro invisible de besos sobre su torso, y su rostro estaba rojizo, a simple vista parecía una cara de vergüenza, pero era una de arrepentimiento y culpa.

Después de caminar hasta que el sol terminó de salir llegó a una pequeña cafetería que se encontraba cerca de su departamento.
Se sentó en uno de los booths que se encontraban más cerca de la puerta y respiró profundamente. Una chica joven pidió su orden y él solo preguntó por un café americano y una sopa. La chica amablemente le dijo que esperará 10 minutos en lo que su orden estaba lista.

Yeonjun se recostó sobre el sillón y esperó a que su cabeza dejara de dar vueltas, cuando se percató de unos ojos observandolo por arriba. Se fue levantando poco a poco para darse cuenta de que ese chico era el viejo amigo de Beomgyu, Huening Kai. Hace varios meses que le había hablado, ya que no eran muy cercanos y más si Beomgyu no estaba presente. Ahora el chico era muy diferente. Era más alto de lo que recordaba y su cabello castaño caía hacia atrás de forma impresionante.

- Te ví desde afuera, creí que eras tú pero ahora estoy seguro.

- Hola Kai.

Kai soltó una pequeña risa y sonrió a Yeonjun de manera sincera.

- No sabía si me recordabas. Hace mucho tiempo que nos vemos ¿cómo estas Yeonjun?

El mencionado se sentó por completo y se sorbió la nariz, figurando una conversación.

- Cómo me olvidaría de ti, sientate, sientate, estoy esperando mi orden.

- Está bien. Gracias.

La chica llegó de nuevo y preguntó a Kai si quería ordenar algo, a lo que el solo pidió un capuchino y un trozo de pastel.

- ¿Qué te trae por aquí?

- Bueno, me acabo de mudar a unas calles. Justamente iba por algo de desayunar cuando te ví.

- Qué oportuno. Espero verte más seguido entonces, mi departamento está en el edificio de a lado.

- Es bueno saberlo. Yo pensé que vivías en las afueras de la ciudad con... - Kai se detuvo de repente como si hubiera recordado algo. Yeonjun se sonrojo.

- No, hace tiempo que me mudé de ahí.

Después de una pequeña pausa, Kai preguntó suavemente:

- No contestaste mi pregunta.

Yeonjun se sintió descubierto y agachó la cabeza, como si esperará ocultarse de la mirada del castaño.

- Yo... Estaré bien.

Kai no sabía por qué el chico se encontraba de esa manera, sin embargo quería realmente ayudarlo. En voz baja dijo:

- ¿Cuál es el problema?

Yeonjun nunca se había sentido cómodo hablando de sus sentimientos, mucho menos con extraños, pero sentía una inmensa carga en los hombros que deseaba liberar. El chico había hecho la pregunta con gran desinterés, que a pesar de todo no resultaba grosero o indiferente. Como si le diera a Yeonjun la opción de escoger.

Se encogió en su lugar y avergonzado susurro:

- Hice algo malo, de lo que me arrepiento.

- No creo que haya sido así, todos cometemos errores, pero lo mejor de eso es que podemos enmendarlos. - Era una frase tan simple pero le hizo sentirse un poco mejor. El ambiente se silenció por un momento y Yeonjun contuvo la respiración. Kai se inclinó unos centímetros y lo miró directamente a los ojos - Escucha Yeonjun, no te conozco del todo, pero sé que eres un buen chico. Puedes remediarlo.

Fragmentos de una Relación | YeongyuWhere stories live. Discover now