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Rhaenys pensó que se quedaría atrapada en esa incomoda cena, su paciencia estaba llegando a su límite y mejor dejar las cosas siguieran su curso, pero la prioridad era ocultar su molestia a Melissa. No quería ofenderla, ni hacer una escena, donde terminarían discutiendo y despertando a Annisse.

De manera que sonrió, se rió, hizo preguntas sobre la documentación de Ellen e intentó con todas sus fuerzas como la invitada perfecta. Aunque la máscara estuvo a punto de caérsele cuando Holger empezó a describir lo que había planeado para su próximo proyecto. Aún no se había decidido.

-Quiero escribir sobre el extraordinario valor que tiene las activistas. De hecho, era una idea que estaba planteando a Brianne, parece que le gustó. La escena inicial sería sobre una mujer que anda en la calle cuando le gritas "Marimacha" por su vestimenta. ¡Romped los estereotipos de una película romántica! Sabes, romper el concepto de amor lésbico. Un amor toxico, las mujeres podemos ser toxicas y malas, desencajar esa idea de que por ser mujeres tenemos que ser madres. – Holger miró directamente a Rhaenys. – Digo tener vientre no te hace madre y la sociedad no debería tener la potestad de interferir en eso.

-Parece interesante – dijo Rhaenys y, de hecho, se lo parecía – Conozco a unas cuantas mujeres así. Aunque he visto otras que se las empeñan para luchar contra eso. Aunque la lucha del feminismo no solo es de las mujeres lesbiana, incurre en todos los sectores de la sociedad.

-Aja, pero lo mío es diferente – replicó Ellen. - No creo que sea lo mismo. Lo mío es feminismo puro y conciso, si meter al hombre. O sea, enseñar lo depravado que esta la sociedad por ver a la mujer lesbiana como un entreteniendo lascivo.

- ¡Oh! – exclamó Rhaenys, - ¿cuál era la diferencia?

-Que unas tienen hijos por decisión y opacan la lucha de otras. O las que pasan de una mujer a un hombre.

-Vaya, estoy impresiona en lo valiente que se siente algunas personas, especialmente las mujeres jóvenes. Tienen mucho valor y las admiro, aun cuando su mente poco desarrollada no puede escuchar opiniones diversas. En realidad, la verdadera lucha comienza con el cuestionamiento, bueno... la sociedad cambia lentamente de presión consiga todos los cambios necesarios. Por eso hacen falta otros tipos de valor, otros tipos de activismo, para que todo cambie para todo el mundo. - Melissa asentía con la cabeza, mientras escuchaba a Rhaenys.

-Ya entiendo a qué te refieres – dijo Ellen – Tengo que pensar sobre ello.

-Vamos, el conjunto de las luchas en el cambio de la sociedad es de todos. Pero sobre todo lo que demanda más derechos cuando están siendo vulnerados.

Ellen se limitó a sonreír y a dar un sorbo a su café, Rhaenys advirtió que no estaba impresionada, más bien fastidiada. Se sintió cansada... y vieja. Ellen parecía tener menos de veintitrés años y los diez años de diferencia se alzaban imponentes entre ellas. Ellen no había estado afuera, en el mundo, el tiempo suficiente para darse cuenta de que, igual que el hoy encaja en el ayer, también encaja en el mañana.

Su irritación se desvaneció cuando se acabó el pastel.

"La comida cura todo", pensó. Miró a Melissa, sintió el habitual sobresalto en su región inferior. "No". Se dijo.

-Mis padres van a estar impresionados si consigo un agente... - dijo Ellen. – Hace años que insisten que consiga un trabajo de verdad. Creen que es una fase, como lo de ser lesbiana. Como si fuera posible.

- ¡Oh! – exclamó Melissa, perpleja - pensé que tus padres no sabían.

-No te preocupes, - explicó Ellen. – Se los dejé muy claro, no es ninguna fase ni nada de eso. Mis padres no entienden eso, están retrasados.

Punto de inflexiónWhere stories live. Discover now