Solo Izuku

Capitulo 2: Katsuki

Cuatro años habían pasado desde que el pequeño ser de luz con cabello
verde llegó al mundo. Ahora, estaba
en la guardería rodeado de otros
niños de su edad, quienes jugaban y reían juntos. Izuku observaba atentamente todo desde un rincón de la sala, con su habitual expresión inexpresiva, cuando de repente un niño de cabello cenizo se acercó a él.

"Oye tú, el de la cara verde" -dijo el niño- "¿quieres venir con nosotros a jugar a la pelota?" -pregunto. Izuku miró a su alrededor y vio a un grupo de niños reunidos en el campo de juego cercano- "Los demás extras no valen la pena" -continuó el niño- "pero al menos tu pareces ser alguien fuerte, lo harás mejor que ellos"

Izuku lo observó, y después de unos momentos, se levantó.

"¿Entonces es un sí?" -preguntó el niño, y Izuku asintió con la cabeza-
"Genial. ¡Ahora vamos a patear los traseros de la clase B!" -exclamo-

El partido de fútbol no fue gran cosa para Izuku. No se sentía especialmente emocionado por jugar. Durante el primer tiempo, su equipo recibió una paliza aplastante de los chicos de la otra clase, cerca de tres goles en menos de 18 minutos. Izuku solo se limitó a trotar detrás del balón, solo le quedaba analizar cómo actuaban los demás.

Pero en el segundo tiempo, algo cambió. Izuku comenzó a actuar. Con una velocidad increíble y una habilidad impresionante, el peli verde logró abrumar a los jugadores del otro equipo. Sus movimientos eran fluidos y precisos, y parecía que podía anticipar cada uno de los movimientos de sus oponentes. Los demás niños no podían creer lo que estaban viendo, un solo niño podía contra un equipo entero.

A medida que el tiempo avanzaba, el equipo de la clase A comenzó a recuperarse gracias a Izuku, anotaron algunos goles. Y finalmente, el partido terminó en una victoria para el equipo, por la diferencia de solo dos goles.

Izuku se sorprendió cuando un grupo de niños lo levantó del suelo. No entendía por qué lo hacían. Pero aún así, por alguna razón se sentia extrañamente raro en esa situación.

Al final del día, el niño de pelo cenizo les dio 100 yenes a cada uno de los participantes del partido. Según él, habían ganado la apuesta. Izuku se sintió confundido por la recompensa, aunque no hizo intentos por preguntar.

"Te veo mañana, todavía hay muchos traseros que patear si queremos ser los mejores de este lugar. Tú y yo, el gran Bakugo Katsuki, ¡seremos imparables!" -exclamó el niño de pelo cenizo entre risas mientras se alejaba-

Izuku lo miró mientras salía por la puerta principal de la guardería y se dirigía hacia una mujer de pelo cenizo.

Minutos después, su madre llegó a la para buscarlo.

"Izuku, Izuku" -dijo ella para llamar su atención, pero él aún estaba mirando en la dirección en donde se había ido el chico de cabello cenizo-

El peliverde se volteó para mirarla.

"Es hora de volver a casa" -dijo Inko mientras extendía su mano hacia Izuku, quien la tomó y se fue junto a ella- "¿Hiciste algo interesante hoy?" -preguntó su madre. Izuku sacó una pequeña libreta de su mochila amarilla y dibujó algunas mariposas- "¿Viste mariposas?" -preguntó su madre. Izuku negó con la cabeza y dibujó en el centro de las criaturas a un niño con un cabello puntiagudo- "¿Conociste a un niño en un lugar donde había mariposas?" -preguntó ella. El peliverde asintió- "Eso es increíble, has hecho tu primer amigo" -dijo Inko con una gran sonrisa-

Izuku dejó de mirar a su madre y asintió con la cabeza, aunque en realidad no estaba muy seguro de lo que ella se estaba refiriendo.

Después de aquel día en la guardería, Izuku y Katsuki se convirtieron en amigos inseparables. Pasaban la mayor parte del tiempo juntos, jugando y compitiendo. Katsuki era un niño muy competitivo y agresivo, mientras que Izuku era más bien reservado y solo se unía a las locuras de Katsuki de vez en cuando.

Meses después, Katsuki despertó su quirk en mitad de una clase de dibujo.

"Oye, ¿y tú qué estás dibujando?" -preguntó Katsuki intentando mirar, pero por su posición no podía-

Izuku levantó su cuaderno y le mostró su dibujo, era un grupo de mariposas de colores rodeando al peli cenizo.

"¿Acaso no sabes dibujar algo más que mariposas?" -preguntó el pelo cenizo- "mejor mira mi hermosa obra de arte"

Katsuki levantó su cuaderno y dejó ver su dibujo. Era un retrato de él mismo, con una explosión gigantesca detras.

"Las explosiones son lo máximo" -exclamó Katsuki con orgullo mientras sostenía su dibujo- "¿Qué piensas, no está mal, verdad?"

Izuku asintió con la cabeza.

De repente, Katsuki empezó a sentir una extraña sensación en su cuerpo, como si recibiera descargas eléctricas. Un calor intenso se apoderó de él y sus manos comenzaron a emitir chispas.

"¡¿Qué diablos está pasando?!" -exclamó Katsuki mientras saltaba de su silla- "¡Mi cuerpo está ardiendo!"
-en ese momento, los demás niños comenzaron a gritar y a asustarse, mientras el profesor intentaba ir con el pelo cenizo para tranquilizarlo-

Sin embargo, de repente, una explosión de energía salió de las manos de Katsuki, destruyendo su dibujo y haciendo que el profesor se alejara para cubrirse. Los demás niños gritaron aún más fuerte ante el estruendo, temiendo por su seguridad.

Otra explosión salió de Katsuki, esta vez en dirección a Izuku, pero el chico no se movió, su expresión no cambió, simplemente levantó su brazo y apunto con su palma a la explosión que se le avecinaba, como si intentará algo.

Debajo de su ropa, su gema comenzó a brillar intensamente y de repente, una extraña masa de color verde oscuro salió de su mano, moldeándose en una especie de escudo. La explosión dio de lleno en el escudo, el cual resistió la fuerza de la explosión sin problemas.

Izuku avanzó lentamente hacia Katsuki, cubriéndose de manera vaga con el escudo de las explosiones. Finalmente, cuando llegó junto a él, las explosiones cesaron, Izuku extendió su mano hacia él, ofreciéndole su ayuda.

El chico de pelo cenizo aceptó la ayuda en silencio.

En ese momento, el entorno que rodeaba a Izuku se desvaneció y miles de mariposas de un solo color se posaron sobre él y su nuevo... amigo. El ambiente cambió por completo, como si algo mágico estuviera sucediendo.

Ese día, Izuku pudo sentir algo nuevo, lo que es y significaba la amistad.