Capítulo 7

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El enfrentamiento más intenso del Torneo del Poder estaba por comenzar. Todos los luchadores eliminados de los distintos universos estaban con su atención fija en la pelea que iba a iniciar entre el Universo 7 y el Universo 11, otra más que tendrían en el torneo, pero siendo la más intensa hasta el momento, convirtiendo a sus participantes en el foco de la atención de sus compañeros, dioses y ángeles.

Por un lado, se encontraban el último shinobi del Universo 7 y el sayajin más fuerte de dicho universo, ambos tomando cada gramo de su poder para poder pelear contra su enemigo, contra el luchador más fuerte del torneo.

Por el otro lado se encontraba el luchador más fuerte del torneo, el representante del Universo 11, el universo más fuerte presente. Este luchador había demostrado estar a las alturas de las expectativas, de las esperanzas puestas de sus compañeros en él como su salvador, como la última línea de defensa en caso de que fueran perdiendo.

Todas las apuestas estaban puestas sobre los hombros de Jiren del Universo 11. Pocos Dioses de la Destrucción estaban a favor de los contrincantes de este luchador y pocos se mantuvieron cuando Vermoud señaló que Jiren era incluso más fuerte que Toppo y que él mismo, siendo el ser más fuerte en la plataforma.

Jiren había sido el causante de que sus contrincantes se viera obligados a luchar completamente en serio. Ambos miembros del Universo 7 se lo habían tomado en serio desde el inicio, pero ninguno esperó que su adversario pudiera mostrarse como un muro completamente inamovible, desbancando cualquier pensamiento que hubieran tenido sobre su poder en un inicio, dándoles ahora la sensación de que el tipo realmente estaba escondiendo su fuerza para cuando fuera necesario.

Envuelto en el aura del Modo Sabio de los Seis Caminos, el shinobi milenario extendió su brazo derecho e hizo un movimiento de medialuna. Nueve esferas negras emergieron del suelo, colocándose detrás de su invocador formando un oscuro aro que se mantenía a unos centímetros de la espalda de Naruto.

Aquellas eran las Bolas de la Búsqueda de la Verdad y habían pertenecido a los luchadores que alcanzaron el estado en el que el joven se encontraba ahora mismo: la forma del Sabio de los Seis Caminos, una especie de dios de su mundo.

El Modo del Sabio de los Seis Caminos tomaba todo el Chakra que el usuario poseyera, dándole forma hasta explotarlo otorgándole un poder superior al de cualquier otro habitante de su planeta. Sin embargo, tras la destrucción de este y sus habitantes, Naruto había manejado el regalo del viejo Hagoromo utilizando Ki en su mayor parte, lo que hizo el modo mucho más fuerte, poderoso y amplifico completamente sus habilidades físicas hasta un punto en el que no supo reconocerse.

Lentamente, el shinobi alzó el brazo que había extendido con anterioridad. Las esferas oscuras temblaron ligeramente, como si esperaran algún tipo de señal de parte de Naruto, como si esperaran ser convocadas con un solo chasquido de los dedos.

―Id.

Naruto chasqueó los dedos casualmente, como si no se encontrara frente al ser más poderoso que había conocido hasta el momento (quitando a Whis y Beerus de la lista) y las esferas se movieron hacia su objetivo, transformándose todas en barras oscuras que intentaron travesar el cuerpo de Jiren.

Si una de aquellas esferas perforaba completamente a su objetivo, este podía ser reducido a la nada misma. Era una jugada arriesgada, dejando la descalificación pendiente de un hilo, a punto de ceder por los deseos de Naruto.

Pero el chico no estaba reocupado. Frente a sus ojos y los de Goku, Jiren realizó los movimientos que su mente analítica había predicho, esquivando las esferas y pasando a cargar directamente contra ellos como si de un proyectil se tratara, apareciendo en segundos.

Dios DestructorWhere stories live. Discover now